Texto: Octavio Díez Cámara ® Fotos: Ejército y MD Colombia, DoD, USAF y Carlos Díaz

Colombia, un país donde se ha venido manteniendo una intensa lucha contra facciones guerrilleras de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que ha derivado en intensos enfrentamientos en las últimas décadas que han propiciado los acuerdos de paz de 2016 y 2017, es todo un referente en el campo de las Operaciones Especiales (OE’s) militares. También, lo son, por su lucha continuada contra diferentes núcleos que buscan hacer negocio con el narcotráfico. En sus Fuerzas Armadas, y en las estructuras policiales también, se mantienen organizadas diferentes unidades de élite que responden a necesidades concretas y están adaptadas para cubrir distintos cometidos que requieren de personal especialmente seleccionado y adiestrado para combatir, con el mayor nivel de eficacia, esas amenazas.

Dentro del Ejército, donde también hay varias de las anteriores, encontramos un núcleo que destaca del resto por la especial preparación de aquellos que lo integran y por su carácter, más acorde con la especialidad de OE’s que con otras que se le asemejan pero tienen un nivel distinto o inferior. A ellos nos vamos a aproximar en estas páginas para que puedan conocerlos mejor. La mayoría de sus elementos se encuadrarían, tras ser disuelta la Brigada de Fuerzas Especiales (BRFER) en 2016 y otras unidades de élite que incluían tanto al Batallón de Comandos (BACOA) como al Batallón de Operaciones Especiales (BAOPE), en una División creada para acoger todos esos elementos y proporcionar organizaciones más flexibles y efectivas.

Son militares que están caracterizados por un nivel superior a otras fuerzas similares en Sudamérica, lo que queda contrastado por el hecho que en las competiciones internacionales “Ejercicio Fuerzas Comando” que aglutinan a núcleos especializados de varias naciones del continente americano, siempre se sitúan en los primeros puestos; es más, han quedado los primeros en nueve de las catorce ediciones que han tenido lugar hasta la fecha.

Intenso adiestramiento

Lograr que los colombianos alcanzasen una puntuación bastante mejor que, por ejemplo, los representantes de los Special Forcesde los Estados Unidos. no es el fruto de una casualidad. Es el resultado de un proceso dilatado en el tiempo y, sobre todo, de una experiencia operativa limitada en lo que es su entorno pero especialmente exigente y contundente, pues sus enfrentamientos armados con aquellos a los que buscan neutralizar han caracterizado las últimas décadas de su dilatado historial operativo.

La selección de este contingente de personas, con un número que podemos cifrar en torno a los dos o tres mil efectivos -el dato procede de fuentes abiertas, por lo que hay que tomarlo con cierta cautela-, es el resultado de un proceso probado y que ha demostrado ser eficaz. 

Se suelen tomar candidatos de otras unidades de élite del Ejército Nacional de Colombia. Se busca, entre los que se presentan voluntarios, a aquellos que puedan ser más adecuados al perfil pretendido y competentes en aquellas habilidades que marcarán su carácter militar. También hemos tenido conocimiento de que hay algunos que provienen de ámbitos diferentes que la milicia, lo que incide en que el conjunto presente una idoneidad para la misión fuera de toda duda.

En su preparación técnico-profesional es básica la labor que se ha venido desarrollando en la Escuela de Fuerzas Especiales. La ESFES, como se conoce a la anterior, está localizada en la Avenida El Dorado de Bogotá y cuenta con un teniente coronel como Comandante. La preparación que les caracteriza se gestiona desde unas instalaciones situadas en el conocido como Barracón Guaviare, en un entorno de clima, vegetación -localmente la llaman manigua-, medios y topografía que son idóneos para lo que se pretende impartir a los alumnos. Una pequeña plantilla de expertos mandos que lideran los diferentes procesos formativos que allí se imparten. Sobre todo inciden en lo que es la parte física de aquellos que trabajarán en OE’s, aunque también cobra especial relevancia la preparación en ámbitos como el tiro o la capacitación técnica. 

Es un Curso de Fuerzas Especiales, que incide en aspectos de planificación, conducción y desarrollo de las OE’s, participan tanto soldados como oficiales y suboficiales, y no se tiene en cuenta el grado de los que a él asisten, tratándolos por un igual en lo que a exigencia se refiere. Refuerzan ese aprendizaje inicial con la realización de otros procesos formativos más específicos: buceador realizando los cursos de Medusa y Nadador de Seguridad y de Supervivencia de Combate en el agua,especialización en el salto paracaidista en la Escuela de Paracaidismo Militar, preparación para trabajar con helicópteros en la Escuela de Asalto Aéreo, tiro con armas largas de alta precisión, operaciones de apoyo aéreo, contraterrorismo, control de aeronaves, asistencia sanitaria, movimiento de patrullas, topografía,…, y un largo etcétera de materias que forman el carácter de este núcleo militar; es un entrenamiento que combina fases físicas, técnicas, tácticas y psicológicas para incidir en un notable grado de exigencia, realismo y contundencia, siendo relevante el hecho en que se trabaja en ambientes montañosos, desérticos o selváticos para incidir en la fortaleza, confianza e iniciativa que se busca que el alumnado alcance.

