Texto: Octavio Díez Cámara ®

Fotos: GIS y Octavio Díez Cámara ®

Si recurrimos a la red de redes para buscar información del Grupo de Intervención Especial (GIS, Gruppo Intervento Speciale) del Arma de los Carabinieri italianos observaremos que las primeras referencias se encuentran alojadas en el seno de la web del Ministero della Difesa. Informan que puede operar como unidad especializada de Policía, por lo que en respuesta a las exigencias de seguridad interna tiene dependencia del Ministero dell’Interno, y como unidad de Operaciones Especiales en aquellos cometidos que fuera del área -más allá de las fronteras italianas- les sean encomendados desde el Estado Mayor de Defensa.

Es una dualidad, en cuanto a dependencia se refiere, que imprime un especial carácter al GIS en la actualidad y lo hace especialmente diferente del núcleo que fue creado a finales de los años setenta del siglo pasado con el objetivo de combatir al terrorismo en el interior de Italia. Hoy, forma parte del Mando Conjunto de Operaciones Especiales italiano, el COFS (Comando interforze per le operazioni delle Forze speciali), y está en disposición de llevar a cabo arriesgadas misiones de asalto policial para neutralizar a delincuentes especialmente violentos o viajar a lugares lejanos para protagonizar acciones de neutralización de terroristas que con sus actuaciones intenten afectar a la voluntad del Gobierno de Italia.

Más capacidades

El pasado 26 de octubre de 2018 se desarrolló en Roma un acto simbólico y muy especial. Al mismo asistían la entonces Ministro de Defensa, Elisabetta Trenta, y el que era Ministro del Interior, el muy mediático Matteo Salvini. También estuvieron presentes altas autoridades militares, como el general Claudio Graziano que es Jefe del Estado Mayor de la Defensa.

El escenario era el Al acuartelamiento “Salvo d’Acquisto” y ante los presentes formaba, vistiendo diversos tipos de uniformidad, personal del  GIS que está organizado dentro del Arma de los Carabinieri. Alocuciones, demostraciones dinámicas, desfile y otros actos fueron organizados para conmemorar las cuatro décadas de actividad del Grupo. Es un dilatado periodo histórico en el que esa Unidad de Asalto italiana ha ido evolucionando en cuanto a potencial, capacidades y metodologías para convertirse en una de aquellas que son referencia en Europa entre las de su tipo. Para conocerles mejor hemos recabado una serie de informaciones actuales sobre ellos, datos que nos han permitido preparar estas páginas para poderles presentar lo que son y les caracteriza.

Un aspecto que llama poderosamente la atención de este Grupo -y que ya les hemos apuntado- es que pueden ser activados tanto para responder a situaciones complejas que se den en su país, donde su preparación en detenciones de alto riesgo sea requerida, como para materializar operaciones antiterroristas fuera de las fronteras propias, carácter que les lleva a estar considerados también como militares con la máxima cualificación de OEs, la Tier 1.

Esa diferencia respecto de unidades similares encuadradas en lo que es el asalto policial más clásico se materializa en lo que es su adscripción orgánica y funcional. Están, en continuidad 24/365 -todas las horas del día y todos los días del año-, a disposición del Ministerio del Interior pues están encuadrados dentro de la Segunda Brigada Móvil de los Carabinieri que también cuenta con las capacidades que les aportan los regimientos 1º “Tuscania” de Paracaidistas, 7º “Trentino-Alto Adige” y 13º “Friuli Venezia Giulia”. Asimismo, y desde el aspecto más operativo, constituyen uno de los pilares básicos  del COFS, estructura en la que entraron en 2004  y que les ha llevado a implementar capacidades que no tenían en relación con el control aéreo terminal conjunto (JTAC, Joint Terminal Attack Controller) o las de infiltración o exfiltración en ambiente hostil.

Esa potenciación les ha sido especialmente válida para poder asumir aquellos cometidos que tienen asignados y que, en general, se enmarca dentro de actuaciones rápidas y resolutivas de alto riesgo. En ellas, se les exige una planificación, organización y desarrollo propias de las OEs. Entre otras capacidades, el personal del GIS está capacitados para:

* llevar a cabo acciones de liberación de rehenes en las que su competencia permita garantizar un elevado tanto por ciento de salvaguardia de los que intentan rescatar.

* intervenir para recuperar objetivos estratégicos que hayan podido ser capturados por terroristas.

