Los lemas de determinadas unidades militares dicen mucho de su carácter y proceder profesional. Aquellos de los que os vamos a hablar en estas páginas siguen la máxima “that others may live” que puede leerse en su emblema y que podríamos traducir como para que otros puedan vivir.

Su cometido se enmarca dentro de los varios que caracterizan al personal del Mando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF, United States Air Force), el AFSOC (Air Force Special Operations Command). En su seno hay combatientes especializados en cometidos tan diversos como el control terminal de aeronaves para que puedan realizar sus tomas y despegues en localizaciones complejas (CCT, Combat Control Team), el reconocimiento especial (SR, Special Reconaissance) para obtener datos precisos del adversario o el guiado preciso de municiones y armamento (TACP, Tactical Air Control Party).

Sus cometidos son, en muchos casos, especialmente dinámicos proyectándose con aeronaves al punto donde tengan que realizar la misión de rescate de personal. (Sgt. M.Hecht, USAF)

También se incluyen entre ellos a los designados PJ’s (Pararescue), que serían los designados como pararescatadores en castellano. Es un personal que está especializado en el rescate y el tratamiento médico de otros militares en las zonas más complejas del mundo y sobre todo en situaciones propias de los enfrentamientos asociados al combate.

Su cometido hace que se requiera de un carácter especial, porque en sus misiones es especialmente que sean buenos paramédicos para detener hemorragias, estabilizar heridos graves o atender a aquellos pilotos que hayan resultado accidentados al estrellarse, por los más variados motivos, sus aeronaves. Mucho más lo es el hecho que sean capaces de llegar, de la forma más sigilosa posible en muchos casos, al lugar donde tengan que realizar ese cometido, por lo que deberán ser expertos paracaidistas, buenos buceadores, estar preparados para superar paredes montañosas y tener la suficiente preparación técnica como para poder operar en escenarios con temperaturas extremas de frío o de humedad y calor.

En algunos casos deberán llevar camillas ligeras proyectables que facilitarán la extracción de heridos de puntos de difícil acceso. (Sgt.C.Larkin Sr, USAF)

Núcleo de élite

Los PJ’s de la USAF son únicos porque su cometido requiere de una muy alta especialización. Deciros que también son núcleos de tamaño reducido incluidos en algunas de las estructuras propias del AFSOC al que brindan un potencial que puede llevarles a actuar también en beneficio de las necesidades de otras organizaciones militares estadounidenses o aliadas y, ante determinados incidentes o sucesos críticos, en apoyo de departamentos policiales o hasta de ámbitos de carácter civil.

Para poder desarrollar esa actividad lo que se requiere es que los candidatos se postulen como voluntarios a través de los diversos canales establecidos para ello. Muchos se preparan, antes y de forma intensa, para cubrir una serie de prerrequisitos que se consideran imprescindibles: bucear 25 metros dos veces seguidas, nadar medio kilómetro en menos de 12,5 minutos, correr una milla y media -2,4 kilómetros- en 10 minutos y 20 segundos, realizar al menos 8 flexiones de brazo en barra (pull-up) en dos minutos, realizar al menos 40 flexiones en suelo (push-up) en dos minutos o realizar más de 50 abdominales (sit-up) en dos minutos.

El tiro, con armas que usan visores de punto rojo de Aimpoint, es una de las técnicas que aprenden bien durante el dilatado proceso formativo que les caracteriza. (Sgt.J.Alimaras, USAF)

Si se considera que dan la respuesta que se requiere para el cometido que se les demandará y cubren una serie de aspectos básicos en cuanto a fortaleza física y mental, que tienen que demostrar en un proceso de evaluación con numerosos postulantes y sólo unas pocas plazas disponibles, podrán ser preseleccionados para llevar a cabo una serie de formaciones evolutivas que les permitirán, si finalmente superan todo el proceso, completar la capacitación de pararescatadores.

La primera parte de este proceso se encuadra en lo que se conoce como Adiestramiento Militar Básico (BMT, Basic Military Training). Lo tienen que completar en unas instalaciones que se encuentran en la tejana Lackland AFB (Air Force Base). Son siete y media intensas semanas en un escuadrón formativo que se dedican, en un proceso evolutivo, a temas como mantenimiento y manipulación de armamento, relaciones humanas, movimientos tácticos, principios nutricionales, leyes de guerra, conocer los rangos y estructuras de la USAF, superar pruebas físicas, recibir conocimientos de primeros auxilios tácticos (TCCC, Tactical Combat Casualty Care), ejercicios de orientación, prácticas para sobrevivir en ambientes donde se hayan diseminado agresivos CBRN (Chemical, Biological, Radiological and Nuclear) y al examen final al que sigue la ceremonia de graduación.

