En el ámbito militar y policial, donde la precisión, discreción y resistencia del equipo son cruciales, el uso de supresores de alta calidad se ha vuelto esencial para asegurar la operatividad y seguridad en situaciones tácticas.

Aunque el mercado ofrece una amplia variedad de supresores destinados a la caza o al uso deportivo, estos dispositivos están lejos de cumplir con los estándares necesarios para el entorno de combate. Los supresores de categoría militar no solo deben soportar temperaturas extremas y altos volúmenes de fuego, sino también garantizar una baja firma térmica y acústica, crucial para proteger la posición del operador y maximizar su efectividad en misiones críticas.

15 preguntas y respuestas esenciales sobre los supresores de armas de fuego y 3 curiosidades.

Supresor SRBS de baja presión B&T X Print

 

¿Qué diferencias básicas tienen los supresores de categoría militar en lugar de supresores deportivos o de caza en operaciones tácticas?

Los supresores de categoría militar están diseñados específicamente para soportar el calor extremo y las exigencias del fuego continuo que se producen en situaciones de combate. A diferencia de los modelos deportivos o de caza, estos supresores cuentan con aleaciones de alta resistencia y deflectores robustos, preparados para reducir el destello, minimizar la firma térmica y soportar el estrés sin comprometer su integridad. Estas características aseguran un rendimiento duradero que los hace indispensables en el campo de batalla, donde las condiciones son mucho más demandantes.

¿En qué consiste el método del Ejército Francés para las pruebas de supresores y qué información proporciona?

El método de pruebas del Ejército Francés evalúa el rendimiento térmico y la resistencia del supresor al disparar decenas de cartuchos en diferentes modos (semiautomático y automático completo). Se mide la temperatura del supresor tras cada cargador de 30 cartuchos, comenzando con un disparo semiautomático y pasando a ráfagas automáticas, lo cual simula escenarios realistas de combate. Este enfoque permite entender cómo el supresor se calienta progresivamente y en qué punto se vuelve demasiado caliente para manipularlo sin protección, ofreciendo información esencial sobre su rendimiento bajo fuego continuo.

Nuevos supresores B&T 3D Print INCONEL

¿Qué hallazgos se han obtenido con el método de pruebas del Ejército Francés en cuanto a la resistencia térmica de los supresores?

Las pruebas han demostrado que los supresores pueden alcanzar temperaturas de hasta 470 °C después de varios cargadores disparados en ráfagas automáticas. Este nivel de calor es suficiente para deformar materiales menos resistentes, lo cual subraya la importancia de usar aleaciones de alta calidad que soporten el calor sin comprometer la estructura. Además, estas pruebas revelan la necesidad de enfriar el supresor o utilizar cubiertas térmicas para evitar que su firma térmica sea detectable por dispositivos de imagen infrarroja del enemigo.

¿Por qué el núcleo de plomo de la bala puede llegar a fundirse en situaciones de fuego automático intenso?

Tras disparar entre 100 y 150 cartuchos en automático continuo, el cañón y el supresor pueden alcanzar temperaturas superiores a 327.5°C, que es el punto de fusión del plomo. Cuando el núcleo de plomo de la bala se calienta tanto, comienza a ablandarse y perder integridad, lo que provoca que la bala se deforme y se desestabilice en su trayectoria. Esto no solo afecta la precisión, sino que aumenta el riesgo de que la bala impacte los deflectores del supresor2, dañándolo y reduciendo su vida útil.

¿Cómo influye el material del cañón en la capacidad de disipar el calor y evitar la fusión del núcleo de plomo de las balas?

Los cañones de armas militares suelen estar fabricados con acero endurecido que soporta altas temperaturas, pero el fuego continuo en automático puede llevar el cañón y los supresores a temperaturas extremas. Si bien el acero disipa el calor gradualmente, la alta conductividad térmica del cobre en la envoltura de las balas transfiere calor al núcleo de plomo, que puede fundirse si la temperatura del cañón supera los 327.5°C. Esto resalta la importancia de intercalar periodos de enfriamiento o usar cubetas de agua para mantener la integridad del núcleo de la bala.