Son unas veinticuatro semanas en las que se trabaja de forma intensa y se busca incidir en una preparación que tiene el más alto nivel en el entrenamiento militar del combatiente. Usualmente se preselecciona a unos ochenta efectivos y sólo la mitad inician la preparación. Pasan, en sus diversas fases, por lugares que incluyen el Fuerte Militar de Toleimaida y puntos de áreas del Amazonas, Bogotá, Cartagena o Guajira, lo que permite incidir en distintos escenarios para forjar a los futuros militares de OE’s.

Si importante es todo aquello relacionado con el proceso inicial de selección y adiestramiento, que dura unos seis meses -se han realizado hasta la fecha unas cincuenta y cinco ediciones del Curso, una quincena abiertas a otros países-, mucho más lo es aquel que les permite, poco a poco, ir evolucionando en lo que es su capacitación como combatientes especiales. Lo asumen ya en su destino y en especial en las instalaciones del Fuerte de Tolemaida donde disponen de distintos emplazamientos para sus ejercicios y prácticas cotidianas. Interesante, y única en el mundo, es una torre triple que les permite realizar ejercicios de movimiento ascendente y descendente, simulando incluso salidas en rappel y fast rope desde helicópteros. 

Disponen de fuselajes de aeronaves viejas para incidir en metodologías de entrada y salida, de pistas de aplicación donde trabajar aspectos físicos y de instalaciones para las prácticas de combate en entornos urbanizados (CQB, Close Quarter Battle). Sus campos de tiro son muy amplios e incluso pueden practicar allí con armas de tipo antimaterial. También son interesantes las pistas donde realizar movimientos con vehículos todo terreno para coger soltura o para simular hostigamientos que otros hagan contra ellos y las reacciones pertinentes para acabar con aquellas amenazas que en el devenir de sus operativos se les puedan presentar.

En todo caso señalar, porque es importante, que a mediados de la década pasada y como consecuencia de la aplicación del “Plan Patriota”, se incidió en la homogeneización de diversos aspectos, teniendo hoy en día una mayor capacidad tanto individual como colectiva. Para alcanzarla, muchos de ellos han pasado por los acuartelamientos de otras fuerzas especiales de todo el mundo para recibir una preparación más concreta en diversas áreas; a la inversa, apuntar que ellos también entrenan a otros que incluyen a los comandos navales de la Armada de la República Dominicana para prepararlos en temas relacionados con las operaciones de visita y registro de unidades de superficie y en operaciones de interdicción con lanchas rápidas.

Estructura potente

La actual División de Fuerzas Especiales del Ejército Nacional tiene, como resultado de una designación que se hizo pública el 21 de diciembre de 2018, como Comandante al mayor general Juan Pablo Forero Tascón. Los antecedentes de la que se conoce como DIVFE se remontan a 1970, cuando, por medio de la Resolución 011 del Comando General del Ejército colombiano,  se decidió constituir núcleos de combatientes caracterizados por una notable capacidad. Se tomaron especialistas, sobre todo mandos, que tuviesen las capacitaciones como Lancero -especialidad de combate irregular en jungla-, Paracaidista -salto con paracaídas en la modalidad automática o manual desde aviones o helicópteros- o Contraguerrillero -capacitación para aquellos que centran su actividad en neutralizar formaciones enemigas que se mueven como guerrillas-, y se actuó en consecuencia forjando con el ellos el carácter que se buscaba para combatir las narcoguerrillas.

Sobre aquel recurso se ha ido sustentando, convenientemente evolucionada, la actual capacidad. El lema que ha definido a estos hombres y mujeres de los que poco se difunde, es que “el entrenamiento debe ser tan fuerte, que el combate será un descanso”. Se les ha forjado sobre todo en lo que es el seguimiento de quienes buscan y en la infiltración discreta para darles caza, por lo que sus “golpes” e “incursiones” son en muchos casos atribuidos a tropas “fantasmas”. Trabajan en conjunción con un núcleo de pilotos de la Aviación del Ejército, sustentan sus operaciones con informaciones que les proporciona un grupo de élite de Inteligencia Militar y se benefician también de las aportaciones, en lo que a movilidad aérea se refiere, de los aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea de su país.