Se toma especial énfasis en todo lo relacionado con su preparación para que sean capaces de detener hemorragias, aplicar primeros auxilios a heridas graves o estabilizar pacientes para su evacuación. (Octavio Díez Cámara)

Desde ese punto de partida, que lo que hace es convertirlos en militares básicos dentro de la estructura de la USAF, se postularán como Candidatos al Curso de Guerra Especial (SWCC, Special Warfare Candidate Course) que se realiza también en Lackland y dura otras siete intensas semanas. Se les pondrá, de forma evolutiva, al límite de su capacidad de resistencia física corriendo, nadando, …, para poder evaluar si cumplen con el perfil profesional que les permitirá progresar hacia lo que caracteriza a las fuerzas de Operaciones Especiales aéreas estadounidenses.

Tras completarlo positivamente tienen que realizar un Curso de Selección y Evaluación de Guerra Especial (SWASC, Special Warfare Assessment and Selection Course) que dura cuatro semanas y sirve para validar si ellos podrán progresar para llegar a ser PJ’s o deberán optar por una carrera militar distinta a la pretendida. Esa fase y la siguiente, que comprende cuatro semanas del Curso Prebuceo de Guerra Especial (SWPC, Special Warfare Pre-Dive Course)  en el que se insiste en su progresión física y en que tomen al medio acuático como un aliado para lo que se les demandará, se desarrollan también en el entorno de la Lackland AFB.

También realizan cometidos que les llevan a puntos, como las zonas árticas, donde la meteorología extrema hace más complejo el que lleven a cabo las misiones que les caracterizan. (USAF)

Desde esta última se trasladarán hasta Panama City en Florida para su especialización en buceo tras superar las cinco semanas del Curso de Buceo de Combate de Guerra Especial (SWCDC, Special Warfare Combat Dive Course) que les provee de las enseñanzas técnicas para bucear y poder llevar a cabo su aportación médica donde sea y cuando sea.

Para poder ser especialmente hábiles en temas relacionados con el medio acuático se les provee de variados dispositivos y equipo propios de las operaciones en el agua. (Octavio Díez Cámara)

Poco a poco, porque se trata de capacitaciones que sirven de filtro para que sólo aquellos que muestren la mayor predeterminación y tengan la mejor capacitación para afrontar las fases de preparación posteriores, van cayendo algunos de los candidatos y el grupo de los aspirantes se va haciendo cada vez más reducido.

Sólo unos pocos pasarán por la Escuela Aerotransportada (AS, Airborne School) que es una capacitación que se desarrolla en las instalaciones que el United States Army tiene en Fort Benning (Georgia) y que consiste en aprender todo lo necesario para transformarse en paracaidistas capaces de realizar saltos en la modalidad automática desde aviones de transporte. Lo siguiente, es que conozcan las técnicas, metodologías y procedimientos para el salto paracaidista en la modalidad manual que será determinante en sus capacidades militares y que requiere de cuatro intensas semanas en el Curso Manual Militar (MFFC, Military Free-Fall Course) que les lleva tanto a Yuma en Arizona como a Jamul en California.

Los PJ’s estadounidenses, como corresponde a tropas de Operaciones Especiales del más alto nivel, son expertos conocedores de la técnica de salto paracaidista manual. (Sgt.Lock, USAF)

 

Suelen estar desplegados en escuadrones junto a unidades de helicópteros y aviones que servirán para insertarlos y extraerlos a puntos de cualquier lugar del planeta. (Octavio Díez Cámara)

Capacitación técnica

Convertidos en personal especializado en saltos paracaidistas y en buceo, y con la necesaria fortaleza psicológica y física como para poder actuar en situaciones que en muchos casos serán extremas y en lugares que seguramente serán inhóspitos, se les lleva a la Fairchild AFB (Washington) para que sepan sobrevivir en entornos hostiles sin comida, con poco agua o con temperaturas extremas. Allí se desarrolla, durante tres semanas que son especialmente demandantes desde el punto de vista físico y psíquico, la Capacitación SERE (Survival, Evasion, Resistance and Escape) que está focalizada para militares de guerra especial aérea con aprendizajes tan distintos como aprovechar el entorno para sobrevivir hasta que puedan ser rescatados, resistir a interrogatorios, evadirse de adversarios que les buscan y hostigan, y hasta escapar de aquellos que los hayan capturado en el desarrollo de una de sus misiones.

