El ronroneo de los helicópteros volando cerca de distintas embarcaciones que, impulsadas por el viento y apoyándose en la tecnología más moderna, se desplazaban a gran velocidad rozando la superficie marcó los inicios de la prueba preliminar de la 37 Copa América de vela que durante tres jornadas de septiembre se desarrolló en las aguas próximas al puerto de la población costera catalana de Vilanova i la Geltrú.
Las regatas, de gran difusión mediática internacional pues es la competición más importante dentro del deporte de la vela y se estima que es el tercer evento deportivo del mundo teniendo en cuenta el impacto económico que se genera en el país anfitrión, han permitido comprobar la disposición respecto de la prueba definitiva que está prevista para mediados de 2024 en Barcelona.

Centenares de naves de distinto porte se dieron cita en aguas de Vilanova i la Geltrú para la previa de la Copa América de 2024. (Octavio Díez Cámara)
A los helicópteros reseñados se añadió otro que nada tenía que ver con la filmación de vistosas imágenes que, casi de forma inmediata y apoyándose en los enlaces por satélite, eran visionadas por todo tipo de seguidores en los lugares más recónditos del planeta.
El aparato en cuestión era el matriculado 09-401 (HU30-01) del Servicio Aéreo (SAER) de la Guardia Civil (GC) española. Se trataba de un Eurocopter AS 365N3 “Dauphin” 2 que, recibido en 2016, aporta un concepto potente, gracias a su planta propulsora con dos turbinas Arriel 2C que suman 1.700 caballos, y discreto, por su rotor de cola entubado “Fenestrón” que genera menos ruido al volar y hace que su presencia sea detectada cuando ya está casi encima de un objetivo determinado.

Los tiradores de precisión del Grupo de Acción Rápida (GAR) emplearon como plataforma de actuación los helicópteros del Servicio Aéreo de la Benemérita. (Octavio Díez Cámara)
Varias capacidades
Esas cualidades de discreción y potencia, así como la seguridad de su doble planta motriz, lo hacen idóneo para volar sobre la superficie del mar llevando en él una carga de varios cientos de kilogramos. En este caso, la misma eran varios agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) que, encuadrados dentro de la Unidad de Acción Rural (UAR) que como el anterior tiene sede en unas amplias instalaciones de la calle Duques de Nájera en Logroño, estaban adscritos al amplio dispositivo de seguridad que se estableció en torno a las regatas que tuvieron lugar los días 15 a 17 del pasado septiembre.
Esos guardias civiles de élite eran tiradores de alta precisión especializados en el manejo de armas largas que consiguen certeros impactos con su disparos incluso a largas distancias. En el caso que nos ocupa, cubrieron su cometido vigilando cualquier incidencia desde el cielo -probablemente también desde otros emplazamiento en tierra- por si se recababa su atención para resolver algún incidente grave que se pudiese presentar; con ellos llevaban un arma idónea para estos cometidos, el fusil semiautomático HK417 que dispara municiones del 7,62x51mm con las que consigue precisiones del orden de 1,5 MOA (Minute Of Angle) y ello manteniendo su potencial para realizar varios disparos consecutivos de forma especialmente rápida, lo que lo convierte en un arma especialmente diseñada para situaciones como en la que se encontraba participando el personal del GAR.

La Guardia Civil llevó varios buques y uno de sus helicópteros para participar en acciones dinámicas del dispositivo de seguridad naval. (Octavio Díez Cámara)
Los hombres del GAR no fueron los únicos especialistas de alta capacidad técnica de la Benemérita en ser activados. Según informó la GC a través de la red de redes, fueron unos trescientos sus agentes movilizados durante estas regatas y entre el personal que, de una forma u otra participó en algún aspecto del dispositivo de vigilancia y seguridad, se incluyeron especialistas de los equipos “Pegaso” que manejan sofisticados equipos de detección y neutralización de drones para evitar su presencia no autorizada en un lugar concreto. También estuvo personal del Servicio Cinológico con equipos de guardias civiles con perros adiestrados en distintos cometidos, agentes de las unidades de Seguridad y Fiscales, y hasta buceadores adscritos a los GEAS (Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas) que además de llevar a cabo misiones submarinas pueden patronear distintas embarcaciones de superficie.

Toma en la que podemos ver tres naves del SEMAR de la Guardia Civil que estuvieron involucradas en el dispositivo de vigilancia y seguridad que les explicamos. (Octavio Díez Cámara)
La mayor aportación de estas últimas en lo que a desplazamiento se refiere la aportó el Servicio Marítimo (SEMAR) que, manteniendo sus competencias centradas en las aguas de la geografía peninsular e insular española, desplegó siete buques de distinto porte y capacidad que se mantuvieron en navegación sobre todo cuando se realizaban las pruebas propias de las regatas.

