“La actividad en el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) es frenética pues se acaba de recibir y contrastar, por canales militares y de otro tipo, una información fidedigna que sitúa a dos ciudadanos españoles secuestrados por una célula islamista en un país africano en un punto concreto. No hay tiempo que perder y, tras la aprobación de la orden gubernamental pertinente, se procede a actuar en consecuencia.

En la Base “Alférez Rojas Navarrete” de Alicante, donde tiene su sede el Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra (ET) español, llevan ya unos días realizando distintos planes e hipótesis alrededor de esa situación. Por el entorno donde se suponía se les tenía retenidos, les habían alertado a ellos y, tras preparar distintas contingencias en relación con la operación de liberación, están en disposición de ejecutar la misión con la máxima diligencia y precisión.

Emblema EO42 con la referencia a las especializaciones HALO y HAHO. (Octavio Díez Cámara)

Dada la lejanía del punto donde se encuentra se decide actuar con aviones de transporte A400M del Ejército del Aire y del Espacio (EAyE) que aportan un gran largo radio de acción, pueden ser reabastecidos en vuelo para ampliarlo si es necesario y ofrecen una bodega especialmente amplia para lo que se pretende. Llegada la “luz verde” se activa una fuerza de militares del MOE que conformarán tanto el propio elemento de rescate como el núcleo de cobertura inmediata ante cualquier reacción; son tres los Equipos Operativos (EOs) de uno de los Grupos de Operaciones Especiales (GOEs) los que se alertan para la acción de liberación; el personal, recibida la orden acaba de preparar el material y se dirige hacia un aeropuerto militar cercano donde, de forma más discreta, embarcará, con distinto material y algunos vehículos ligeros, en dos A400.

A la hora prevista, parten los dos aviones hacia su destino y lo hacen volando sobre el mar para no entrar en el espacio aéreo de otros países. Cuando se aproximan al área objetivo, uno toma más altura y el otro un perfil de vuelo más bajo. Este último, en una toma de esfuerzo en la que las cuatro turbinas y el propio diseño del avión de transporte demuestran sus buenas cualidades en ese sentido, llega a un área que dista unos treinta kilómetros del objetivo; por la rampa trasera salen dos vehículos “Netón” acompañados de dos más tipo VAMTAC VMOE (Vehículo Medio de Operaciones Especiales) que están profusamente artillados y transportan a una decena de efectivos.

Es importante incidir en la máxima seguridad, por lo que cada operativo repasa el estado de su equipo antes de cada lanzamiento en paracaídas. (Octavio Díez Cámara)

A la vez que inician su tránsito discreto por tierra, en el otro avión se activa la orden de lanzamiento. Una quincena de manualistas salen, uno tras otro y perfectamente agrupados, por la rampa trasera, caen y a una determinada altura activan la apertura de las campanas de sus paracaídas, aterrizando con precisión. A su inserción aérea le sigue una infiltración nocturna a pie de poco más de un kilómetro. Sus visores térmicos permiten abatir a dos sujetos que vigilan el campamento y verificar si hay captores despiertos y donde están quienes buscan. Entran diligentemente, neutralizan a los primeros y liberan a los segundos verificando que, realmente, son aquellos que buscan; minutos después, sus compañeros en los vehículos los recogen y todos juntos se dirigen al punto de extracción donde el avión que había aterrizado, cubierto por otros militares que han tomado posiciones cerca de la aeronave, les espera para recogerlos e iniciar el vuelo de regreso a territorio español.”

Las inserciones con salto paracaidista manual permiten, si el viento no lo impide, llegar con precisión a un determinado punto del terreno. (MOE)

Esta ficción novelada deja claro, para presentároslo a vosotros, el potencial que tienen aquellos que forman parte de los Equipos Operativos de Apertura Manual (APM) del MOE, unos militares que suman a sus amplias capacidades una especialización máxima en el salto paracaidista manual y en el uso de la técnica de alta cota HALO/HAHO (High Altitude Low Opening/High Altitude High Opening). Lo que les define y diferencia os lo vamos a explicar a continuación.

Parche que identifica al personal de EO 42 de uno de los GOEs del ET español. (Octavio Díez Cámara)

Salto paracaidista

Los GOEs III y IV, y la Bandera de Operaciones Especiales XIX de La Legión (BOEL), tienen una orgánica similar en lo que a Equipos Operativos (EOs) se refiere. Ya os hemos hablado en Tactical Online de los de Movilidad, Montaña, Capacidades Avanzadas y ahora le toca el turno al de APM.

Básicamente, y antes de avanzar, hemos de tener en cuenta que todos los oficiales y suboficiales que se diploman en el Curso de Operaciones Especiales y la tropa que supera el Curso de Aptitud Básica -el último, finalizado en marzo de 2023, tuvo 172 postulantes y sólo 32 guerrilleros lo han superado-, capacitaciones en las que tiene mucho que ver la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca, se adiestran en su periodo inicial en la técnica del salto paracaidista automático. Lo hacen con un Curso Básico que se desarrolla en la Escuela Militar de Paracaidismo (EMP) “Méndez Parada”, instalación gestionada por el EAyE y localizada en la Base Aérea de Alcantarilla (Murcia).

