Texto: Octavio Díez Cámara® Fotos: MDEF, Octavio Díez Cámara®
La capacitación y adiestramiento del personal de Operaciones Especiales (OEs) está regido por una metodología y temática bien distinta del de otras unidades militares de tipo convencional.
Dentro de cada uno de los dos Grupos de Operaciones Especiales (GOEs), el “Valencia” III y el “Tercio del Ampurdán” IV, y de la Bandera de OEs “Legionario Maderal Oleaga” XIX (BOEL) del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra (ET) español, que despliega en el Acuartelamiento Alférez Rojas Navarrete de Alicante, se incluyen una serie de núcleos con mandos y personal de tropa que han recibido una preparación inicial genérica en su especialidad que en el caso de los oficiales y suboficiales, y también en parte del periodo de la tropa, es responsabilidad de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca.
A ella, se suman otras capacitaciones, técnicas, formaciones,…, más específicas para facilitar que esos pequeños grupos de trabajo, los conocidos como Equipos Operativos (EOs), puedan llegar a sus objetivos con procedimientos de inserción/extracción distintos y tengan capacidad de operar en condiciones y escenarios bien dispares y concretos.
En estas páginas de TACTICAL Online vamos a ir publicando una serie de reportajes en los que les vamos a presentar, con el máximo detalle que nos permite la discreción operativa propia de las OEs, lo que caracteriza a cada uno de los cinco tipos de EOs que hoy se tienen organizados en el seno del MOE.
Escenario: la montaña
Antes de avanzar, apuntar que en la preparación del personal de OEs es importante la llamada Instrucción Complementaria y también aquella designada Instrucción de Aplicación. Esta última, es aquella que permitirá al combatiente adquirir capacidades que le sean favorables para desarrollar distintas actividades dentro de aquellas unidades operativas en las que se les integre a lo largo de su vida profesional, formando parte de ella tanto la cualificación personal para ocupar un determinado puesto táctico como aquella que les capacita para desplazarse desde la Base Operativa Avanzada (FOB, Forward Operating Base) hasta el área donde tengan que trabajar para desempeñar un determinado objetivo y regresar, con las máximas garantías de seguridad, hasta el punto de partida.
En estas páginas vamos a incidir en aquello que es propio del EO de Montaña, un tipo de núcleos que están hoy activos en cada uno de los GOEs, destacando que tanto estos últimos como la BOEL son responsables de liderar unas u otras especialidades -agua, movilidad, paracaidismo manual,…- que definen a cada tipo de EO.
Integrarse en el Equipo que nos ocupa en estas páginas implica conocer una serie de técnicas avanzadas que les capaciten para desplazarse por zonas montañosas y hacerlo en condiciones de climatológicas especialmente frías -incluso de frío extremo- o por áreas con terreno quebrado. Lo que se pretende con esa especialización es que puedan llevar a cabo cualquiera de las tres misiones genéricas de las OEs -reconocimiento y vigilancia especial, asistencia militar o acciones directas- en un entorno exigente en cuanto a la metodología empleada para garantizar su infiltración y exfiltración de forma precisa, segura y lo más eficiente posible en relación con el cometido que, previamente, se les pueda haber asignado.
Este tipo de Equipo, que puede tener una entidad de entre quince y veinte efectivos, está liderado por un capitán e incluye una serie de Equipos Básicos en los que se distribuye personal caracterizado por el conocimiento específico de técnicas como las propias de los enlaces radio o aquellas necesarias para prestar la asistencia sanitaria inicial a sus compañeros en caso de accidentes o de resultar heridos en combate. Decir que la especificidad de la montaña es un punto de referencia de las OEs del ET frente a las unidades de la Armada o del Ejército del Aire. El espíritu y la instrucción del “guerrillero” ha estado, en su evolución técnico-profesional acontecida en medio siglo de histórica, íntimamente ligada al entorno montañoso que caracteriza por exigir de los que en él operan unos niveles de dureza y sacrificio elevados.
Todos aquellos que pasan a formar parte del EO de Montaña ya tienen una serie de conocimientos elementales en ese ambiente, tanto en su versión estival como en la invernal. Incluso, algunos de los seleccionados para ser parte de sus plantillas tienen experiencia militar previa por haber prestado servicio en alguno de los batallones de montaña del ET o incluso en la Compañía de Esquiadores Escaladores (CEE).
