Texto: Octavio Díez Cámara® Fotos: ISAF

“Tras recibir una alerta, y en sólo unos pocos minutos, dos cazas F-16C Block 40 “Figthing Falcon” del 35th Figther Squadron de la Base Aérea de Kunsan, en Corea del Sur, están en el aire. Desde el Centro de Mando y Control les dirigen hacia unas trazas que, provenientes de Corea del Norte, se han captado pocos minutos antes. Pronto tienen contacto visual con la amenaza aérea y pueden ver a otros dos cazabombarderos, en su caso dos modernos MiG-29 “Fulcrum” de origen soviético. Vuelan a distancia corta durante unas pocas millas, pues pronto los “intrusos” del norte regresan hacia el punto desde el que han venido, haciendo lo mismo los F-16C que regresan al  punto de partida.”  

Para volar un F-16 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF, United States Air Force), como sucede también con plataformas más modernas tipo stealth que incluyen tanto al F-22 “Raptor” como al F-35 “Lightning II” o a las diversas variantes del más clásico y versátil F-15 “Eagle”, los oficiales pilotos tienen que seguir un estricto y protocolorizado proceso de adiestramiento que les llevará a ser calificados primero como pilotos y, con posterioridad, en función de su especialización en helicópteros, aviones de transporte, aparatos de combate,…, llegará un destino concreto para iniciar su especialización en un determinado entorno de las acciones de combate y en uno o varios modelos de aviones.

Necesitarán, en lo que es la progresión que define su carrera profesional, varios años para que tengan una notable maestría en esa misión, aunque también es importante la fase inicial por la cual se convierten en oficiales. A ella nos vamos a referir en estas páginas. Centraremos este artículo en explicarles lo que es y define a la Academia de la USAF (USAFA, United States Air Force Academy).

Alto nivel de exigencia

Sobre el programa lectivo que se imparte en ese Centro les comentaremos que consiste en una formación intensa y progresiva que se extiende durante cuatro cursos. En ese periodo, se trabaja sobre todo para que los cadetes se imbuyan de aquellos conocimientos técnicos que les permitan ser líderes. Es importante en todo el proceso la motivación de cada uno y lo que se conoce como “forja del carácter individual”.

Sin entrar en grandes detalles -pueden encontrar información adicional en la página web www.usafa.edu-, concretaremos que el adiestramiento se focaliza tanto en lo que es la parte física como en la propia de aprendizaje militar o de entrenamiento para consolidar una base de lo que será su preparación futura. La primera, que afecta a lo que es el cuerpo de los candidatos, se refuerza con un Programa Atlético que busca adaptar aspectos como resistencia, fuerza, flexibilidad,…, para que les ayuden en la función de liderazgo que definirá su destino como futuros oficiales de la USAF. Tienen a su disposición la posibilidad de practicar determinados deportes y de competir con otros centros estadounidenses en aquellas disciplinas en las que se inscriban. Deberán completar al menos tres capacitaciones físicas específicas cada año.

A su llegada, los cadetes se aglutinan en la Cadet Wing, un Ala de alumnos que incluye cuatro clases de estudiantes en referencia al año de preparación en el que se encuentran. Este Ala se divide en cuatro grupos de una decena de escuadrones de, aproximadamente, cien alumnos en cada uno. El designado AOC (Air Officer Commanding) es el responsable máximo en cada Escuadrón, siendo usualmente un Comandante experimentado.

En relación con lo que es su adiestramiento más específico, decirles que está orientado a lo que son los temas aeroespaciales y a hacer que los alumnos alcancen el potencial necesario para que sean líderes de sus subordinados, tanto tropa como suboficiales. Se plantea un programa centrado en conceptos generales como: ética, honor, herencia o formaciones, aspectos en los que ya se incide durante el primer verano en el que asumen el Adiestramiento Básico del Cadete (BCT, Basic Cadet Training); se trata de seis semanas que suponen una toma de contacto previa a su formación, para pulir algunos aspectos derivados de la diferencia del entorno civil y para que algunos desistan ya, pues se dan cuenta que no es lo que buscan, en continuar su experiencia en la USAFA.