Las instalaciones de la Base murciana de Alcantarilla son un punto regular que el MOE visita para sus adiestramientos en saltos manuales. (Octavio Díez Cámara)

A esa instalación volverán nuestros protagonistas, pero ya incidiremos posteriormente en ello. Sobre los EOs de APM deciros que cuentan con entre quince y veinte efectivos, número que varía en función de distintos parámetros y momentos históricos. Son, todos ellos, boinas verdes del MOE con una  experiencia variopinta, pues los hay de reciente incorporación tras su capacitación inicial y otros que han pasado varios años en otros destinos, por lo que ya suelen tener alguna especialización que les caracteriza y da más valor. Deciros, y esto es un valor añadido para ellos, que pueden realizar de forma limitada cualquier operación en otro medio, pero no al revés.

Entre quince y veinte efectivos conforman cada uno de los tres EOs APM que tiene hoy organizados el MOE. (Octavio Díez Cámara)

Se trata de una aportación reciente en el MOE. Se decidió, en uno de los cambios de orgánica más recientes, constituirlos a mediados de la pasada década en un esfuerzo que combinaba una necesidad casi histórica -la Armada y el EAyE tenían personal cualificado en el salto manual en sus EOs de OEs- y seguía la línea también iniciada en otros países aliados.

Las misiones se preparan con detenimiento antes del lanzamiento para conseguir su ejecución de la forma más precisa y positiva. (Octavio Díez Cámara)

Básicamente, están organizados siguiendo una estructura común con otros tipos de EOs. Hay un capitán que ejerce el Mando, un Equipo de Mando de entidad reducida que auxilia al anterior y se encarga de cometidos genéricos, y dos Equipos Básicos de entidad variable. Específicamente, en su caso uno de estos últimos encuadra a aquellos que han alcanzado la especialización del salto paracaidista en la modalidad manual y el otro va más allá, pues concentra los que en su evolución se han capacitado para trabajar siguiendo la compleja metodología HALO/HAHO; en su caso, la primera metodología es especialmente útil para saltos desde plataformas aéreas tipo helicóptero como los CH-47 “Chinook” de las Fuerzas Aeromóviles del ET (FAMET) y la segunda es más adecuada para saltos desde distintos tipos de aviones de transporte.

Los saltos de adiestramiento los realizan desde distintas plataformas y la zona de caída puede, como en este caso, ser un área montañosa nevada. (MOE)

Cuando en un EO de APM quedan, por diversos motivos, plazas libres se busca a candidatos que incluyan tanto a gente nueva de tropa a la que se incentiva con esta especialización y a aquellos que tengan un alto compromiso de permanencia, pues su capacitación es costosa y requiere de unos dos años para alcanzar el nivel pretendido.

 

Los preseleccionados tendrán que regresar, cuando así se programe, a la EMP “Méndez Parada” para superar lo que oficialmente se conoce como Curso de Apertura Retardada -Apertura Manual- que es la capacitación que define y diferencia a aquellos que os presentamos en este reportaje. Tienen que estar concentrados allí durante dos intensos meses para seguir una serie de teóricas y prácticas necesarias para conocer procedimientos, emergencias,…, y realizar una capacitación que combina tanto su paso por el túnel de viento como la realización de una veintena de saltos reales desde aparatos como el C-212 “Aviocar” o los CN-235/C-295 a puntos próximos a la Base de Alcantarilla o a zonas exteriores de la provincia de Murcia.

Las prácticas de salto suelen hacerse también de día, aunque en misiones reales se aprovecharía la noche en beneficio propio. (Octavio Díez Cámara)

Con la titulación ya en su haber regresan a su EO y siguen, junto a sus compañeros ya cualificados, la actividad programada dentro de su Plan de Instrucción y Adiestramiento (PIA) específico. Suelen concentrar su preparación en el salto manual durante una semana al mes o cada dos meses, realizando una media de casi medio centenar de saltos cada uno de ellos al año.

El adiestramiento de este personal conjuga el específico en el salto con el general que caracteriza a las OEs del MOE. (MOE)

Especialización y equipo específico

Estos militares de OEs del MOE pueden, en función de distintos aspectos que definen su carrera militar, evolucionar hacia la especialización HALO/HAHO que también implica un salto con apertura manual, aunque la misma tiene lugar usando un equipo especial de respiración de oxígeno en la fase anterior –generalmente, desde una consola en el avión- y durante el lanzamiento y llevando una indumentaria especial para soportar los rigores del frío intenso cuando se lanzan a mucha altura. La diferencia entre HALO y HAHO, es que en el primer caso la apertura de la campana se hace a baja cota -inferior a 15.000 pies- y en el segundo, pues se busca aprovechar la altura para planear varias decenas de kilómetros y realizar la infiltración de forma discreta, a alta cota.