Se busca que esos núcleos sean una aportación singular del MOE a las OEs y por ello quienes son su personal tienen que focalizar su instrucción y adiestramiento tanto en la montaña estival como en la invernal, para así incidir en que conozcan mejor las peculiaridades de las tácticas, técnicas y procedimientos específicos que se sumen a los elementales que ya conocían.
Se busca que esos núcleos sean una aportación singular del MOE a las OEs y por ello quienes son su personal tienen que focalizar su instrucción y adiestramiento tanto en la montaña estival como en la invernal, para así incidir en que conozcan mejor las peculiaridades de las tácticas, técnicas y procedimientos específicos que se sumen a los elementales que ya conocían.
Capacitación intensa
Liderados por cuadros de Mando que habrían superado la cualificación superior de los Cursos de Montaña de la EMMOE, un perfeccionamiento de capacidades personales que se alcanza tras un intenso año lectivo en Jaca y en distintos lugares para la realización de todo tipo de clases prácticas de formación del más alto nivel y con la más elevada exigencia, en estos equipos se trabaja sobre la base de su personal, del empleo de unos medios específicos y de la realización de unos planes de instrucción y adiestramiento propios.
Sobre el primer aspecto apuntar que se requiere que sus componentes, que son seleccionados para este tipo de EOs en base a unas capacitaciones previas o a que demuestren una voluntad o actitud que los haga idóneos para el desempeño de su cometido laboral en esta especialidad, tengan una serie de habilidades previas y que sus condiciones físicas y psicológicas los sitúen dentro del perfil profesional que se busca. Todo el personal sigue un intenso y exigente Plan de Instrucción y Adiestramiento (PIA) que toma algunos conceptos y los niveles de progresión del que se sigue en las unidades de montaña del ET -niveles de montaña: elemental, básico y avanzado que suman más de mil cien horas lectivas de clases teóricas y prácticas-, para avanzar a que todos alcancen, al superar fases evolutivas en ambiente estival e invernal, el nivel de capacitación individual más alto que hasta hace unos pocos años era el de guía; se insiste tanto en aspectos relacionados como la memoria muscular y en reforzar la capacidad de sus mentes para enfrentarse a situaciones o retos de lo más particular.
Sobre el primer aspecto apuntar que se requiere que sus componentes, que son seleccionados para este tipo de EOs en base a unas capacitaciones previas o a que demuestren una voluntad o actitud que los haga idóneos para el desempeño de su cometido laboral en esta especialidad, tengan una serie de habilidades previas y que sus condiciones físicas y psicológicas los sitúen dentro del perfil profesional que se busca. Todo el personal sigue un intenso y exigente Plan de Instrucción y Adiestramiento (PIA) que toma algunos conceptos y los niveles de progresión del que se sigue en las unidades de montaña del ET -niveles de montaña: elemental, básico y avanzado que suman más de mil cien horas lectivas de clases teóricas y prácticas-, para avanzar a que todos alcancen, al superar fases evolutivas en ambiente estival e invernal, el nivel de capacitación individual más alto que hasta hace unos pocos años era el de guía; se insiste tanto en aspectos relacionados como la memoria muscular y en reforzar la capacidad de sus mentes para enfrentarse a situaciones o retos de lo más particular.
Para conseguirlo lo que plantean es la realización de lo que son las prácticas de tipo genérico de las OEs -tiro, combate urbano,…- con otras más específicas que implican salidas de dos o tres semanas a entornos como Jaca, Benasque, Candanchú o Sierra Nevada donde hay acuartelamientos o refugios desde los que operar con un mayor nivel de comodidad y eficacia. Realizan prácticas de travesía en nieve, de preparación de pasos de circunstancias, de escalada en pared, de materialización de refugios de circunstancias, de movimientos con esquís y raquetas,… y ejercicios con diferentes tipos de helicópteros de transporte del ET, como las de inserción y extracción que realizaron durante el reciente ejercicio “Infierno Blanco” que se desarrolló este invierno en la zona pirenaica y del que les informamos en nuestro número de mayo de 2021.
