FLINTLOCK: países occidentales forman en contraterrorismo a africanos

Texto: Octavio Díez Cámara© Fotos: US ARMY, DoD

El concepto de Defensa adelantada, junto a otros aspectos como la influencia política en determinadas áreas o el interés de mantener cierta presencia y prestigio en otras, llevó a Estados Unidos a generar una serie de adiestramientos contraterroristas con fuerzas militares de países africanos que se conocen con el nombre genérico de “Flintlock”.

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A esa voluntad, y con el paso de los años, se han ido añadiendo las de otros países -generalmente europeos- que, como aliados, apoyan el esfuerzo que se hace para generar más capacidades militares locales de forma que sean las propias naciones las que, empleando sus propios hombres y recursos pero siguiendo una metodología de trabajo inspirada en la occidental, puedan hacer frente a amenazas internas y externas generadas por grupos terroristas o facciones armadas que busquen influir en la paz y estabilidad de determinados espacios y territorios.

En ese esfuerzo, y por eso se lo presentamos aquí, participa también desde hace unos años España. Básicamente, lo que se ha venido haciendo ha sido organizar contingentes de personal con una amplia experiencia militar, en áreas en las que destacan las Operaciones Especiales (OEs), para que actúen como instructores o formadores de personal de unidades de élite locales. De forma complementaria, la Guardia Civil también realiza una especial cooperación en ese esfuerzo común que, no olvidemos, busca que determinadas amenazas conocidas y no conocidas -especialmente las de tipo no convencional- sean neutralizadas o minimizadas en origen para que no acaben llegando a territorio propio y generando problemas de distinta tipología para los intereses nacionales.

Por lo que hemos conocido, a lo largo de la pasada década y la actual, han estado involucradas en algunos de los “Flintlock” tanto la Unidad de Acción Rural (UAR) como el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Benemérita. También, entre otros recursos específicos del Estado español, el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC) del Ejército del Aire y del Espacio, la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) de la Infantería de Marina de la Armada, y el Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra.

Adiestramiento cruzado

Los ejercicios “Flintlock” son de carácter anual y tienen como escenario distintos puntos de la geografía africana. En ellos, participan fuerzas contraterroristas de Estados Unidos y de otros países occidentales que, operando junto a unidades similares locales, ponen a punto protocolos y procedimientos de su especialización. Tiene un objetivo focalizado en lo que son las OEs.

Los antecedentes se remontan a los años ochenta del siglo pasado cuando, con carácter bianual y apoyado en las necesidades formativas de los hombres del 5th Special Forces Group (SFG) del Ejército, el Mando de Estados Unidos para Europa (EUCOM, US European Command) comenzó a desarrollar un programa designado como Entrenamiento de Intercambio Combinado Conjunto (JCET, Joint Combined Exchange Training) focalizado en formación en operaciones como el control de situaciones de desastre, la búsqueda y el rescate, las operaciones de apoyo sanitario al combate o la construcción de espacios de tipo multipropósito para todo tipo de prácticas.

En su evolución, y con el paso de los años -en 2005 su ejecución pasó a ser anual-, se le dio como nombre Iniciativa Contraterrorista Transahariana (TSCTI, Trans-Sahara Counterterrorism Intitiative). Durante los años iniciales el Departamento de Defensa estadounidense formalizó, como contribución al TSCTI, la Operación “Enduring Freedom-Trans Sahara” liderada por una Fuerza de Tareas conjuntas de OEs (JSOTF, Joint Special Operations Task Force) que se encargaba de planificar coordinar y ejecutar los “Flintlock”.

Fue en 2008 cuando se decidió variar el encuadramiento al establecerse el Mando de los Estados Unidos para África (AFRICOM, US African Command) y apostar también por una variación en la designación de TSCTI que, dentro de un proceso de transición perfectamente estructurado y ejecutado, se transformó en TSCTP (Trans-Sahara Counterterrrorism Parthnership). En su transformación para adaptarse a nuevo tiempos y necesidades, y teniendo en cuenta que inicialmente se buscaba dar encuadre a la necesidad que tenían las fuerzas de OEs estadounidenses en adiestrarse en todo tipo de entornos y áreas de actuación, se optó por incidir en otros ámbitos: adiestramiento de Infantería ligera, operaciones de pacificación, operaciones sanitarias, adiestramiento en derechos humanos, operaciones aerotransportadas, liderazgo en el adiestramiento, y otros ámbitos específicos más de lo militar.

