“Son las seis de la tarde. Un grupo de cuatro legionarios se afana en situar en sus mochilas todo lo que han previsto llevar consigo para materializar la misión que les han encomendado. A comida y agua para dos jornadas añaden baterías de los equipos de transmisiones PR4G V3, sistemas de observación térmica, medios ópticos de largo alcance y hasta unas cajas de munición que no se corresponden con la estándar del 5,56x45mm.
Llenan con 120 cartuchos los cuatro cargadores de sus fusiles de asalto del tipo HK G36E que sitúan en sus chalecos, proceso que completan con el repaso general a otras armas largas de alta precisión que conforman la dotación de equipo y material que les caracteriza. Poco después de reunirse y repasar aspectos como zona de despliegue, frecuencias de transmisiones, meteorología, …, se acercan a un par de vehículos VAMTAC ST5 que les llevarán, en una ruta de inserción nocturna y acompañados por una Sección de Protección del Grupo Táctico para su misión, hacia un punto preestablecido de antemano.
Desde allí, moviéndose a pie y aprovechando que la luna llena brilla con fuerza y hay pocas nubes, inician una infiltración en la que requieren de casi tres horas para desplazarse poco más de dos kilómetros. Su movimiento es lento y pausado, vigilando cualquier incidencia y haciendo el mínimo ruido para que su presencia no sea detectada. Al llegar, se dislocan en dos grupos. Un binomio ocupa una posición semienterrada desde la que están en disposición de observar el objetivo e incluso, al estar este a poco más de medio kilómetro, de abrir fuego certero si ello es necesario; el segundo binomio, retrasado unos pocos metros, también se oculta y prepara los equipos radio por si es necesaria cualquier comunicación con el Mando.
Pasan las horas alternando la vigilancia con la toma de datos de los movimientos captados, con la observación de entradas y salidas de vehículos, y con otras actividades propias de su especialización legionaria. Tras permanecer veinticuatro horas allí, no se ha materializado el avance de otras unidades propias a las que buscaban apoyar y se marchan de forma tan sigilosa como llegaron. Primero exfiltración a pie hasta un punto donde les recoge un vehículo blindado 4×4 Iveco LMV que, acompañado con la Sección de Protección que les había estado esperando allí, les extraerá del lugar, hasta las líneas propias.”
Este texto refleja uno de los adiestramientos regulares que caracterizan a los militares que os vamos a presentar en este reportaje. Son militares, son legionarios y también son tiradores de precisión. Esta última especialización define su carácter y cometidos, siendo normal que, como se describe en las líneas precedentes se les despliegue en apoyo de otras unidades de la Brigada “Rey Alfonso XIII” de La Legión (BRILEG) y que realicen sus cometidos sin tener que abrir fuego contra blancos personales o materiales de alto valor con los distintos tipos de rifles que tienen a su disposición.
Grupo cohesionado
Para conocer lo que les caracteriza y define, Tactical Online ha estado unos días en el Centro Nacional de Adiestramiento (CENAD) de Chinchilla en Albacete donde la VIII Bandera “Colón” del Tercio “Don Juan de Austria” 3º de La Legión realizaba un grupo de alfas, adiestramiento en el que se empeñan al completo sus recursos y se reciben aportaciones de otros elementos que forman parte de la actual estructura de la BRILEG.
Nos hemos interesado, para podéroslo explicar con los máximos detalles posibles y sin entrar en discreciones propias de su labor callada y exigente, por lo que son y les define. Dentro de la “Colón” se dispone de una estructura basada en cinco compañías que totalizan cerca de seiscientos efectivos, núcleos en el que hay una treintena de legionarios especializados en los equipos de tiradores de precisión, grupo con el que personalmente ya he compartido distintos ejercicios y adiestramientos en las dos últimas décadas.
La parte más relevante de los mismos se concentra en la 10ª Compañía de Mando y Apoyo en la que encontramos recursos tan importantes como las secciones de Reconocimiento (SERECO), de Morteros, de Defensa Contracarro y de Mando y Transmisiones. En esta última se encuadra el Pelotón de Tiradores que coordina un sargento e incluye varios equipos de tiradores o ETPs (Equipo de Tiradores de Precisión). Cada uno de ellos operará con unos u otros tipos de rifles de precisión en función del cometido encomendado o de la misión que tengan que llevar a cabo, aunque comparten una estructura modular de hasta cinco efectivos que se encargan del tiro, del manejo de equipos radio, de acciones de vigilancia, de manejar armas de apoyo colectivas o de…; su empeño general será en cometidos de apoyo a la “Colón” donde se les encuadra, aunque también podrán apoyar a otras estructuras de la BRILEG si así se designa desde el Mando.