El calor es un handicap a tener en cuenta

¿Por qué ahora existen supresores de «baja presión» y qué significa?

Los supresores de «baja presión» han surgido como una respuesta innovadora a uno de los problemas clave en el uso táctico de supresores en armas automáticas o semiautomáticas: la presión de retroceso.

Están diseñados para reducir la sobrepresión dentro del sistema de gases. Utilizan cámaras y deflectores internos modificados que permiten una mayor liberación de gases en una dirección controlada, aliviando así la presión en el cañón y sistema de retroceso. Esta tecnología mejora la experiencia del operador en varias formas: reduce el golpe de retroceso, minimiza el ensuciamiento de componentes internos, reduce la expulsión de gases por la ventana expulsora y prolonga la vida útil del arma. Además, estos supresores mantienen una reducción de sonido efectiva sin el riesgo de modificar el ciclo de disparo del arma, lo que es particularmente importante en misiones donde el control preciso y la fiabilidad del equipo son esenciales.

¿Qué factores deben considerarse en el diseño de los deflectores dentro de un supresor militar para mejorar su rendimiento?

Los deflectores de un supresor militar están diseñados para absorber y redirigir los gases del disparo de forma que se reduzca el sonido y el destello sin obstruir la trayectoria de la bala. Se construyen con materiales de alta resistencia al calor y se distribuyen para lograr una absorción térmica uniforme, evitando puntos de sobrecalentamiento. Además, deben ser suficientemente gruesos para soportar el estrés de los gases de alta presión generados en ráfagas prolongadas, maximizando la vida útil del supresor.

Flash de disparo en la noche

¿Cómo impacta el grosor de las paredes de un supresor en su durabilidad y rendimiento?

Las paredes gruesas de un supresor militar ofrecen una mayor capacidad de absorción de calor y resistencia a la presión, prolongando su vida útil y evitando deformaciones. Aunque esto aumenta ligeramente el peso, el beneficio en términos de durabilidad es considerable, ya que permite al supresor soportar el uso en ráfagas automáticas y semiautomáticas sin deterioro. Las paredes finas, aunque reducen el peso, suelen fallar en condiciones de fuego continuo al no disipar adecuadamente el calor, especialmente en entornos de combate.

¿Por qué el tipo de munición influye en la efectividad de un supresor?

La composición del propelente y la cantidad de pólvora en la munición afectan la velocidad y la cantidad de gases expulsados, lo que a su vez influye en el nivel de sonido y destello generado. Algunos tipos de munición producen una mayor cantidad de flash y sonido, que el supresor debe compensar mediante deflectores más avanzados. La elección de munición optimizada para el uso con supresores puede reducir el desgaste del equipo y mejorar su rendimiento, ya que ciertos propelentes generan menos destello y residuos en comparación con otros.

¿Cómo contribuye la reducción del destello a la seguridad en combate y cómo lo logra un supresor?

La reducción del destello es esencial para evitar que la posición del tirador sea detectada en operaciones tácticas, especialmente en condiciones nocturnas. Un supresor militar reduce el destello mediante el diseño de sus cámaras internas, que enfrían y dispersan los gases antes de que salgan al exterior.

¿Qué papel juega la estabilidad del punto de impacto en un supresor de calidad y cómo se logra?

Los supresores de alta calidad están diseñados para no alterar significativamente el punto de impacto del arma. Esto se logra mediante una ingeniería precisa que equilibra el peso y la distribución de los deflectores para evitar desvíos en la trayectoria de la bala. Esta estabilidad es crucial para que el soldado mantenga precisión en disparos a larga distancia, ya que cualquier cambio en el punto de impacto puede afectar la efectividad y precisión del tiro, especialmente en misiones donde la precisión es clave.

¿Cómo afecta la longitud del cañón a la vida útil de un supresor y por qué es importante considerar este factor?

