Texto : Octavio Díez Cámara ® Fotos:  Octavio Díez Cámara ®, Ministerie d’Interieur, SIRPA Gendarmerie, Service Media, Prefecture de Police de París y BE Meyers

La noche del día 13 de noviembre tuvo lugar un ataque coordinado por parte de varios terroristas en la sala de conciertos Bataclán y en varios lugares con público de la zona que acabaron con ciento treinta muertos y más de trescientos cincuenta heridos, la acción más grave realizada sobre civiles en Europa desde las bombas en los trenes españoles de marzo de 2004.

Ese incidente, azotó París, la capital francesa. Allí, ya habían tenido lugar otros ataques recientes sobre la plantilla del periódico satírico Charlie Hebdo y en un supermercado de Porte de Vicennes. Quienes protagonizaron esos hechos son terroristas actuando sin control y, aparentemente, con el objetivo de causar daño, dolor y que la percepción occidental se vea de una forma u otra resentida.

Respuesta policial

La obtención de la Inteligencia más precisa sobre los movimientos de personas, grupos o de los llamados “lobos solitarios” figura entre las máximas prioridades de los gobiernos europeos y de los servicios de seguridad que para ellos trabajan. Siguen movimientos, captan conversaciones, mantienen informadores,…, medidas que buscan tener “ojos y oídos” para avanzarse a posibles ataques y neutralizarlos antes de que se lleguen a plantear.

Complementariamente, se han realizado en los últimos años otras actuaciones de carácter más ofensivo en las que nos vamos a detener en estas páginas. Les presentaremos cual es la capacidad táctica policial que Francia tiene en la actualidad para intervenir, de forma diligente y quirúrgica, en casos de secuestros graves, de atentados terroristas y de otro tipo de incidentes que requieran del uso de la llamada capacidad de asalto policial. El trabajo de refuerzo no es reciente, pues ya en 2010 se decidió constituir a la Unidad de Coordinación de las Fuerzas de Intervención (UCOFI) en el seno del Ministerio del Interior, núcleo que tiene como máximos responsables a un general de la Gendarmería y un Comisario de la Policía; de esa misma época es otra estructura operacional a la que se conoce como Fuerza de Intervención de la PN (FIPN, Force d’Intervention de la Police Nationale) que es una estructura operacional que actúa como órgano de coordinación de las diferentes capacidades de asalto aportadas por grupos como el RAID, el GIPN y la BRI-BAC.

Hoy, tras decidirse su implantación en los primeros meses de 2016 y realizar los consecuentes cambios orgánicos, de adiestramiento y de equipamiento, hay un esquema de carácter nacional para que las fuerzas de Seguridad puedan intervenir de forma capaz y precisa. Aglutina el potencial de la Gendarmerie Nationale, la Police Nationale y la Préfecture de Police parisina. Si nos atendemos a los datos oficiales difundidos por el Ministro del Interior Bernard Cazeneuve en 2016, cuentan con nada menos que 29 Unidades de Intervención de alta especialización -tenían 22 y han activado 7 más- que están reforzadas por Unidades de Intervención intermedias que son unas 750 -son unidades de proximidad que trabajan con el concepto “primo-intervention” y están conformadas de manera especial por pelotones BAC de la Policía y pelotones PSIG Sabre de la Gendarmería- y se reparten por todo el territorio galo, incluidas sus islas y territorio de ultramar. Trabajan siguiendo unos procedimientos que suman capacidades y se basan en la modularidad y complementariedad que permite a una unidad aprovechar medios de otra y ser reforzada si la crisis así lo determinen.

Paralelamente, se activaron presupuestos extraordinarios que garantizaron la consecución de los objetivos planteados en todo el ambicioso plan táctico policial de Francia y se tomó la interesante decisión de racionalizar la estructura de decisión y de conducción de las operaciones de forma que todas las fuerzas de intervención están bajo la dependencia de un único Jefe en el caso de ser activadas y que se define la figura del coordinador único designado para responder en caso de ataques múltiples en una misma área, garantizándose así dispositivos policiales más fluidos y con mayor capacidad reactiva y de garantía en la coherencia de las tácticas operativas que se decida desarrollar.