Complementariamente, también encontramos a personal cualificado como tirador de precisión en la 6ª, 7ª y 8ª compañías de fusiles la VIII Bandera. Cada una de ellas dispone de varios equipos medios y pesados distribuidos tanto en la Plana como en las tres Secciones de Fusiles, legionarios que básicamente se encargarán con su capacidad de tiro más certero de apoyar las acciones de sus compañeros neutralizando objetivos claves: a operadores de sistemas de armas que dificulten su avance o disparando sobre determinados equipos que haya que destruir para evitar que el adversario se aproveche de sus capacidades. Cada compañía tiene a un responsable de tropa con años de experiencia que los coordina.
Todos ellos, sumando una treintena en la Bandera, entre observadores y tiradores, están cualificados en un proceso del que os vamos a dar algunos detalles. Señalaros, antes de avanzar, que se parte de militares que llevan ya varios años destinados en la BRILEG, una Brigada con un carácter especial en lo que a tradiciones, espíritu y adiestramiento se refiere. Esos soldados experimentados, y con distinta evolución en sus destinos, son el punto de partida de un proceso de selección que se realiza una vez al año y se sustenta en una serie de prerrequisitos: ser voluntarios para formarse en lo que define a esta especialidad, que les guste el tiro de precisión, gozar de unos niveles elevados de fortaleza física y mental, y que tengan un perfil específico en el que sobresalen aspectos como voluntad positiva para llevar a cabo la misión, aguante, resiliencia, voluntad, trabajo en equipo, esfuerzo sostenido y otros más.
Entre aquellos que se postulan como aspirantes se obtiene, por decisión consensuada de los que ya tienen la especialización, un grupo de entre doce y quince legionarios que realizan un exigente programa de instrucción que sólo acaba algo menos del 50% de los que lo inician. Lo primero que tienen que superar son las tres intensas semanas del Programa de Instrucción Básico de Tirador de Precisión que imparten sus propios compañeros basándose en una dilatada experiencia en el cometido que les caracteriza.
En el mismo hay dos semanas que concentran en temas como los fundamentos básicos de la puntería con armas largas, la realización de acechos e infiltraciones, aspectos tácticos de su labor, el conocimiento del material general o el tiro usando armas como los fusiles de asalto G36E que, al haber sido modificados con el kit de tirador selecto, les permiten fuegos certeros en modo semiautomático hasta distancias de unos 600 metros. Esa fase más teórica la complementan con otra semana más práctica en la que ya se empeñan en aspectos como el planeamiento de misión que es fundamental para su labor, los ejercicios más complejos de acecho e infiltración o el tiro con rifles de cerrojo Accuracy AW del calibre 7,62x51mm con los que deberán demostrar sus cualidades para alcanzar sus objetivos en un rango distante a 1.000 metros de su ubicación.
Preparación y equipamiento
La exigente capacitación del Programa de Instrucción Básico de Tirador de Precisión la realizan generalmente en distintos puntos de la Base “Álvarez de Sotomayor” en Viator (Almería), un lugar que tiene adyacente un Campo de Maniobras en el que se encuentra una instalación muy útil que comenzó a construirse en la primavera de 2013 y que ha ido evolucionando con distintas posiciones, asentamientos, elementos y espacios que facilitan, en su zonas de Yeseras o el Pajar, la realización de distintos tipos de ejercicios -incluso con ángulos de depresión y elevación, o contra objetivos en movimiento- a distancias máximas de unos dos kilómetros.
Para capacitarse en poderlo llevar a cabo a esa elevada distancia tienen que cualificarse en un segundo periodo. Se trata del Programa de Instrucción Avanzado de Tirador de Precisión del que suele realizarse una edición cada dos años y está más dirigido a personal que acabará en la 10ª Compañía. Son cuatro intensas semanas en las que se centran sobre todo en los aspectos inherentes al planeamiento de sus misiones y en el tiro a distancias máximas que suelen llegar a los 2 km, periodo exigente que superará alrededor del 75% de los que inician esta capacitación profesional; ya en sus destinos seguirán un Programa Mensual de adiestramiento que implica un día mínimo de tiro diurno o nocturno cada semana, el repaso de aspectos técnicos del material, las prácticas de acechos e infiltraciones y exfiltraciones, los temas de levantamiento de objetivos,…, formación en la que realizarán unos 500 disparos al año con sus rifles de precisión y otros 1000 adicionales con las armas secundarias.
Señalar que a los tiradores de precisión de la VIII Bandera “Colón”, como a otros legionarios de la BRILEG, les caracteriza que realizan sus movimientos de inserción y de extracción generalmente en vehículos o a pie.Pueden actuar en binomios, aunque lo más usual es que se trabaje en un mínimo de trinomio. Cuatro constituyen una escuadra o patrulla de tiradores y se podrá, si así se observa en el detallado proceso de planificación, incluir uno o dos militares más como apoyo y para transportar lo necesario para sus misiones.