* materializar intervenciones resolutivas en estructuras de tipo tubular -aviones, trenes, autobuses,…- o en edificios para capturar o neutralizar a aquellos que en ellas están.

* desplegar equipos para la protección de VIP’s (Very Important Persons) en aquellos escenarios de alto riesgo que así se determine o cuando personalidades extranjeras visitan Italia.

* contribuir con equipos de tiradores de precisión o de vigilancia a la Seguridad de determinados eventos o a la obtención de Inteligencia de actividades no autorizadas.

* intervenir en tareas en las que se experimenten materiales o equipos que puedan ser de interés para ellos o para otras unidades encuadras en su propia organización.

* trabajar en apoyo de unidades de carácter territorial de los Carabinieri en la captura de peligrosos delincuentes y criminales.

* realizar acciones en otros países en las que se tenga que proceder a neutralizar o detener a determinados sujetos y participar en las operaciones de evacuación de civiles no combatientes (NEO, Non-combatant Evacuation Operation) para su repatriación o extracción a un punto seguro.

* ser gestores de tareas formativas específicas a otras fuerzas policiales italianas o a elementos militares o de Policía de naciones aliadas y amigas.

* todas aquellas otras que por su especialización, carácter o capacitación puedan serles encomendadas.

Potencial actual

Hoy el GIS, que tiene como máximo referente al un coronel que es su Mando más característico, tiene su sede en el Acuartelamiento livornés “Gen. D’Amico” del Viale Fabbricotti donde también se asienta el Comando Provincial. Hemos tenido conocimiento que, como consecuencia de los atentados más recientes en diversas capitales europeas, se han venido establecido al menos dos destacamentos temporales. Junto a otras fuerzas, suelen actuar en cometidos de protección de la zona del centro y norte de Italia, operando sus miembros preferentemente desde bases avanzadas en las grandes ciudades de Roma y Milán, una predisposición situacional que les capacita para atender con rapidez cualquier incidente grave que pueda recabar su presencia de inmediato.

Unas dos terceras partes de sus casi doscientos efectivos están adscritos a su potencial real, pues, como han manifestado en distintos ámbitos, al GIS no le interesa un número especialmente grande de personal y se centra en conseguir una componente operativa lo más fuerte posible.

Siguiendo esa filosofía, este Grupo se reparte en una estructura en la que encontramos al Mando y varios núcleos con una tarea concreta: uno cubre cometidos administrativos, logísticos o de mantenimiento; otro se encarga de los ejercicios de adiestramiento o la formación; un tercero se centra en lo que serían las negociaciones con sujetos potencialmente hostiles; hay un cuarto que maneja materiales técnicos y otro más aglutina lo que son los especialistas en tiro de alta precisión y en cometidos de reconocimiento.

Junto a ellos se encuentra el elemento puramente operativo que da al GIS su carácter específico. Son cuatro secciones lideradas por un oficial, con una treintena de carabinieri en cada una que se reparten en destacamentos operativos de cuatro o cinco efectivos: suboficial al Mando y personal especialista en áreas como los explosivos, el buceo, las aperturas, la escalada o el paracaidismo manual. De estas secciones, parece ser que y por lo que se ha difundido, dos están más preparadas para participar en aquellos dispositivos y misiones que se les puedan asignar desde el COFS -una se centra más en los despliegues militares internacionales y la otra estaría encargada de recuperar a ciudadanos italianos que hayan podido ser tomados como rehenes en otros puntos del planeta- y las otras dos se encuadran en lo que son las actividades propias de las necesidades internas italianas que caracterizan a una unidad policial de élite y alta especialización.

Por esa dualidad de escenarios y un tipo de cometidos más amplio, han implementado en sus estructuras. Lo han hecho con una notable especialización que algunos de sus efectivos tienen en tareas de negociación que permitan rebajar tensiones sin llegar a tener que actuar. También en la inclusión de personal cualificado como paramédico especializado en medicina táctica de urgencia que intervendrían en el caso de que alguno de los agentes resultase herido o para estabilizar a terceros. Complementariamente, se han organizado, por lo que supone en cuanto a eficacia y versatilidad, equipos con perros especialmente adiestrados para labores de ataque que serían básicamente empleados en labores de reconocimiento puntual de determinadas áreas y amenazas o para intervenir en la neutralización de determinados sujetos hostiles en situaciones en las que no haya rehenes que puedan correr riesgo con la actuación de los canes.