Los cañones cortos generan una mayor cantidad de gases sin quemar, lo que aumenta la presión de entrada en el supresor y requiere un diseño robusto para soportar esta carga adicional. Esto puede reducir la vida útil del supresor debido al aumento de la presión y temperatura en el punto de impacto de los gases. Los supresores de alta calidad están diseñados para gestionar esta carga adicional en armas de cañón corto, asegurando un rendimiento estable a pesar de las condiciones intensas que generan los cañones más cortos.

Operador del EZAPAC con G36 y supresor B&T

¿Qué ventajas ofrece el uso de materiales avanzados como el inconel y el titanio en los supresores militares?

El Inconel y el titanio ofrecen una excelente resistencia a la corrosión y a las temperaturas extremas, lo que permite al supresor soportar fuego continuo sin deteriorarse. El titanio, en particular, es un material liviano pero muy resistente, que ayuda a reducir el peso del supresor sin sacrificar durabilidad. El Inconel es menos propensos a la deformación y al desgaste, aumentando la vida útil del supresor y manteniendo un rendimiento constante en condiciones adversas.

¿Por qué es importante que el diseño de un supresor militar no aumente la dispersión de los disparos?

En combate, mantener una dispersión mínima es esencial para asegurar que cada disparo alcance su objetivo. Un supresor de calidad está diseñado para reducir el sonido y el destello sin afectar significativamente la precisión del arma. Al minimizar cualquier impacto en la dispersión, el supresor permite que el operador mantenga una agrupación precisa de sus disparos, lo cual es fundamental para misiones en las que la precisión puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

¿Qué importancia tiene el rendimiento acústico de un supresor militar y cómo se garantiza?

La reducción de sonido es crucial para mantener la discreción del operador y proteger su audición en entornos de combate. Un supresor de alta calidad reduce el sonido a niveles seguros para el oído humano (por debajo de 139 dB), permitiendo que el operador dispare sin desorientarse o dañar su audición. Esto se logra mediante una disposición óptima de cámaras y deflectores que redirigen los gases de forma controlada. Además, el rendimiento acústico constante permite al operador mantenerse alerta y con las comunicaciones activas, un factor esencial en misiones tácticas.

3 Curiosidades sobre los supresores

¿Por qué algunos equipos especiales añaden agua o gel al interior de los supresores antes de una misión?

Aunque suene extraño, añadir una pequeña cantidad de agua o gel al interior del supresor antes de disparar ayuda a reducir el «pop» del primer disparo y el destello inicial, algo crucial para no revelar la posición del tirador. El agua enfría y ralentiza temporalmente los gases del disparo, lo que disminuye significativamente el fogonazo y el sonido inicial. Este truco es especialmente efectivo en operaciones nocturnas o en misiones de francotirador, donde un solo destello puede comprometer toda la misión.

¿Sabías que algunos supresores pueden destruirse a sí mismos en segundos si se montan en cañones demasiado cortos?

Los cañones de menos de 10 pulgadas producen una presión de gases tan elevada que los supresores que no están diseñados específicamente para este tipo de armas pueden literalmente desintegrarse tras unos pocos disparos. La combinación de presión y calor extremo en un cañón corto hace que las paredes internas y deflectores del supresor se deterioren a una velocidad alarmante, reduciendo su vida útil a apenas unos segundos si no están fabricados con materiales de alta resistencia y diseñados para estas condiciones.

¿Por qué los supresores de categoría militar se prueban para asegurar que no alteren significativamente el punto de impacto de la bala?

Aunque pueda parecer una función secundaria, mantener el punto de impacto estable es fundamental para los francotiradores y tiradores de precisión, ya que cualquier desviación mínima afecta la precisión a larga distancia. Los supresores de calidad militar se diseñan y calibran para que la trayectoria de la bala permanezca inalterada incluso después de instalar el dispositivo. Esto se logra ajustando el peso y la geometría interna, lo cual es una tarea de ingeniería extremadamente precisa que muy pocos fabricantes dominan, especialmente en supresores de calibre pesado o para distancias superiores a los 300 metros.