La DIVFE es uno de los elementos del Comando de Despliegue Estratégico (CODES) que trabaja, codo con codo, con elementos tan singulares como el Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas (BAFUR) que se activó en Medellín a mediados de 2017 -se trata de un elemento de carácter táctico especializado en combatir la criminalidad urbana-, el Comando Especial contra Amenazas Transnacionales (CECAT) o el Comando de Apoyo a Operaciones Urbanas (CAOUR). Específicamente, dentro del CODES se incluyen también otros elementos especiales “característicos”: Batallón de Operaciones Terrestres (BATOT), Batallón de Acción Directa y Reconocimiento (BADRE), Batallón de Despliegue Rápido (BADRA) y la Fuerza de Despliegue Rápido (FUDRA).

Concretar que tras los cambios acontecidos sólo hace dos años, que impulsaron su adscripción al Comando Conjunto de OE’s (CCOES), en la DIVFE ahora se cuenta, a diferencia de la estructura anterior sustentada en batallones, con tres Regimientos de Fuerzas Especiales: REGFE nº1, REGFE nº2 y REGFE nº3 que se activaron en abril de 2017. Dos están acuartelados en el Fuerte Militar de Tolemaida y un tercero en unas instalaciones de la ciudad de Bogotá; cada organización regimental se sustenta en un elemento de Mando que gestiona un Coronel, una célula que se encarga de temas administrativos y organizativos, y entre dos y cuatro batallones de OE’s.

Estos últimos permiten constituir unidades tácticas a la hora de englobar sus capacidades. Los batallones incluyen recursos como el Destacamento “C” que asume cometidos genéricos de coordinación, una compañía de Comando -Mando lo designaríamos aquí- y tres compañías de Fuerzas Especiales, trabajando con ellos otros recursos que se les agregan para complementar sus capacidades y brindarles determinados apoyos concretos. Apuntar, que por lo que se refiere a su potencial, se trata de un elemento de carácter estratégico en su país. Se les asignarán sobre todo operaciones de carácter irregular.

Su escenario y misiones definen el equipo que les suele caracterizar y que va desde arcos con los que disparar una sigilosa flecha a plataformas desplegables con las que sus vehículos ligeros pueden vadear pequeños cursos de agua que restrinjan su movilidad. Su uniformidad la han venido modificando últimamente a lo que ahora está más en boga, optando por un camuflaje de tipo digital y tonos especialmente verdosos que se adapta especialmente bien a los entornos en donde ellos operarán.

Colombian army special forces paratroopers glide into Tolemaida Air Base, Colombia, during a technical demonstration for Secretary of Defense Robert M. Gates and Colombian Minister of Defense Dr. Juan Manuel Santos during the secretary’s recent trip to Latin America Oct. 3, 2007. DoD photo by Tech Sgt. Jerry Morrison, U.S. Air Force. (Released)

Visten con chaleco porta equipo en el que transportar todo aquello que en sus misiones puedan requerir y en la cabeza sitúan un casco antibalas con anclaje frontal para equipos de visión nocturna. Opcionalmente, recurren a prendas antibala para el torso, aunque en general optan por incidir más en la movilidad personal que en lo que es la protección. Su armamento es especialmente variado y en sus “arsenales” podemos encontrar fusiles de asalto como los israelíes “Galil” que aún, convenientemente adaptados, están siendo empleados por los equipos de tiradores selectos para dar cobertura al personal que actúa con los Remington M-24 de cerrojo y del 7,62x51mm. En general, han introducido para todos ellos la carabina estadounidense tipo M4 del calibre 5,56x45mm en la que sitúan accesorios como visores de puntería Trijicon ACOG (Advanced Combat Optical Gunsight), módulos de puntería láser o lanzagranadas monotiro de 40mm acoplados a sus guardamanos.  Se mueven con equipos radio de distintos orígenes y configuración digital, disponen de varios modelos de sistemas de posicionamiento global (GPS, Global Position System), operan con pequeñas mochilas para una o dos jornadas y les son especialmente útiles sus ametralladoras ligeras “Minimi” en las que también llevan visores ACOG; tienen silenciadores para acoplar a sus armas, operan con uniformidad “guillie suit” para enmascarar posiciones de tiro o vigilancia, y disponen de diferentes modelos de paracaídas para sus acciones de salto, pues todos están habilitados para el lanzamiento en la modalidad automática y buena parte de ellos para los de tipo manual.

Texto: Octavio Díaz Cámara ® Fotos: Ejército y MD Colombia, DoD, USAF y Carlos Díaz

Este artículo ha sido publicado en la Revista Tactical Online de Abril 2019

Tactical Online Abril 2019