Para sus saltos a alta cota del tipo HALO/HAHO emplearán cascos similares a los de los pilotos y máscaras para respirar oxígeno tanto antes del lanzamiento como durante la caída. (Octavio Díez Cámara)

Se intensifica a partir de entonces su formación. Llega el Programa Modernizado Proveedor de Pararescatadores (MP3) en el que los alumnos aspirantes se concentran de nuevo en unas instalaciones que conocen bien, las de la Lackland AFB. Durante treinta y nueve semanas se les da una capacitación de alto nivel para que se conviertan en sanitarios capaces de proporcionar ayuda médica eficiente a personal aislado, una formación que les equipara con los Técnicos de Emergencias Médicas (EMT, Emergency Medical Technicians) oficialmente acreditados en Estados Unidos; la preparación se focaliza también en temas propios relacionados con las acciones de combate y en que sean capaces de interoperar con otros colectivos de tropas de Operaciones Especiales, todo ello con fases que se concentran en cometidos aeromédicos y de buceo, en la evacuación de bajas, en la especialización táctica TCCC-CP (Tactical Combat Casualty Care-Combat Paramedic), en operaciones con equipos caninos K9 y hasta en como actuar en situaciones donde se enfrenten a agresivos NRBQ (Nucleares, Radiológicos, Biológicos o Químicos).

Evitarán, en general, el contacto pero llevan armas con visores de punto rojo Aimpoint para ser especialmente diligentes y certeros con ellas. (SOFREP)

Si lo anterior es intenso, lo siguiente no lo es menos. Llega el Curso de Especialización de Pararescatador (PAC, Pararescue Apprentice Course) que tiene lugar en la Kirtland AFB de Nuevo Méjico durante veintidós semanas adicionales y se focaliza en que puedan aplicar los conocimientos médicos que ya tienen en acciones de combate y en entornos donde se desarrollan etas últimas, incidiendo en este periodo en todo lo que son capacitaciones para superar enfrentamientos, poder realizar estratégicas que les permitan cumplir su misión y manejar una amplia gama de sistemas de armas con los que contrarrestar a potenciales enemigos, aunque lo más usual de sus cometidos es que intenten llegar de forma discreta a un lugar y realizar sin ser detectados su actividad para salir sin ser detectados de ese entorno.

Compañeros suyos les proveerán, usando armamento como las ametralladoras multitubo Minigun, de cobertura desde el aire. (Octavio Díez Cámara)

Todo ese largo y exigente proceso hace que los PJ’s de la USAF, a los que se identifica por su boina granate oscura con el emblema propio que podéis observar en una de las fotos de este reportaje, sean especialistas muy bien capacitados para operaciones de recuperación, temas de comunicaciones, auxilio médico y otros aspectos físicos y técnicos que hacen de ellos un personal crítico para aquellas acciones de combate más complejas y demandantes.

En su preparación se hace especial énfasis en todo lo relacionado con el uso de sofisticados equipos de comunicaciones, en especial de los de largo alcance. (R.Shan, USAF)

 

Su boina granate y el emblema que les identifica son propios de los PJ’s estadounidenses y los diferencian de otros núcleos de Operaciones Especiales de la USAF. (Octavio Díez Cámara)

Suelen realizar sus misiones con mochilas específicamente concebidas en las que llevan todo aquel material sanitario con el que desempeñar su actividad de cura, estabilización de bajas o evacuación; a su disposición tienen avanzados equipos de comunicaciones tierra-tierra y tierra-aire con los que se ayudan a establecer contactos con los que buscan o con aquellas aeronaves que los insertan o extraen de un determinado entorno; se les provee de sistemas de paracaídas de apertura manual con los que alcanzar, incluso realizando saltos de alta cota con botellas de oxígeno del tipo HALO/HAHO (High Altitude Low Opering/High Altitude High Opening), localizaciones especialmente remotas -uno de cada doce de ellos está cualificado para lanzamientos tipo tándem en los que llevar con ellos a otra persona-; tienen a mano vestimenta y equipos de respiración para moverse con soltura en temas acuáticos o bucear de forma discreta sin emitir burbujas que delaten su presencia.

