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En el ámbito del entrenamiento policial, la innovación tecnológica ha permitido avances significativos en la preparación de los operadores para enfrentar situaciones de alto riesgo. La simulación en los enfrentamientos armados está ganando posiciones ya que presenta numerosas ventajas con el entrenamiento tradicional. La seguridad, el ahorro de costes y la versatilidad al recrear las más distintas situaciones, son sólo algunas de ellas.
En los últimos años, ha ganado popularidad la Realidad Virtual (VR) y la Realidad Aumentada (AR). Aunque ambas ofrecen, a priori, ventajas sustanciales para la formación policial, existe un debate en curso sobre si estas herramientas son lo suficientemente realistas y efectivas como para superar los métodos tradicionales, como el entrenamiento “force on force” o el uso de simuladores de proyección sobre pantalla, como el VirTra.
¿Qué son la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada?
La Realidad Virtual (VR) es una tecnología que sumerge al usuario en un entorno digital completamente generado por ordenador, donde pueden interactuar con el espacio y los objetos en 3D mediante dispositivos como cascos y guantes hápticos. En el contexto del entrenamiento policial, la VR permite a los agentes experimentar escenarios simulados de enfrentamientos, donde pueden practicar su respuesta ante amenazas en un entorno controlado y seguro.
Por otro lado, la Realidad Aumentada (AR) superpone elementos digitales en el mundo real mediante dispositivos como gafas especiales o pantallas portátiles. En lugar de sumergir al usuario en un entorno completamente virtual, la AR enriquece la percepción del entorno físico con información adicional, como objetivos o indicadores de amenaza. Esto permite a los operadores entrenar en su entorno real mientras interactúan con elementos virtuales que simulan situaciones de peligro.
Aceptación de la Tecnología
El Modelo de Aceptación de la Tecnología (TAM, por sus siglas en inglés) y sus posteriores iteraciones son un marco teórico para explicar cómo las personas llegan a aceptar y usar una tecnología. Según los investigadores, hay dos factores que influyen en si una persona utilizará una tecnología:
Utilidad percibida: el grado en que una persona cree que usar un sistema en particular mejorará su desempeño laboral.
Facilidad de uso percibida: el grado en que una persona cree que usar un sistema en particular estará libre de esfuerzo.
O, en términos simples, ¿es útil y es fácil de usar?
“Si es demasiado complicado, incluso si tiene beneficios, no se usará”, dijo Lon Bartel, investigador principal en VirTra. “Si es súper simple y tiene un pequeño beneficio, podría usarse si hay apoyo en la comunidad y en la organización”.
Bartel, experto en psicología del rendimiento, lidera el desarrollo de programas de entrenamiento con simulación virtual en VirTra. Cuando se trata de usar la realidad virtual para el entrenamiento de las fuerzas de seguridad públicas y Fuerzas Armadas, Bartel anima a las Unidades a ser cautelosas al invertir sus presupuestos en tecnologías de entrenamiento brillantes y nuevas que no se basan en una base sólida y en la comprensión del aprendizaje humano y el desarrollo de habilidades.
“Hay muchos aspectos que deben ser considerados y evaluados para asegurarnos de que no estamos usando la tecnología solo por el hecho de usar tecnología”, dijo Bartel.
Las Limitaciones de la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada en el Entrenamiento Policial
A pesar de sus ventajas teóricas, tanto la VR como la AR presentan limitaciones significativas cuando se trata de su aplicación en el entrenamiento táctico realista.
Inexactitud en la Posición del Arma y la Amenaza
Una de las críticas más fuertes hacia la VR es que no permite a los agentes adoptar una postura de tiro realista. En un enfrentamiento real, la posición del arma en relación con la amenaza y la visión del tirador es crucial. Los dispositivos de VR actuales no permiten a los usuarios alinear correctamente sus armas con los visores de punto rojo o miras abiertas, ya que la tecnología aún no puede replicar con precisión el acto de encarar el arma. Esto puede generar una desconexión entre el entrenamiento y la realidad, lo que podría resultar en una respuesta ineficaz en una situación de vida o muerte.
“También hay algunos desafíos importantes en este momento con el rastreo cuando se trata de armas utilizadas en el entrenamiento con simuladores y realidad virtual”, dijo Bartel. “Si mi casco de realidad virtual está desviado solo un poco y mi arma y mi casco no están alineados, la precisión se ve afectada”.
Estar desviado por un grado a un metro y medio de distancia es algo inmaterial, dice, pero los pequeños errores pueden amplificarse rápidamente. Estar desviado por un grado a 13 metros significa fallar el objetivo, y a 100 metros, significa fallar el objetivo por más de metro y medio..
Bartel sugiere no solo confiar en los datos del sistema en un espacio de realidad virtual, sino también usar dispositivos externos para validar la precisión y repetibilidad de las plataformas de armas en realidad virtual.
Personajes CGI Poco Realistas y Limitaciones de Perspectiva. El valle inquietante.
Los personajes generados por computadora (CGI) en la VR o en la AR, suelen carecer del realismo necesario para simular de manera efectiva a un adversario humano. Aunque los gráficos han avanzado considerablemente, los personajes en VR a menudo se sienten artificiales y se mueven de manera poco natural. Esto genera lo que se conoce como EL VALLE INQUIETANTE.
Si no puedes representar bien las emociones, se vuelve problemático.
Según la teoría del valle inquietante, a medida que la apariencia de una imagen generada por computadora se vuelve más humana, nuestra sensación de familiaridad y afinidad por el personaje aumenta. Nuestra empatía aumenta. Pero cuando el personaje parece completamente humano, pero no lo suficientemente humano, entra en el “valle inquietante”. Las pequeñas imperfecciones en la apariencia o el movimiento del personaje nos perturban, por razones que quizás no podamos identificar. De repente, el personaje se vuelve inquietante en lugar de realista, nuestra afinidad y empatía hacia él se desploman y nos sentimos repelidos.