Cuando operan tres, hay un binomio que actúa como tirador y observación, un rol en el que se alternan en función de la duración del despliegue u otras peculiaridades. Un tercer hombre sería el que se ocupa de las transmisiones y si es necesario llevarían un cuarto como elemento de seguridad que maneja la ametralladora ligera MG4 y aporta, al conocer todos los procedimientos, su capacidad para ejercer como tirador. En determinados casos habría un quinto legionario más que podría estar cualificado en la coordinación de fuegos y se aprovecharía del sistema Talos o podría llevar consigo otro rifle adicional al principal; tácticamente, todos ellos se suelen constituir en Patrulla de Reconocimiento Especial (PRE) y se reparten entre el Equipo de Tiradores y el Elemento de Transmisión y Seguridad.
Sobre su equipamiento, y dejando claro que también disponen del generalizado entre el resto de personal de la Bandera de La Legión en la que están encuadrados, señalaros que suelen disponer de trajes tipo ghillie suity de redes miméticas personales para ocultar sus movimientos o emplazamientos. Para materializar sus disparos, que tanto pueden ser para acabar con un determinado sujeto o para actuar contra objetivos “duros” -vehículos, estructuras y otros materiales-), tienen a su disposición cuatro tipos de rifles: fusil de asalto semiautomático HK G36E del 5,56x45mm modificado con el kit de tiradores de precisión que incluye guardamanos B&T, óptica compacta, carrillera, pistolete Magpul y bípode; rifle de precisión de cerrojo Accuracy AW/AWF –folding, culata plegable- del calibre 7,62x51mm en el que suelen situar visores de hasta 20 aumentos y que se pueden hacer más discretos usando supresores sónicos roscados en su boca de fuego; rifle de precisión de cerrojo Accuracy AXMC de tipo multicalibre que en su caso está recamarado para disparar el novedoso cartucho del .338 Lapua Magnum a distancias de kilómetro y medio aprovechando su visor Schmidt & Bender PMII 3-27x56mm, y los rifles de cerrojo antimaterial Barrett M95SP que son del tipo “bullpup” y emplean cartuchos del 12,70x99mm de los que caben 10 en sus cargadores metálicos.
Complementariamente, llevarán consigo alguna ametralladora ligera MG4 y algún lanzagranadas monotiro HK AG36 para disparar proyectiles de 40x53mm a distancias de unos 200 metros. Con ellos llevarán “material técnico” propio de su especialización como tiradores de precisión: supresores sónicos, equipos Kestrel 5700 para medir la intensidad del viento, ponchos térmicos con los que ocultar su ubicación, visores monoculares nocturnos tipo AN/PVS-14 para sus movimientos, captadores/intensificadores nocturnos AN/PVS-27 especialmente novedosos que sitúan frente a sus ópticas para observar o realizar sus disparos, radios walkie-talkie Elbit para comunicarse dentro del equipo, equipos de puntería térmica UTC 12, telémetros Vector 21 que incluyen precisos láser para mediciones de distancias, telescopios para observación diurna terrestre Leupold Mark 4 12-40x50mm, cámaras térmicas Elbit Coral o designadores láser en el espectro visible e infrarrojo como el AN/PEQ-2 o el TRIMZ.
Deciros que los ETPs suelen operar en dos modalidades distintas. La primera es formando parte de los Subgrupos Tácticos, aumentando sus posibilidades y potencia de combate. En la segunda, y cuando la situación táctica lo requiere, pueden constituirse en organizaciones operativas subordinadas directamente al Jefe del Grupo Táctico con capacidad de actuar y sostenerse aisladamente hasta 48h. Sus cometidos tácticos principales son la obtención y envío de información en tiempo real al escalón superior con ayuda de radios PR4G V3, el levantamiento de objetivos y la calificación de fuegos indirectos realizados por morteros o Artillería empleando el sistema de control de fuegos TALOS, la designación de objetivos empleando distintos iluminadores visibles o infrarrojos, su despliegue en cometidos como contra francotiradores o, incidiendo con alto impacto en la moral del enemigo, batir objetivos selectos a largas distancias; estos equipos deben actuar dentro de la burbuja de seguridad que las unidades del Grupo Táctico le proporcionan.
Para acabar, señalar que los militares que aquí os presentamos conjugan las características de cuatro términos: legionarios, discreción, tecnología y precisión. La suma de todas esas cualidades les da un valor significativo para acompañar a sus compañeros en la VIII Bandera “Colón”.
Texto: Octavio Díez Cámara© Fotos: Octavio Díez Cámara©