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Disponen de equipos sofisticados como el BATDOK (Battlefield Assisted Trauma Distributed Observation Kit) con el que monitorizar las constantes vitales de varios pacientes de forma simultánea y así tomar las mejores decisiones médicas en situaciones de emergencia; saben patronear pequeñas embarcaciones para trasladarse por el agua de un punto a otro con precisión; se mueven con protección limitada a chalecos con placas en su torso y cascos antibala compactos; trabajan con sofisticados equipos de visión nocturna basados en gafas de tipo binocular que les dan una mejor percepción en profundidad para determinados trabajos, …, y con ellos llevan tanto un arma de asalto tipo M4 del 5,56x45mm equipada con visores como los de punto rojo Aimpoint y una pistola del 9x19mm.

Los PJ’s forman parte de la comunidad de Operaciones Especiales del AFSOC de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. (Octavio Díez Cámara)

La USAF dispone de personal -solamente hombres, pues la especialización no está abierta a mujeres- con la especialización de PJ’s en sus unidades de la estructura activa y en otras de la Guardia Nacional Aérea o de la Reserva, especialistas que según cifras oficiales serían algo más de medio millar de militares asignados a escuadrones como los STS (Special Tactics Squadrons) o los “Guardian Angel” de rescate.

Este personal opera con gafas de visión nocturna de tipo binocular con las que obtiene mejor percepción en profundidad de lo que manipulan. (Octavio Díez Cámara)

Entre otros emplazamientos donde despliegan, para cometidos que son especialmente variados e incluyen también los de contrainsurgencia, contraterrorismo, guerra no convencional o evacuación de no combatientes, se encuentran unidades del Mando Aéreo de Combate, del AFSOC -en su seno hay 7 alas de Operaciones Especiales (SOW, Special Operations Wing)- o de las fuerzas de la USAF en Europa y en el Pacífico. Son estructuras como el 21 Escuadrón de Tácticas Especiales (STS) de la AFB de Pope en Fayetteville (Carolina del Norte) que se ha decidido reubicar a la Davis-Monthan AFB de Arizona, el 22nd STS de Lewis-McChord en Tacoma (Washington) y el 23rd STS de Hurlburt Field en Florida que también pasarán a las instalaciones de Davis-Monthan, el 26th STS de la Cannon AFB de Nuevo Méjico, el 320th STS de Okinawa en Japón, el 321st STS de Mildenhall en Gran Bretaña y el 724th STS de Fayetteville.

Para incidir en su transporte al lugar donde sean necesarios disponen de helicópteros tipo Black Hawk provistos con percha de reabastecimiento en vuelo y capacidad de largo radio de acción. (Octavio Díez Cámara)

También encontramos PJ’s en los Escuadrones de Rescate (RS, Rescue Squadron) números 31 de Okinawa, 48 de Davis-Monthan en Arizona, 57 de Aviano en Italia, 58 de la Nellis AFB en la ciudad de Las Vegas (Nevada) y en el 38 de la Moody AFB en Valdosta (Georgia), un emplazamiento este último que visite hace unos años y del que en estas páginas se incluyen algunas imágenes que tome durante mi recorrido por sus instalaciones para conocer mejor lo que hacían y les caracteriza. A esas unidades activas de la USAF se le añaden los STS 123 y 125, y los RS 103, 131 y 212, de la Guardia Nacional Aérea, y tres RS de la Reserva que, con los números 304, 306 y 308, están en Portland y en las AFB de Davis-Monthan y Patrick.

Todo lo relacionado con el paracaidismo y el medio acuático es básico durante la capacitación que les permite llegar a ser PJ’s capaces y eficaces. (Sgt.W.Coleman, USAF)
08 PJS.-Para sus saltos a alta cota

Para acabar esta presentación sobre los PJ’s de las Operaciones Especiales estadounidenses, os daré algunos pocos apuntes de una actividad histórica intensa que ha llevado a algunos de ellos a recibir las más altas distinciones militares en Estados Unidos. Surgieron en agosto de 1943 para participar en el rescate de un avión que había caído en la jungla cerca de la frontera con China, se especializaron en acciones asociadas a las acciones aéreas en la Guerra de Corea y sobre todo en la Guerra de Vietnam, cooperaron con la NASA (National Aeronautical Space Administration) para el rescate de los astronautas de las misiones Apolo a su regreso a la tierra, han estado especialmente involucrados en conflictos como el de Afganistán e Iraq, y son ahora un recurso muy eficiente dentro de las Operaciones Especiales de la USAF de forma que se les despliega junto con los contingentes de esas tropas para que puedan estar en la mejor predisposición para si se les necesita actuar con la máxima diligencia.

Texto: Octavio Díez Cámara©   Fotos:Octavio Díez Cámara© y según indicadas en cada foto.

Editor: Andreu Soler