Texto: Octavio Díez Cámara® Fotos: Pima County

Por el título de este reportaje, ya habrán podido entrever que les vamos a hablar de un colectivo policial nada convencional. Frente a lo que, en primera instancia podía parecer, no está, para nada, relacionado con el aspecto táctico del asalto policial y a ellos, que son muy populares en el Departamento para el que trabajan, les corresponden cometidos habituales en beneficio de la actuación general que vela por la seguridad en el Condado de Pima (Arizona).

Una de las actividades que les caracteriza se centra en vigilar el consumo de bebidas alcohólicas, sobre todo los viernes y sábados por la noche, por parte de colectivos de jóvenes. Suelen reunirse en locales para bailar, reír, beber, interactuar,…, y tras una noche divertida regresan en sus vehículos a sus domicilios, tránsito que suelen realizar a más velocidad de la que sería habitual. Por ese motivo, y porque su tasa de alcohol en sangre suele estar por encima de los niveles permitidos a aquellos que conducen, el Departamento del Sheriff del Condado de Pima (PCSD, Pima County Sheriff Department) suele establecer controles para vigilar que se cumpla la legalidad. Lo hacen de forma especialmente visible, con varios vehículos de tamaño medio organizados de forma que quienes llegan hasta donde se encuentran tengan claro el objetivo de los agentes. Señalizan y balizan, con luces destellantes, el punto y realizan un control visual de los que van pasando por su filtro.

Cada cierto tiempo, y en función de la experiencia de los oficiales y de las reacciones de los conductores, se decide realizar una verificación con un test de drogas y de alcohol en sangre -allí lo llaman BAC (Blood Alcohol Concentration)-. Si se detecta la presencia de alguna sustancia o la tasa del segundo supera el 0,15% se les detiene. Los engrilletan, leen sus derechos y en un vehículo logotipado policial pasa a las dependencias judiciales para, a primera hora de la mañana del día siguiente tener un careo con el juez. En función de su historial -tres incidentes similares en siete años se consideran falta gravísima- y de otros parámetros, se dictará una u otra sentencia. La primera vez será de un mínimo de diez días en prisión, a lo que hay que añadir una multa de 1.250 dólares, la superación de un curso de reeducación, la obligatoriedad de llevar un sistema que inhibe del arranque de un vehículo si se supera una determinada tasa de alcohol y el prestar una serie servicios en beneficio a la comunidad para resarcirla del peligro que ha podido representar su actitud.

El castigo, es diferente del que se aplica aquí y es más incisivo, porque conducir ebrio o habiendo consumido sustancias narcóticas pone en peligro la vida de los demás, y eso es una conducta que hay que atajar y evitar.

En estas páginas van a conocer algo más de la llamada Sección de Operaciones Especiales (SOS, Special Operations Section), un conglomerado de pequeñas unidades organizadas en el seno del PCSD que se ocupa de la labor policial asignada en un área de unos veinticuatro mil kilómetros cuadrados próximo a Tucson en una zona centro-sur del estado de Arizona.

Trabajo poco convencional

La SOS es uno de los recursos que dispone el Sheriff del Condado de Pima -en enero de 2017 se escogió por la ciudadanía para este cargo a Mark Napier-  para poder llevar a cabo las funciones propias de una agencia policial en un área donde vive un millón de personas. La estructura del PCSD incluye distintos departamentos que cubren los distritos de  Ajo, Foothill, Green Valley, Rincon, San Xavier y Tucson Mountain-. Uno de sus elementos más importantes, porque asume cometidos distintos a los clásicos de patrulla, es la División de Respuesta Especializada (SRD, Specialized Response Division) en la que, con un capitán como Mando, se cuenta con la Sección de Respuesta Táctica (TRS, Tactical Response Section) con personal especializado en cometidos de detención de terroristas o peligrosos delincuentes, la Sección de Comunicaciones que asume desde las labores de recolección de llamadas y avisos hasta temas relacionados con el adiestramiento, y la SOS que nos ocupa en este reportaje.