Una vez superado el anterior periodo, pasarán a su primer año de preparación en el Centro. Es una experiencia sumamente dura porque además de la propia parte lectiva, muy exigente por cierto, se les ofrecen actividades complementarias que son básicas a la hora de que sigan en la progresión que de ellos se espera. La dureza es tanto física como mental, y en todo momento hay un gran nivel de “presión” sobre ellos porque así se consigue que los más aptos reaccionen hacia el objetivo que pretenden sus adiestradores.

Los años posteriores están más acostumbrados al entorno y superan mejor lo que se les pueda exigir. Tradicionalmente focalizaban buena parte a temas de ciencias e ingeniería, aunque últimamente se han añadido a los mismos ciertos ámbitos más relacionado con el perfil de las humanidades. Buscan una preparación integral que haga de ellos un grupo capaz de ir evolucionando en el escalafón militar a lo largo de los múltiples destinos que puedan caracterizan su vida profesional.

En relación con los cursos, señalar que deberán también completar su preparación genérica con alguna más específica que se les ofrece en treinta y un áreas diferentes. Sobre el 60% de los cadetes se decantan por una capacitación técnica o de Ingeniería, y el resto en áreas como las humanidades o las ciencias sociales, recibiendo una titulación superior específica y complementaria de la propia como oficiales de la USAF. Se les adiestra en áreas como el combate o en temas operacionales, participando también de una batería de conocimientos que les ayudarán a comunicarse ante los demás y a transmitir mejor sus instrucciones u órdenes.

Se les brinda una formación profesional más técnica focalizada en temas de supervivencia de combate que exige de un periodo específico de tres semanas, estando disponible la opción de que se forman en temas de paracaidismo. Se les puede destacar, por periodos cortos, a alguna instalación de la USAF para que conozcan aspectos del trabajo real, y se les ofrece un amplio espectro de posibilidades extracurriculares que amplíen su preparación y les ayuden a obtener un mejor nivel.

Importante en su caso es todo lo relacionado con el vuelo, un aspecto que de una forma u otra les acompañará durante toda su carrera profesional. Inician su preparación a través del Programa CFT (Cadet Flying Team) en el que asumen una serie de conocimientos teóricos básicos de navegación, meteorología u orientación aérea, volando aparatos de tipo ligero. La capacitación a determinados modelos de aeronaves más avanzados la realizarán en cursos específicos cuando abandonen la USAFA.

Un poco de historia

Ese Centro es en la actualidad el resultado de un proceso evolutivo largo que comenzó a gestarse tras la Segunda Guerra Mundial. Fue en 1947 cuando se decidió crear el nuevo servicio que daría lugar a lo que es hoy la USAF. Tras la decisión de abril de 1954, por la cual se requería un lugar donde adiestrar a los futuros oficiales de la misma, se inició el proceso y se encontró el terrero donde ubicarla. La construcción, en Colorado Springs (Colorado), comenzó en julio de 1955 y en ella se invirtieron nada menos que ciento cuarenta y dos millones de dólares, una cantidad importante en aquella época.

Aquel año se admitió ya un contingente de trescientas seis personas que fueron el primer colectivo de alumnos, aunque sus primeras fases formativas se desarrollaron en un lugar diferente. En 1959 se graduó el primer curso y en 1964 se consolidó la cifra total de unos cuatro mil alumnos que, en términos generales, sigue vigente hoy, eso sí tomando en consideración las diferentes promociones que se están preparando a la vez; hasta la fecha, y tomando en consideración los datos públicos más de cuarenta mil oficiales se han graduado como fruto del trabajo en sus aulas.

