Las armas de fuego cortas han experimentado, a lo largo de los años, de una serie de mejoras sustanciales. Tanto tiradores deportivos como los profesionales militares y policías han experimentado con presiones del disparador, alivio o endurecimiento de muelles recuperadores, prolongación de las diferentes palancas del arma, etcétera; incluso los elementos de puntería también han sufrido diferentes cambios, siendo las miras de tritio lo, hasta hace un tiempo, más disruptivo.
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