Completaremos estas páginas con un apunte a su historia y su especialización. Sobre este último aspecto, sobre el que uno de sus jefes me apuntaba hace unos años “… todas las misiones que hacemos son de alto riesgo. Por ese motivo, tenemos que controlar y racionalizar nuestro adiestramiento, un factor clave para conseguir el éxito en nuestros cometidos…”, señalar que a los profesionales de esta Unidad se les aplica el término operatore para definir su adscripción particular a un grupo al que se le conoce como il Reparto.

Les caracteriza su voluntariedad por ser primero Carabinieri, luego paracaidistas y por último personal de intervención preparado para llevar a cabo las misiones más complejas y difíciles, teniendo que realizar un proceso específico de selección y adiestramiento en el que es básico que no hayan cumplido treinta y tres años en el momento de presentar su instancia al proceso, que cumplan una serie de requisitos -personales, culturales, físicos y psicológicos- y que superen una entrevista en la que se busca conocer sus motivaciones y su perfil básico que ya filtran a un cuarenta por ciento de los aspirantes. Su capacitación en el asalto policial la obtienen en un Curso que dura nueve meses e incluye formación genérica de paracaidista, primeros auxilios, orientación y navegación terrestre, operar con helicópteros, técnicas SERE -supervivencia, evasión, resistencia a los interrogatorios y fuga-, operaciones básicas de patrulla, defensa personal, operación en ambientes con contaminantes NRBQ (Nuclear, Radiológico, Biológico, Químico), movimientos tácticos y enmascaramiento, combate urbano,…., y sobre todo en el tiro con las armas personales y colectivas, proceso que no superarán el treinta por ciento de aquellos que lo inician.

Los que sí pasan ese primer filtro  podrán seguir a la siguiente fase de cuarenta y cinco semanas de intenso adiestramiento que se dividen en dos periodos. El primero de dieciocho semanas en que se asume la preparación inicial en la que se concentran en técnicas de lucha cuerpo a cuerpo, empleo de armas de fuego, técnicas de tiro a media distancia, registros y asaltos, detenciones dinámicas, empleo de artefactos explosivos o su desactivación, uso de materiales técnicos para vigilancias y observaciones, y otras materias más. En el segundo de veintisiete semanas más que dedican a técnicas avanzadas con explosivos, escalada y esquí, conducción dinámica de vehículos, natación y asaltos anfibios, estudio de infraestructuras en sus planificaciones, técnicas de guerrilla y contraguerrilla, tiro avanzado que implica blancos en movimiento y la presencia de rehenes, o empleo de medios aéreos para sus asalto; en ambas fases se suspende a la mitad de los que las inician, por lo que muy pocos pasan finalmente al GIS donde tendrán que seguir especializaciones en salto manual a alta cota, explosivos, tiro con arma larga de precisión,…

Sobre su historia, que abarca ya más de cuatro décadas, concretar que fue el 25 de octubre de 1977, y dentro del llamado “año del plomo” en referencia a la situación difícil que se vivía en el país, cuando Francesco Cossiga, que entonces era Ministro del Interior, encargó al Arma de Carabinieri el constituir una Unidad que pudiese ser usada en operaciones de anti terrorismo y de anti guerrilla. Sus primeros voluntarios los obtuvieron de la fuerza paracaidista entonces constituida, lo que en la actualidad sería el Battaglione Carabinieri Paracadustisti “Tuscania”, y se les adiestró, en lo que entonces se llamó  Unidad de Intervención Especial (UNIS, UNità Interventi Speciali), para que fuesen capaces de intervenir en las situaciones de mayor nivel de riesgo y en aquellas en las que diversos tipos de captores pudiesen tener rehenes con ellos. El 6 de febrero de 1978 quedó constituido de forma oficial y desde entonces se les ha activado para neutralizar la revuelta de 1987 en la cárcel de Porto Azzurro, en la captura de peligrosos delincuentes, en la liberación de secuestrados como la que en 1990 realizaron en Verona; en acciones contra las mafias de la droga, en detenciones de mafiosos italo-albaneses o en misiones internacionales como la que desde 2003 les llevó a Iraq para capturar criminales de guerra y realizar sus clásicas misiones antiterroristas; en lo que va de siglo han participado en la detención del miembro de la camorra Cesarano o del peligroso tunecino Faid Isa Kamalfa.

Texto: Octavio Díez Cámara ®

Fotos: GIS y Octavio Díez Cámara ®

Este artículo fue publicado originalmente en Tactical Online Septiembre 2021

Tactical Online Septiembre 2021