En esos momentos se confiaba en que buena parte de los objetivos fuesen dirigidos a los militares de la llamada nación anfitriona y que el personal estadounidense estuviese encuadrado en las Fuerzas Especiales (SF, Special Forces) del Ejército. Esto último cambió y se comenzó a recibir el apoyo de otras fuerzas de OEs y también comenzó a contarse con contingentes provenientes de países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); por ejemplo en 2009, teniendo a Mali como anfitrión, se desplegaron cuatro aeronaves CV-22 “Osprey”, que incluyen hélices que giran para poder volar de forma convencional o despegar en modo vertical, del 8th Special Operations de la USAF (US Air Force) con sede en Hulburt Field en Florida.

Poco a poco se fueron incorporando otros activos, ampliando el área de interés al oeste y norte de África, y desarrollando misiones de tipo estratégico que incluían la participación de fuerzas locales y occidentales en cometidos reales beneficiosos para los primeros. Se pasó por Mali, Burkina Faso o Mauritania en 2013, año en el que se estableció la integración de una Fuerza de Tareas Combinada y Conjunta de OEs (CJSTOF, Combined Joint Special Operations Task Force) liderada por los africanos e integrando elementos de logística, información, asuntos civiles, Inteligencia y Mando y Control. Algunos despliegues han sido aprovechados para realizar operaciones reales contra núcleos de interés manifestados por alguna de las naciones participantes.

Ya más recientemente, y considerando los numerosos cambios que a nivel internacional han hecho variar los intereses en relación a distintas zonas africanas, se evolucionó para que “Flintlock” tuviese una transformación hacia un nivel objetivo más relacionado con la ejecución táctica de las operaciones. De manera complementaria, se han ido añadiendo otros intereses que han llevado a que los participantes focalizasen algunos esfuerzos primero en lo que es la planificación operacional y después en la ahora en boga integración multidominio, esta última incorporada en fecha tan reciente como 2022 y en beneficio de los cuatro centenares de participantes en la edición de ese año.

“Flintlock” 2023

Este año, el adiestramiento africano liderado por el AFRICOM se desarrolló tanto en Ghana como en Costa de Marfil. Han sido quince días intensos, ejecutados entre el 1 y el 15 de marzo, en los que se han visto involucradas fuerzas de una treintena de países que sumaban aportaciones, nada desdeñables, de 1.300 militares de alto nivel y capacitación.

Muchos de ellos, que incluían a varios colectivos de guardias civiles de la UAR y de otras unidades de OEs españolas, portaban en sus armas personales, como puede verse en las fotografías que acompañan estas páginas, visores del mejor fabricante internacional de los optrónicos de punto rojo y complementos ópticos de varios aumentos para ellos. Los suecos de Aimpoint, disponibles a través de AASIAS.com en España, los hemos podido ver en algunas de sus configuraciones más recientes que incluyen las series “Micro” y CompM5 que aportan, por su fiabilidad y robustez máxima, las mejores prestaciones a aquellos que trabajan en entornos hostiles y requieren de la mejor capacidad de puntería para neutralizar, con la máxima eficiencia, diferentes objetivos; incluso, hemos podido apreciar algunos antiguos Aimpoint 5000, curiosamente instalados en plataformas tipo AK, que tienen varias décadas y siguen aún en activo y funcionando, lo que demuestra la calidad que caracteriza a los visores de punto rojo Aimpoint que son todo un referente internacional en su segmento de producto y están considerados como lo mejor hoy disponible.

Volviendo a “Flintlock” 2023, y a la participación específica de España, deciros que la presencia ha tenido como objetivo el reforzar las capacidades de las unidades de OEs de distintos países de África en su actividad de lucha contra facciones terroristas. Por ese motivo, se ha programado una participación activa con fuerzas sobre el terreno -LIVEX es la designación que se le da a la misma en el entorno militar- que, teniendo en cuenta datos oficiales, han incluido a una treintena de profesionales de las OEs de unidades como el MOE, el EZAPAC, la FGNE o el Mando Conjunto de OEs (MCOE), y con ellos la dotación completa, que suma casi medio centenar de efectivos adicionales a los reseñados, del Buque de Acción Marítima (BAM) P45 “Audaz” que fue entregado en el 2018 y es una unidad naval de las más modernas de la Armada; por cierto, embarcado para el despliegue estaba un Equipo Operativo de Seguridad (EOS) con personal de Infantería de Marina de la Brigada “Tercio de Armada” de San Fernando.

La estancia de este navío en instalaciones portuarias de Ghana se enmarcaba, como se ha informado oficialmente, dentro de un despliegue que se inició en enero de 2023 a aguas de la costa occidental africana para participar en distintos cometidos de vigilancia y cooperación con naciones amigas. En el caso que nos ocupa en estas páginas, se le usó, por sus excelentes cualidades y capacidad para llevar un importante núcleo de hombres adicionales a la tripulación a bordo, para realizar actividades relacionadas con la proyección desde la mar. Se da la circunstancia que ha sido la primera vez que un navío militar participa en los “Flintlock” y ese hito lo ha conseguido el P-45 español.