El personal calificado para el salto HALO/HAHO forma parte de los EOs más modernos dentro de los tres GOEs. (MOE)

En el caso que nos ocupa, avanzar hacia esta última especialización requiere de una serie de requisitos específicos que incluyen haber cubierto un mínimo de 75 saltos en manual. Para calificarse en ella realizan una formación específica de dos semanas en las instalaciones de Paracuellos del Jarama, siendo sus instructores militares de la Brigada “Almováres” VI de Paracaidistas, la conocida como BRIPAC. Últimamente, el MOE está intensificando el adiestramiento del personal HALO/HAHO con más saltos para incidir en una mayor cantidad de personal cualificado en un método de inserción especialmente discreto y que aporta un gran valor añadido en la realización de las diferentes misiones .acciones directas, reconocimiento especial,…- que les identifican y diferencian de otros núcleos de militares; se desplazan de forma regular a las instalaciones de para saltar desde distintos tipos de aviones y también aprovechan los helicópteros de transporte de las Fuerzas Aeromóviles del ET (FAMET) para algunas prácticas.

El equipo de estos militares incluye cascos no convencionales y atalajes para llevar desde brújulas hasta sistemas ATAK. (Octavio Díez Cámara)

En sus lanzamientos, que realizan siguiendo un plan de saltos que contempla una previsión de programación anual a la que hay que sumar otras oportunidades sobrevenidas como las que realizan en la Base de Rota o cuando trabajan con tropas de OEs francesas que tienen su misma especialización, se benefician de las cualidades de aviones de transporte como los C-212, CN-239 y C-295 que, por su tamaño y disponibilidad, son idóneos para todo tipo de prácticas. Sus saltos los realizan de día y de noche, practican también el salto al agua y aquel en el que el punto de toma es terreno nevado.  Pueden saltar con perros y hacerlo con una caja con material que llevan con ellos hasta el punto de impacto, pudiendo así  mover más equipo o llevarlo a un punto de reabastecimiento. Hay especialistas, con más de 500 saltos, que dominan la técnica del Tándem, que permite transportar a una persona no habilitada para ser lanzada en paracaídas,

Cada militar dentro de los EOs APM dispone de un baúl personal donde llevar todo el equipo que pueda necesitar para una determinada actividad. (Octavio Díez Cámara)

Los EOs de APM aportan al MOE una serie de cualidades que pueden ser determinantes para conseguir el éxito en las misiones. El despliegue del personal puede realizarse con gran inmediatez y es especialmente discreto, sin llamar la atención a terceros. Pueden aprovecharlo en todo el rango de los tipos de OEs, aunque es una inserción más adecuada cuando se materializan patrullas de reconocimiento especial que es una capacidad especial que ellos tienen; no obstante esto último, su plan de formación contempla un amplio abanico de temas y hasta prácticas específicas como las de los tiradores selectos integrados en su estructura.

El material técnico de estos equipos paracaidistas de Operaciones Especiales es amplio y variado. (Octavio Díez Cámara)

Sobre su equipo más específico, deciros que comprende diferentes tipos de paracaídas de los que suelen llevar uno principal, que es el que abren en sus saltos, y uno de emergencia por si se produce alguna incidencia que así lo requiera. Se ha generalizado entre ellos, por su versatilidad y ser de tipo táctico, el tipo “Phantom” de origen francés que es capaz de soportar una carga máxima de 210 kilogramos, modelo al que suman el “Janus” que es especialmente útil para saltos HALO en sus entrenamientos prácticos; por cierto, suelen emplear el sistema “drogue” o “pilotillo” para frenar su velocidad inicial de caída y poderse lanzar con una mayor carga de peso.

El paracaídas debe recogerse después de cada salto formativo para revisarlo y plegarlo de cara a un próximo lanzamiento. (MOE)

Curiosamente, con ellos no suelen llevar ametralladoras pesadas lo que les brinda una menor potencia de fuego y suelen recurrir a las versiones más compactas de los G-36, los tipos K y C, que llevan instalados sistemas ópticos de puntería como los de punto rojo “Micro” de la compañía sueca Aimpoint. Emplean, por ser material propio, máscaras de respiración con válvula, trajes y botas de goretex para el frío, guantes calefactables del mismo material que el anterior, forros Carinthia, cascos de combate “Ops-Core”, consolas de navegación con brújula y GPS (Global Position System) que fijan a sus porta equipos personales, botellas de oxígeno de 21 litros para respirar durante 20/30 minutos de las que empiezan a respirar un par de minutos antes del salto, comunicaciones personales con cascos Peltor y radios AN/PRC-150 de Harris, y otro material.

Fusil de asalto con visor Aimpoint “Micro” junto al equipo personal de un operador de OEs del MOE español. (Octavio Díez Cámara)

 

Los saltadores se lanzan con un paracaídas manual principal que vemos a la espalda de un militar del MOE. (Octavio Díez Cámara)

Por lo señalado, el personal de los EOs de APM del MOE puede ser vital para la realización de un amplio espectro de misiones y se está realizando, ya desde hace algunos años, un importante esfuerzo para incidir en todo lo relacionado con su equipamiento y adiestramiento específicos.

Texto Octavio Díez Cámara©  fotos: Octavio Díez Cámara© y MOE                               Editor: Andreu Soler