“Todo se trata del reconocimiento de patrones de amenaza para que podamos conectarnos con esos individuos porque podemos representar la emoción”, dijo Bartel. “¿Cuál es la ventaja de un entorno tridimensional si no puedo reconocerlo como un ser humano?”
Además, estos personajes suelen estar limitados a una perspectiva frontal, lo que los convierte en blancos bidimensionales en un espacio tridimensional. En la VR actual, los enfrentamientos tienden a desarrollarse en un plano fijo y predecible, lo que disminuye la efectividad del entrenamiento.
Insistir en una Alta Fidelidad
Otro concepto que debe tenerse en cuenta al decidir invertir en entrenamiento con simuladores o realidad virtual es el de la fidelidad. Según los investigadores de aprendizaje motor Richard Schmidt y Tim Lee, la fidelidad, es decir, el grado en que el entorno de práctica y las condiciones replican el contexto objetivo (el escenario del mundo real donde se aplicará la habilidad), es esencial para la transferencia del aprendizaje.
La fidelidad del entorno de entrenamiento es la razón por la cual el entrenamiento con simuladores y realidad virtual puede ser tan efectivo. Pero si no se logra un alto grado de fidelidad, el entrenamiento puede tener poco o ningún beneficio o incluso ser perjudicial.
La fidelidad está compuesta por componentes físicos y psicológicos.
La fidelidad física se refiere a la medida en que las características físicas del entorno de entrenamiento y el equipo imitan de cerca las del entorno del mundo real. Esto puede incluir no solo el equipo, sino también las dimensiones espaciales y la retroalimentación sensorial.
La fidelidad psicológica se refiere a qué el entorno de práctica replica las demandas cognitivas y emocionales del entorno objetivo, incluyendo los niveles de estrés, el proceso de toma de decisiones y las pistas perceptuales mencionadas anteriormente.
Según Schmidt y Lee, la transferencia del aprendizaje requiere una alta fidelidad física y psicológica para que el aprendiz pueda adaptar esas habilidades al escenario del mundo real.
Interacción Limitada con el Entorno y los Compañeros
El entrenamiento policial realista requiere una interacción efectiva no solo con las amenazas, sino también con el entorno y los compañeros de equipo. En un enfrentamiento real, los agentes deben ser capaces de comunicarse, coordinarse y moverse juntos en un espacio dinámico. Las tecnologías de VR y AR, sin embargo, aún no han logrado replicar de manera efectiva estas interacciones. Los obstáculos en el entorno virtual a menudo no coinciden con la disposición física de la sala de entrenamiento, lo que puede causar confusión y reducir la inmersión. Además, la falta de realismo en las interacciones con los compañeros de equipo puede generar una falsa sensación de seguridad o, peor aún, una descoordinación en situaciones críticas. Donde mantenemos la boca de cañón, como posicionamos el arma, o como transicionamos entre los diferentes elementos (enfundar para engrilletar, etc.) se convierte en un acto irreal que no permite el aprendizaje de una manera correcta.
Limitaciones Técnicas y Operativas
Finalmente, tanto la VR como la AR están limitadas por las capacidades técnicas de los dispositivos y el software. Si pensamos en los simuladores de tiro y toma de decisiones más avanzados del mundo, VirTra, requieren de un servidor completo para la computación en tiempo real por cada pantalla y uno más para la coordinación cuando se cuenta con dos pantallas o más. En las gafas para VR o AR actuales, sus procesadores internos son de dispositivo móvil, muy semejante a los móviles actuales. Debido a esto, los problemas de latencia o fallos técnicos pueden interrumpir la inmersión y reducir la efectividad del entrenamiento.
Además, los cascos de VR pueden ser pesados y causar fatiga durante el uso prolongado, lo que podría afectar negativamente el rendimiento durante el entrenamiento.
Aunque la Realidad Virtual (VR) y la Realidad Aumentada (AR) representan avances en el campo del entrenamiento policial, aún no están a la altura de los métodos tradicionales como el entrenamiento “force on force” o el uso de simuladores de pantalla y pared. Las limitaciones en la precisión, el realismo y la interacción con el entorno y los compañeros de misión, son barreras significativas que deben superarse antes de que estas tecnologías puedan ser consideradas como herramientas de entrenamiento táctico efectivas y realistas. Hasta que la tecnología evolucione para abordar estas deficiencias, es prudente seguir utilizando métodos probados que han demostrado su eficacia en la preparación de los agentes para enfrentar situaciones de alto riesgo en el mundo real.
Aún es un poco temprano en el aspecto de la Realidad Virtual o Realidad Aumentada desde un entorno de entrenamiento táctico. Hay aspectos de la realidad virtual que son extremadamente emocionantes, pero también hay algunas limitaciones técnicas y físicas.
Para maximizar la efectividad del entrenamiento, necesitamos puntos de referencia, si no sabemos cuáles son esos puntos de referencia —si no conocemos el componente del factor humano que abarca desde el valle inquietante hasta la enfermedad de simulador y la precisión de las armas—, corremos el riesgo de que el entrenamiento con realidad virtual y simuladores siga el mismo camino que la televisión 3D y el Betamax.
A medida que la tecnología mejore, no solo en cómo capturamos personajes, sino también en cómo los renderizamos y cómo interactúa el componente humano con ellos, la efectividad del entrenamiento con realidad virtual va a mejorar cada vez más.
Son esas mejoras en el realismo las que mejorarán la aproximación a las interacciones humanas, facilitarán la comunicación y permitirán que las habilidades se transfieran cuando el operador lleve su experiencia de entrenamiento al mundo real.