Significar que en todo caso prima lo que se conoce como protocolo PUA (Procédure d’Urgence Absolute) que asegura la mejor eficacia en situaciones de extrema gravedad, por lo que se ha decidido aplicarlo de forma sistemática cuando sea oportuno ante ese tipo de crisis; según se define en el mismo le corresponderá intervenir a aquella unidad que esté más próxima, independientemente de que sea su competencia territorial u otros factores no estrictamente relacionados con el deseo primordial de salvaguardar la vida de las personas afectadas por un hipotético ataque.

Una parte significativa de esas capacidades lo aporta la Gendarmerie que focaliza en especial sus fuerzas y capacidades hacia el medio rural y a ellos les corresponde también intervenir en los aeropuertos. En su seno se encuentra el GIGN (Groupe d’Intervention de la Gendarmerie Nationale) que, ubicado en la Base de Satory, totaliza hoy más de cuatrocientos efectivos en su plantilla. Aporta un potencial de respuesta que, abarcando todo el país, pueda garantizar el disponer con cierta rapidez de un núcleo especialmente potente, equipado y adiestrado con el que intentar zanjar un determinado problema que se pueda concretar. Se estableció que tienen que tener capacidad para movilizar equipos en un plazo de entre 15 y 30 minutos después de recibir una alerta, tanto de día como de noche y durante los 365 días del año.

Decirles que el GIGN es el principal grupo francés, el más experimentado y el que tiene más efectivos. Sobre todo actúan en caso de intervenciones en buques o aviones, en tomas de rehenes por parte de grupos terroristas en el extranjero o en ataques terroristas de carácter NBQ (Nuclear, Bacteriológico y Químico). Reforzando a ese Grupo se ha decidido crear una estructura complementaria en la que se han aprovechado las capacidades de los llamados PI2G (Pelotons d’Intervention Interrrégionaux de Gendarmerie Mobile). Se han transformado, equipado y formado para dar lugar a lo que ahora se conoce como antennes GIGN (AGIGN), fuerzas de carácter intermedio de las que se han conseguido organizar, tras crear nuevas, un total de trece de las que seis despliegan en territorio metropolitano -Toulouse, Oranje, Dijon, Nantes, Reims y Tours- y siete en territorio de ultramar -Guadalupe, Martinica, Guyana, La Reunión, Nueva Caledonia, la Polinesia Francesa y Mayotte-. Las AGIGN tienen que tener capacidad de salir para un servicio en menos de treinta minutos y para ello están configuradas por una estructura que incluye en el caso de las metropolitanas unos cincuenta efectivos y unos treinta y cinco en las de ultramar.

Distintas capacidades

Otro elemento, poco conocido porque sus cometidos reales no suelen ser difundidos más allá de las fronteras alas, es el llamado RAID (Recherche, Assistance, Intervention, Disuasión) que es el más famoso y consolidado de los de su tipo dentro de la Police Nationale. Se le constituyó en 1985, destacando que ha ido evolucionando en lo que a funcionarios se refiere pues en el inicio se contaba con ochenta y cinco que pasaron en 2002 a ser ciento siete y a ser sobre ciento setenta en la actualidad. El incremento de personal se debe al cambio en la percepción de la amenaza o al deseo de darles competencias como las de apoyo a los servicios de investigación y a los judiciales que trabajan en el ámbito antiterrorista o a incluir en su seno una célula con capacidad de gestión de crisis y de negociación. Operativamente hablando, en su seno hay organizados cuatro núcleos de intervención y con treinta de sus efectivos. Con parte de ellos se pueden constituir las llamadas célula “Omega” que desplegarían en diversos actos llevando armas de diferente calibre y alto potencial neutralizador; su territorio de actuación preferente es la periferia parisina o el Eurotúnel que une Francia con Gran Bretaña.

Al RAID, que usualmente trabaja en 21 distritos próximos a París, lo complementaban los llamados Grupos de Intervención de la PN (GIPN, Groupes d’Intervention de la Police Nationale), que están encuadrados desde 2013 en una estructura común que hace que puedan reforzarse de forma mutua. En la actualidad, tras decidirse no hace mucho crear tres nuevas ARAID -A por antenne-, son una decena, están cubiertas por unos doscientos efectivos y se reparten en ciudades como Bordeaux, Lille, Lyon, Marsella, Niza, Rennes, Estrasburgo, Toulouse, Montpellier y Nancy. Asumen cometidos como las tomas de rehenes, la neutralización de aquellos que se hayan hecho fuertes en un espacio concreto, los motines en las prisiones o la detención de individuos especialmente peligrosos.