Es importante también que OEs y el “Audaz”, trabajando en un entorno con temperaturas superiores a los 30 grados y caracterizado por una humedad del 90%, han cooperado conjuntamente para cometidos de adiestramiento de fuerzas de países ribereños en lo que son las actividades de planificación y ejecución de misiones complejas que puedan requerirse para frenar tráficos ilícitos de personas o de mercancías.

Se aprovechó la plataforma naval de la Armada para emplearlo como unidad de apoyo a las actividades formativas y también como escenario donde tuvieron lugar algunas prácticas relacionadas con temas de abordaje a buques en el mar o de movimientos dentro de sus especiales estructuras -puente, pasillos, sollados, …- que exigen el conocer unas pautas concretas respecto a lo que son las mismas y cómo están configuradas. Participó también el P-45 en apoyos relacionados con acciones directas sobre determinadas amenazas, para inserciones que buscaban mover fuerzas para realizar vigilancias y reconocimientos especiales, para prácticas de rescates de rehenes e incluso para acciones de rescate y evacuación de no combatientes, las conocidas como operaciones NEO (Non-combatant Evacuation Operation).

Los militares españoles y de otros países trabajaron siguiendo las instrucciones y coordinaciones emanadas de un Cuartel General que se constituyó específicamente, con personal de distintas nacionalidades, para este ejercicio y que se vio directamente involucrado en todo lo relacionado con la ejecución de las distintas actividades y prácticas previstas, incluyéndose en el mismo un equipo de planeamiento que generaba incidencias. Por parte de España, la responsabilidad de planear y dirigir la participación de los militares nacionales la tuvo el MCOE que tiene unas instalaciones específicas para ello en la Base de Retamares (Madrid); su máximo responsable, el general de brigada Ángel Herrezuelo y el teniente general Francisco Braco Carbó, que es Comandante del Mando de Operaciones, se desplazaron, entre otras autoridades, hasta Acra, la capital de Ghana, para conocer lo que allí se estaba realizando.

Entre las actividades llevadas a cabo, explicaros que el “Audaz” participó, después de haber realizado previamente un periplo de 8.000 millas náuticas desde Cartagena que le había llevado a Nigeria, Angola o República del Congo, en ejercicios de abordaje, electro medicina, buceo y otros, que incluyeron alguno sobre el empleo de sistemas no tripulados controlados a distancia en operaciones marítimas, con militares de la Marina de Ghana.

Su cubierta y espacios interiores fueron el escenario donde casi dos centenares de efectivos de Fuerzas de Operaciones Especiales (SOF, Special Operations Forces) -un nivel inferior a lo que son las SF- de Marruecos, Nigeria, Costa de Marfil, Cabo Verde o Ghana realizaron actividades formativas en puerto para ejercitarse en el trabajo con plataformas navales como la española, realizándose prácticas de búsqueda y limpieza en espacios interiores siguiendo la metodología propia de actuaciones en áreas confinadas (CQC, Close Quarter Combat); tras una navegación se realizaron prácticas de acciones directas con apoyo de fuegos, actividades en la que cabe destacar un ejercicio de abordaje con oposición enmarcado dentro de un escenario de contraterrorismo.

Acabaremos estas páginas incidiendo en que los ejercicios anuales “Flintlock” en su edición de 2023 han estado gestionados y organizados por los máximos responsables del Mando de Operaciones Especiales de Estados Unidos para África (SOCAFRICA, US Special Operations Command Africa) que tiene su sede en los “Kelley Barracks” próximos a Stuttgart (Alemania). En la zona de operaciones estuvieron tanto el vicealmirante Milton “Jamie” Sands III, que lleva en su uniforme el emblema que lo identifica como miembro de los SEAL (SEa, Air and Land), como el coronel del Cuerpo de Marines (USMC, US Marine Corps) Robert Zyla que es su segundo. Los adiestramientos realizados tienen como objetivo principal el mejorar la capacidad de determinados países aliados y amigos de determinadas zonas de África -sobre todo en la zona oeste y en el SAHEL- puedan actuar por si mismos contra organizaciones extremistas de carácter violento, cooperar con sus vecinos en acciones transfronterizas y ofrecer el mayor nivel de seguridad a sus ciudadanos, acciones que se buscan sean lo más respetuosas posibles en el entorno de los derechos humanos de los que allí habitan.

Estados Unidos lidera estos ejercicios internacionales del más alto nivel y países como España han demostrado a lo largo ya de varios años su implicación en los mismos aportando hombres y recursos para lograr esa interacción pretendida que forje lazos fuertes entre militares y fuerzas de OEs que están, hoy más que nunca, llamadas a actuar coordinadamente para neutralizar diferentes amenazas que primero pueden ser locales y posteriormente, y con más rapidez de lo esperado, llegar a ser trasnacionales.