También, trabajan en aspectos que les lleven a cumplir sus misiones en entornos muy aislados, y usualmente en territorio hostil, en los que será fácil que no tengan apoyos. Sus técnicas, tácticas y procedimientos los están evolucionando para que los puedan aplicar en entornos de frío extremo, lo que es la intervención y movimientos verticales propios de las intervenciones en zonas confinadas o urbanizadas o en el franqueamiento de obstáculos verticales en lo que son las transiciones de infiltración y exfiltración en entornos con costas especialmente agrestes.
En relación con el equipamiento propio para llevar a cabo sus misiones estivales e invernales en montaña, decirles que es amplio. Entre otros elementos de vestuario y equipo apropiados para operar en entorno montañoso con totales garantías de éxito tienen a su disposición, complementando a elementos como las mochilas propias de los sanitarios de patrulla -vendajes hemostáticos, parches torácicos, torniquetes,…- o el armamento de tipo individual o colectivo en el que algunos llevan visores de punto rojo Aimpoint CompM4 asociados en muchos casos a ópticas 3x y muchos guardamanos de B&T para fijar distintos complementos y accesorios, mochilas de montaña con funda de tono blanco, trajes de frío con esquema mimético que facilita la ocultación personal en zonas con nieve o hielo, puños y cintas exprés, planchetas, esquís y botas de travesía, sondas, crampones, levas para localizar a posibles víctimas tras haber acontecido un alud, fisureros, piolets técnicos y de travesía, termos para bebida caliente o raquetas de nieve.
Más específicos, por su utilización más ocasional, son elementos como los serruchos que emplearían para cortar el hielo y fabricar iglús en los que guarecerse, anclas de nieve con las que establecer puntos de reunión, trajes de frío extremo con los que operar en zonas donde se puedan alcanzar los quince grados bajo cero, arneses específicos para sus progresiones por paredes de gran nivel de exigencia en las que también usarán cuerdas dinámicas de escalada de distintos colores, bastones telescópicos que pueden plegar para que no ocupen tanto volumen cuando no requieren de su utilización, guantes de distintas configuraciones y niveles de resistencia a temperaturas, puestos de observación personales herméticos que gracias a estar fabricados en Goretex -esta fibra evita el agua y el viento y reduce la sensación térmica- les permiten realizar sus cometidos en entornos de hasta veinticinco grados bajo cero con un nivel de confort bastante bueno, camillas de evacuación que se transportan en unas mochilas específicas y se montan en caso de que sea necesario transportar a alguien en ellas y que el tránsito se haga con el mejor grado de inmovilización del herido, prendas de plumón natural para condiciones de frío seco y prendas de pluma sintética/fibra para situaciones de frío húmedo, y hasta equipos de aperturas, como arietes compactos, cizallas y demás, de la empresa 5.11 Tactical Series.
Para acabar, sobre los planes de instrucción y adiestramiento específicos que definen a su especialización concretar que están dirigidos al conocimiento de una serie de técnicas que incidan en que los individuos tengan unas capacidades que, de forma colectiva, les permitan enfrentarse a una serie de niveles de exigencia en sus movimientos por espacios abruptos o en lo que es el nivel de frío extremo que defina al escenario al que se enfrenten, siendo toda una referencia que entre su cualificación se incluyen despliegues para ejercicios más allá del Círculo Polar Ártico.
Para acabar, sobre los planes de instrucción y adiestramiento específicos que definen a su especialización concretar que están dirigidos al conocimiento de una serie de técnicas que incidan en que los individuos tengan unas capacidades que, de forma colectiva, les permitan enfrentarse a una serie de niveles de exigencia en sus movimientos por espacios abruptos o en lo que es el nivel de frío extremo que defina al escenario al que se enfrenten, siendo toda una referencia que entre su cualificación se incluyen despliegues para ejercicios más allá del Círculo Polar Ártico.
Por ello, los EO de Montaña del MOE, caracterizados por una preparación y una formación especialmente intensas y por un equipamiento muy técnico son una herramienta especialmente flexible y resolutiva para el cumplimiento de las misiones específicas y genéricas que caracterizan al MOE, pudiendo actuar también como facilitadores para que otros puedan realizar un determinado cometido relacionado con una capacitación específica propia del entorno de las Fuerzas de Apoyo a OEs (FAOEs).
Texto: Octavio Díez Cámara® Fotos: MDEF, Octavio Díez Cámara®
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