El entrenamiento con simuladores es una práctica habitual en muchas áreas del conocimiento y desarrollo de habilidades. En la industria, defensa, motor, aeronáutica, etcétera, se utiliza de manera habitual y a diario la práctica en simuladores.
Las ventajas son claras: podemos entrenar en cualquier momento y podemos recrear cualquier situación, por muy surrealista que parezca.
En vehículos, por ejemplo, vemos que desde la Formula 1 hasta conductores de camiones pueden recrear las diferentes pistas o dificultades a las que se podrían enfrentar en el peor de los casos.
Al utilizar un simulador se obtienen varios beneficios:
- Destreza en la manipulación de los diferentes elementos con los que tengamos que trabajar -volante, mandos de un avión, armas,…-.
- Familiaridad con las situaciones. Si recorremos decenas de veces un circuito o nos enfrentamos a una situación con rehenes múltiples veces, el factor sorpresa disminuirá en nosotros, proporcionándonos una ventaja sobre la situación.
- Introducir situaciones extremas. La vida es una combinación de mucha cotidianidad y un poco de excepcionalidad. Entrenar ambas cosas nos permitirá culminar nuestras acciones con mayores garantías de éxito. Recrear situaciones extremas en la vida real es totalmente contraproducente por el riesgo que conlleva -fallos de motor en aviones, múltiples pinchazos en las ruedas en coches o un incidente con tiradores activos-.
- Entrenamiento 24/7 en cualquier condición. Podemos recrear lluvia, frio, viento, día o noche. Independientemente de la hora del día o de las condiciones atmosféricas exteriores.
- Coste reducido del entrenamiento. En cualquier simulador, las horas de entrenamiento reducen considerablemente los costes del entrenamiento.
Estos hechos siempre serán proporcionales a la calidad del simulador y la relación del coste real contra el entrenamiento virtual. Por ejemplo, y centrándonos en el entrenamiento para la seguridad y protección. No es lo mismo un simulador que “sólo” recree imágenes en calidad de videojuegos o que solo sirva para el entrenamiento de armas de fuego, dejando por ejemplo al margen, la simulación de gases, municiones de impacto o dispositivos conductores de energía -armas eléctricas- o las tomas de decisiones.
Realismo en el entrenamiento
Los simuladores han mejorado en los últimos años de una manera exponencial. En el momento presente, algunos simuladores son capaces de recrear con todo lujo de detalles e incluso con imágenes reales, situaciones extremadamente peligrosas, complejos cálculos balísticos en el entrenamiento de tiro a larga distancia y en tiempo real.
Este realismo es fundamental para adquirir tanto la destreza como la familiaridad con las posibles situaciones que nos vamos a enfrentar. La utilización de armas no reales o la práctica en presentaciones gráficas deficientes no crearan en nuestro cerebro la habitualidad a las situaciones. Un buen ejemplo son los blancos de papel. Por mucho entrenamiento que hagamos con ese tipo de dianas, nunca crearán en nuestro cerebro la imagen de estar enfrentándonos a un ser humano armado y que quiere arrebatarnos la vida o la de terceros. Nos servirán para adquirir destreza y habilidades en nuestras manipulaciones y puntería, pero no nos causarán el hábito de enfrentarnos con seres humanos armados.
El papel del instructor es definitivo en el diseño, la ejecución del ejercicio y el debriefing para corregir los errores y mostrar las mejoras.
Situaciones nuevas, entrenamiento nuevo
La simulación de escenarios es algo que se realiza de manera habitual en el mundo de las Operaciones Especiales, tanto policiales como militares. Cuando se dispone de “algo” de tiempo, o es una operación planificada, las unidades se preparan con antelación para afrontar una determinada situación. Además de reconocer el entorno, vías de escape, …, también recrean la zona de operaciones y el modus operandi. En operaciones muy conocidas, como la captura de Bin Laden, se construyó hasta un recinto similar al objetivo real basándose en las informaciones de Inteligencia. Allí, se ejercitaron, múltiples veces, en la aproximación, el asalto y la extracción.
Niveles de entrenamiento
Es una constante pensar que los simuladores sólo son adecuados en las primeras fases del entrenamiento. Eso es una percepción incompleta. Por supuesto que a los alumnos les facilita el conocimiento y la destreza básica en la manipulación de armas de fuego en un entorno seguro, pero hay mucho más. Como apuntábamos con anterioridad, el enfrentamiento a múltiples situaciones desconocidas, incluso para los más avezados, les dará un “plus” de seguridad y conocimientos con un riesgo y coste muy bajo.
Poder entrenar dispositivos eléctricos no letales, además de reducir el coste de la formación inicial en varias centenas de miles de euros -según el tamaño de la plantilla- permite un entrenamiento más constante y actualizado a lo largo de los años.
Enfrentar nuevas situaciones, crear nuevos protocolos es mucho más sencillo si podemos probarlo, actualizarlo y probarlo de nuevo con el riesgo y el coste más bajo.
Simuladores avanzados de entrenamiento
Cada vez hay mas simuladores, pero no todos son iguales. Es importante que un simulador sea operado por un instructor cualificado, y también lo es que permita la toma de decisiones. Es imprescindible que el agente pueda decidir si utilizar su arma o no, dependiendo del escenario al que se enfrente y su interacción con el mismo. Una misma situación puede acabar de varias maneras diferentes según sean las decisiones que se tomen y los comandos verbales que se utilicen.
No sólo tenemos que aprender la destreza con armas de fuego. Un simulador de toma de decisiones es mucho más. Permite elegir que elemento de fuerza utilizar y cuando, en que consecuencias deriva y si podemos reconducir la situación o paliar los efectos.
De nuevo la participación del instructor es crucial para crear, ejecutar y presentar variaciones en tiempo real según accione/reaccione el agente.
VirTra simuladores de entrenamiento y toma de decisiones
Los simuladores de entrenamiento y toma de decisiones VirTra permiten iniciarse en el uso de armas por parte de los alumnos aspirantes a policías y adquirir seguridad y destreza en el manejo de las armas sin riesgo ninguno. También, permiten habituarse al diálogo y la interacción con las más diversas situaciones donde un agente debe intervenir. Pero también posibilitan la incorporación de nuevos elementos, como las pistolas eléctricas, lanzadores o gases.
VirTra permite el registro de los ejercicios personalizados por agente y un diseño de nuevos ejercicios, evoluciones, simulaciones, recreación de sucesos acontecidos con escenarios propios, etc., para la mejora de la formación en los instruidos no solo técnicamente sino también para la toma de decisiones, trabajos en equipo o, entre otras actividades, manejo de situaciones complejas.
Los debriefings son importantes y VirTra permite, imagen a imagen, observar las acciones/reacciones del agente a las acciones o ejercicios, tiempos de respuesta, etc.
Conclusión
Los simuladores son herramientas imprescindibles para la mejora de la respuesta humana frente a determinadas situaciones.
En el caso de los simuladores de tiro, VirTra es el mejor sistema para recrear situaciones reales de galería/campo de tiro con todo tipo de armamento, incluido las municiones de impacto, sprays de defensa y armas eléctricas, y también simulaciones reales con personas reales que permitirán a los agentes entrenar 24/7 en cualquier condición climática, con riesgo prácticamente nulo y con unos costes de explotación ínfimos. La reducción de costes en el entrenamiento con simuladores es muy importante al permitir que todos los agentes puedan acceder a una formación abundante y periódica, pero, probablemente, el adiestramiento en la toma de decisiones lo es aún más porque, directamente, salva vidas.
VirTra es distribuido por AASIAS.com
Este artículo fue publicado en Tactical Online Mayo 2020