New lieutenants let their hats fly as they are dismissed from the U.S. Air Force Academy graduation ceremony in Colorado Springs, Colo., on Wednesday, May 31, 2006. The 879 graduates of the class of 2006 incur a five-year active duty service commitment. Secretary of Defense Donald H. Rumsfeld was the guest speaker at the commencement. (U.S. Air Force photo/Meggen Burghardt)

Centrándonos ya en lo que es su momento actual, concretaremos que su máximo responsable es un teniente general y como coordinadores de diversas áreas tiene bajo su mando a otros dos generales. El staff de personal docente adscrito a la misma se aproxima a las seiscientas personas, suficiente para manejar una cifra de alumnos que es casi siete veces superior a la de ellos. Se trata sobre todo de oficiales que se caracterizan por haber obtenido un Master o un Doctorado -el 40% del total-, lo que redunda en su contribución a las diferentes áreas formativas.

Complementariamente, se suelen contratar algunos civiles como profesores para temas muy específicos. Es curiosa la presencia de militares de otros países adscritos a los núcleos lectivos de los departamentos de idiomas, ciencias políticas o historia. El número de los civiles y militares allí destinados se aproxima a las tres mil seiscientas personas, porque además de impartir clases hay que mantener abiertos todo tipo de servicios y actuar, de forma especialmente diligente, para que la actividad en la Academia no decaiga.

De lo que es la Escuela en sí misma les comentaremos que se reparte por unas instalaciones que cubren unos setenta y cinco kilómetros cuadrados. Se emprendió en los primeros años de esta década un plan de actualización de los recursos y de mejora de diferentes áreas. Paralelamente, se han construido nada menos que cerca de setecientas viviendas que estarán a disposición del personal que allí trabaja para mejorar su calidad de vida y la de sus familias.

En el espacio actual encontramos algunos lugares dignos de mención: en los pabellones “Vandenberg” y “Sijam” se encuentran las habitaciones que ocupan los cadetes mientras están allí recibiendo su preparación específica; la biblioteca “McDermott” es un lugar donde se ponen a disposición de quienes la visitan cerca de setecientos mil volúmenes y salas que son aprovechadas para estudiar por muchos de los presentes; en el edificio “Mitchell” se dispone de salas para lo que son las comidas en las que a la vez puede alimentarse a nada menos que cuatro mil seiscientas personas; la capilla, que data de 1963, es por su vistosidad el monumento más visitado de Colorado y una curiosidad internacional al convertirse en el símbolo icónico de la Academia, mientras que en el edificio “Arnold” se encuentran espacios para actividades de tipo social, una enorme sala de baile y un auditorio con capacidad para dos mil ochocientos invitados.

Además de los puntos señalados, hay una gran cantidad de instalaciones asociadas a lo que son las diferentes especializaciones deportivas y, además de lo que son las propias aulas. También se dispone de un aeródromo cercano donde realizar algunas de las primeras prácticas de vuelo que se incluyen en los planes de estudio iniciales y que comprenden quince horas realizadas tanto acompañados de un instructor como en vuelos en solitario, eso sí en planeadores adaptados al rol formativo. Por cierto, se ofrece la posibilidad de realizar una formación más amplia, aunque estas corren a cargo de quien así lo solicite.

Las reseñadas, y otras muchas que componen en la actualidad este complejo de carácter formativo, se ponen a disposición de todos aquellos que lo soliciten y cumplan las estrictas normas de admisión: tener entre 17 y 23 años, no estar casados, ser de nacionalidad estadounidense, tener un currículum excelente, etc. Lo son tanto que los candidatos no lo tienen nada fácil para ser considerados, en una fase inicial, como tales ni para superar el estricto “filtro” que busca que sólo un pequeño porcentaje de los que lo solicitan lleguen a formar parte del núcleo de cadetes que comienza el primer curso de su preparación. Son, aproximadamente, sobre un 20% más de los que completan todo lo que allí se les exige durante el ciclo inicial de su capacitación para alcanzar el grado de oficiales de la USAF.

Importante en todo lo que es la actual estructura son los elementos que están encuadrados en la 10th Air Base Wing. En la misma encontramos quienes asumen servicios como comunicaciones, seguridad y otros más, todos ellos necesarios para mantener vigente la actividad del día a día en este importante entorno aeronáutico.

Este artículo fue publicado en el número de la Revista Táctical Online Agosto 2019.

Tactical Online Agosto 2019
Tactical Online Agosto 2019