Esta última, que poco tiene que ver a primera vista con lo que su nombre parece indicar, tiene asignados unos cometidos que son variopintos e incluyen uno que ya les hemos explicado al inicio de estas páginas.

El máximo responsable de la SOS es un teniente. Ejerce el Mando sobre cinco núcleos de trabajo que tienen cada uno a un sargento actuando como Team Leader y suman cerca de cien efectivos en total. Su especialización les lleva sobre todo a realizar cometidos de apoyo aquellos que patrullan por los diferentes distritos reforzándolos o brindándoles soporte laboral más especializado, tarea que requiere que en determinados casos vistan una uniformidad más confortable de la firma 5.11 Tactical.

Uno es la Unidad de Tráfico. La que ellos conocen como Traffic Unit, núcleo especializado en observar, vigilar y conocer detalles de cómo fluye el tránsito por las principales vías. Ese conocimiento, les permite intervenir en el caso de que se produzcan atascos u otro tipo de incidentes o accidentes. Sus policías llevan turismos logotipados que se benefician del despliegue de dispositivos radar, como el “Golden Eagle” II o el “Talon” II en un número cercano a los veinte, con los que controlar áreas o determinadas vías. Los complementan con sistemas “Lidar” -en su caso diez de los “Pro Laser” 4- que se apuntan hacia un determinado objetivo para conocer cuál es la velocidad, con una precisión de +/- 2 kilómetros/hora, a la que se desplazan, pudiendo identificar a algún conductor que se mueva con su vehículo entre otros y saber si está o no dentro de los límites establecidos en un punto concreto.

Otro núcleo que, como hemos ya apuntado, da carácter a la SOS es el llamado Unidad DUI (Driving Under the Influence) es la responsable de dos actividades muy concretas. Una se refiere al establecimiento, sobre todo preventivo pero en ocasiones reactivo, de controles que, convenientemente localizados en áreas problemáticas o en días y franjas horarias determinadas -los viernes y sábados por la noche sobre todo, para lo cual se dispone de recursos económicos que permiten pagar horas extras, lo que allí se conoce como overtime-, buscarán tanto localizar a quienes no actúan diligentemente como generar una labor disuasoria ante las penas y multas a las que se enfrentarán quienes no conduzcan dentro de los límites legalmente establecidos. Complementariamente, casi todos los patrulleros del PCSD llevan en sus vehículos un dispositivo PBT (Preliminary Breath Test device) tipo CMI “Intoxilyzer” 300 con el que tomar datos iniciales que permitan identificar a personas bebidas o drogadas.

La otra actividad que desempeñan, que es una labor más a futuro pero también relevante por lo que supone de concienciación de los más jóvenes, es la que lleva a algunos de sus componentes a dar charlas preventivas sobre la problemática de conducir con niveles de alcohol en sangre que superen la legalidad o después de haber consumido sustancias narcóticas o distintos medicamentos, lo que les hace visitar tanto a centros escolares como a distintas asociaciones establecidas a lo largo del condado de Pima.

El grupo DUI dispone de furgones y remolques logotipados para que sea visible su ubicación en un determinado entorno en los que transportan todo aquello necesario para identificar su posición o para tomar muestras a aquellos sujetos que sean objeto de su interés. En ese sentido, comentar que mantienen un importante esfuerzo de colaboración con la Oficina de Seguridad en Vías Rápidas del Gobernador del Estado (GOHS, Arizona Governor’s Office of Highway Safety). Si atendemos a las estadísticas publicadas en los últimos años en su área de responsabilidad se producen cada año entre mil doscientos y mil quinientos arrestos por temas relacionados con DUI, cifra a la que hay que añadir un número superior a los cien menores que son localizados cada año con síntomas de haber consumido alcohol o drogas.