Comentar que, en general, la PN focaliza más sus actuaciones en el medio urbano, las ciudades, y de aquellas intervenciones de asalto que tengan como escenario las estaciones de ferrocarril. Queda manifiestamente más claro que las situaciones más peculiares y que requieran del empleo de técnicas particulares más elaboradas serían asumidas por los gendarmes.

Dentro de la estructura que responde a la intervención más especializada hay un recurso adicional. Es la que se conoce como Brigada de Búsqueda e Intervención (BRI, Brigade de Recherche et d’Intervention) que es heredera de la llamada SRI (Section de Recherche et d’Intervention) que se creó el 22 de septiembre de 1964, optando por el nombre de BRI en 1967. Esta última, que hoy tiene sobre medio centenar de agentes tácticos encuadrados en su estructura, está adscrita a la Prefecture de Police de la capital francesa,  ubicación de la que se deriva su actuación preferentemente en París.

Se la puede reforzar con personal de otros servicios, como núcleos de Policía Judicial, para así configurar la BAC (Brigade Anti-Commando) que ha participado diligentemente en los atentados terroristas de los últimos años y de la que oficialmente ha difundido engloba a unos setenta hombres, aunque puede ser una cifra superior la que realmente tengan; en la BRI-BAC se encuadra personal de cinco especializaciones: negociación, robos con violencia, escalada, tiro de alta precisión (THP, Tireur de Haute Précision) e intervención en situaciones NBRQ (Nuclear, Biológico, Radiológico y Químico). Algunos están cualificados para controlar “drones” en cometidos de vigilancia, para trabajar con perros especialmente adiestrados, o para portar escudos de protección antibala -en uno usado en el asalto a la sala Bataclán pueden contabilizarse 27 impactos de balas, muchas de ellas del 7,62x39mm de los “Kalashnikov” de los terroristas- con los que cubrir los avances de sus compañeros. Se recurre a ellos en especial para dispositivos de traslados de personas especialmente peligrosos o cuando hay que actuar en París contra cualquier rama del terrorismo. Su formación y selección es muy exigente, y sólo 4 o 5 candidatos de cada cien que se presentan a las pruebas de búsqueda de nuevo personal son admitidos.

Para acabar, apuntar que dentro de la estructura de la Police Nationale, en la que se encuadra la BRI-BAC, se mantienen otras BRI’s para responder a situaciones que así lo requieren, por lo que su despliegue por todo el territorio francés es usual y se podría recurrir a ellas si la situación crítica es especialmente grave y no hay otros recursos a mano. Son parte de la capacidad que combate el crimen y se encarga de detener o neutralizar a los criminales más violentos, por lo cual suelen trabajar de incognito y sin prendas de uniformidad que delaten su presencia. Además de la parisina, hay dos BRI con capacidad de actuación a nivel de todo el país -la BRI-NAT de Nanterre y la BRI-FN focalizada en temas financieros- y otras más de tipo regional e independientes entre sí ubicadas en Lyon, Marsella, Niza, Montpellier, Nantes, Rouer, Lille, Versalles, Orleans y otros emplazamientos de Francia.

Como colofón, y así lo habrá podido ver el lector de este artículo informativo genérico, decirles que la capacidad táctica francesa ha mejorado mucho en los últimos tiempos, por lo que incluso podría haber alguna capacidad adicional a las reseñadas que son fruto de informaciones oficiales obtenidas por canales abiertos. Se ha reforzado su capacidad antibala con cascos y chalecos, su potencia de fuego con armas de gran poder neutralizador y hasta han sido provistos con vehículos blindados 4×4 y 6×6 que aseguran un potencial distinto, estructurado y eficiente. Francia, como suele ser habitual, ha dedicado recursos a un problema y ahora están en una mucha mejor disposición para hacer frente a aquellos sucesos protagonizados por terroristas o enajenados que puedan surgir hoy, mañana o en el futuro.

Texto : Octavio Díez Cámara Fotos:  Octavio Díez Cámara, Ministerie d’Interieur, SIRPA Gendarmerie, Service Media, Prefecture de Police de París y BE Meyers

Este artículo se publicó en el número de la Revista Tactical Online Mayo 2020.

Tactical Online Mayo 2020