Otras capacidades

Un tercer grupo es la Unidad de Motos o Motor Unit. Engloba a un colectivo de siete agentes y al sargento que los coordina. Están especializados en desplazamientos en los que lo que les caracteriza es que se mueven con potentes motocicletas, pudiendo tanto atender a una llamada de forma especialmente veloz como moverse por puntos de tráfico denso con mayor soltura, lo que les hace más diligentes en sus actuaciones. Sus motos son del modelo Honda ST 1300P que es muy estable y cómoda, estando equipadas, favoreciendo la labor policial, con un ordenador que permite acceder a distintas bases de datos gracias a un enlace wireless, un dispositivo “Lidar” que para ellos les es especialmente útil y hasta un soporte específico en el que llevan consigo, y especialmente a mano, un fusil de asalto AR-15 del calibre 5,56x45mm que es capaz de realizar acciones de fuego semiautomáticas pero especialmente contundente. Esta arma larga, en la que suelen llevar situado un visor de punto rojo tipo Aimpoint, fue adquirida no hace mucho por el PCSD para distribuirla a la mayoría de sus uniformados y que la tengan a mano para cualquier acción que pueda surgir en el devenir de aquellos operativos y dispositivos policiales en los que participan.

Un cuarto grupo es la Unidad de Recursos Escolares (SRU, School Resource Unit) que comprende una quincena de personas habilitadas para realizar charlas, vigilancias y controles en medio centenar de colegios y escuelas de su área de responsabilidad. De ella surgen los agentes que suelen estar en permanencia en los diecinueve emplazamientos donde se cursan estudios de grado medio y superior, pues allí se pueden concretar desde cometidos de apoyo a los órganos de dirección hasta la realización de determinadas investigaciones policiales. Les caracteriza una relación reiterativa y regular con distintas personas que se hayan identificado como potencialmente problemáticas o que sean objeto de un seguimiento concreto para evitar actitudes potencialmente peligrosas para sus compañeros, incidiendo así, y de forma proactiva, en que sea más difícil que cometan algún delito.

Por último, su más reciente recurso es la Unidad Canina. La K9, o Canine Unit,  es el grupo donde se dispone de oficiales guías que trabajan siempre con perros especialmente adiestrados. Su cometido principal es dar apoyo con canes a las distintas operaciones policiales de su Departamento. Lo hacen en áreas como la prevención y la detención de actividad criminal, la localización y detención de determinados sujetos tanto en áreas abiertas como en zonas edificadas, la protección a sus compañeros policías o a los ciudadanos, el proporcionar capacidad de búsqueda y rescate para localizar a personas perdidas, la localización de sustancias ilegales peligrosas e intervenir en los procesos de búsqueda de narcóticos y explosivos, o el colaborar, prestando asistencia táctica, a unidades como el SWAT (Special Weapons And Tactics) o al Departamento de Prisiones que se encarga de la seguridad y vigilancia de diferentes centros donde se concentra a la población reclusa que ha quedado bajo la dependencia del PCSD.

La realización de esas variadas y complejas labores que les hemos apuntado exige de una preparación específica de aquellos que son los guías y de un proceso laborioso de selección y adiestramiento de los perros -dentro del mismo aprenden a trabajar llevando un chaleco canino de protección antibala-,   encargándose los agentes de todo el cuidado de los canes. De esta manera, se incide en una mejor interacción entre los dos elementos que conforman el binomio que intervendrá ante distintos tipos de alertas. En la actualidad se dispone de doce perros especializados tanto en la localización de sustancias narcóticas como en la labor propia de la patrulla policial por zonas rurales y urbanas. De los mismos, se encargan otros tantos oficiales que viajan en furgonetas de mayor tamaño que incluyen en su interior una zona habilitada como canil, un aire acondicionado más potente y elementos como un avisador que emite una alarma si en el interior del vehículo se supera una determinada temperatura, posibilitando incluso la apertura de la puerta a distancia gracias a un mando que lleva el guía.

Como ha podido ver el lector la SOS es un elemento policial con carácter y contundente, correspondiéndoles a aquellos que forman parte de su estructura una serie de misiones y cometidos que son de lo más variado.

Texto: Octavio Díaz Cámara® Fotos: Pima County

Este artículo fue publicado en el número de la Revista Táctical Online Septiembre 2019.

Tactical Online Septiembre 2019