La gran afluencia de público requería de una presencia policial fuerte durante las tres jornadas de las pruebas náuticas. (Octavio Díez Cámara)
Estuvo presente la “Rio Riaza” que, recibida en fecha tan reciente como abril de 2023, se caracteriza por tener 35 metros de eslora, incluir una novedosa propulsión híbrida y contar con un tono de pintura oscuro sobre su casco que sigue una línea distinta de otras de la Benemérita. Se informó que la nave había estado acondicionada en esta ocasión para actuar como centro Mando a flote (OWOC, On Water Operations Center) desde el que se coordinaban distintos medios navales que incluían varios de los de navíos -por cierto, fácilmente identificables por su vistoso color rojizo- destacados a la zona por la SASEMAR (Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima).

Cerca de la “Rio Francolí” de la Benemérita pasa una de las veloces naves que participaban en unas pruebas náuticas de alto nivel internacional. (Octavio Díez Cámara)
Del SEMAR también pudimos ver la constante actividad realizada por aquellos guardias civiles que, caracterizados por una preparación y adiestramiento singular dentro de la GC, dan cobertura a las tripulaciones de los distintos tipos de patrulleras concentradas en estas pruebas. Allí estuvieron la “Rio Tordera” que es del tipo Rodman 66 y usualmente con sede en Barcelona, o la A17 “Rio Francoli” que es del tipo Rodman 101 y suele operar desde Torredembarra en Tarragona. Las complementaron con otras más entre las que se incluirían algunas Armon tipo S18 de 10,7 metros de eslora que, además de moverse de un lado a otro con soltura y agilidad, se posicionaron entre las decenas de yates civiles que observaban el evento desde el agua para estar en la mejor disposición de intervenir ante cualquier hipótesis que pudiese plantearse y les obligase a actuar; también pudimos corroborar la presencia de alguna otra embarcación que observamos en la lejanía pero sin identificar su numeral, eso sí caracterizadas por unas formas con una línea especialmente aflechada que, seguramente, las capacitan para obtener elevadas velocidades punta para actuar de forma efectiva en misiones como las de interceptación inmediata de todo tipo de navíos.

Las embarcaciones de menor desplazamiento de la Guardia Civil navegaron entre los navíos de todo tipo que presenciaban las regatas. (Octavio Díez Cámara)
Despliegue integral
A esos recursos conocidos, pues se veían por facilidad -a veces exponer medios y capacidades puede hacer reducir el nivel de la amenaza al dejar clara la determinación para actuar de forma diligente si es necesario- seguramente se unieron otros más discretos.
Agentes vistiendo ropa informal podrían haber estado en Vilanova i la Geltrú para obtener ciertos datos con los que alimentar los informes de Inteligencia sobre la previsión de determinadas hipótesis y situaciones, otros estableciendo planificaciones concretas de cómo reaccionar si alguna de estas últimas se presentaba, y seguro que también los hubo moviéndose bajo el agua inspeccionando muelles, cascos de determinados navíos y hasta los canales de tránsito de la zona portuaria.

Distintas fuerzas policiales catalanas estuvieron participando de forma activa en diferentes cometidos de vigilancia y protección. (Octavio Díez Cámara)
Junto a la GC, con personal llegado en buena medida de distintos puntos de Cataluña pero reforzados con activos que usualmente están en otros lugares de la geografía española, estuvieron presentes organizaciones como la Policía Local de Vilanova i la Geltrú que cuenta con un núcleo de personal que conoce especialmente bien el área donde tenían lugar las pruebas, aunque por su entidad limitada fueron reforzados con recursos materiales y humanos proporcionados por fuerzas policiales locales de Sitges o de Cubellas.

Distintas policías locales se vieron involucradas también en controles puntuales o de accesos. (Octavio Díez Cámara)
Más importante en número y medios fue el contingente de medio millar de agentes del Cuerpo de los Mossos d’Esquadra, la Policía Autonómica de Cataluña. Establecieron, según se manifestó de forma oficial desde la Consejería de Interior, un dispositivo integral de seguridad marítima, aéreas, de movilidad, de seguridad ciudadana, de orden público y hasta de ciberseguridad.

Especialistas de diferentes unidades especiales de los Mossos d’Esquadra se desplegaron para asistir con sus capacidades a otro personal policial. (Octavio Díez Cámara)
Al personal del CME lo vimos realizando cometidos en la zona portuaria, como los que llevaron a especialistas de la Unidad TEDAX-NBRQ (Nuclear, biológico, radiológico y químico) a moverse a pié en pequeños núcleos dentro de sus labores preventivas y de disposición ante cualquier alerta sobre la posible presencia de algún artefacto explosivo y su posterior neutralización. Su desplazamiento lo podían hacer acompañados de agentes de la Unidad Canina con perros especialmente adiestrados para, por su olfato y capacidad de discriminación de los olores generados por las distintas sustancias, identificar la presencia de algún tipo de amenaza en forma de artefactos convencionales o improvisados (IED, Improvised Explosive Device).

Mossos d’Esquadra y Guardia Civil concentraron más de una decena de naves de patrulla en la vigilancia de las aguas próximas a Vilanova i la Geltrú. (Octavio Díez Cámara)
Vistosas son también varias de las contundentes furgonetas de color azul intenso de la Brigada Móbil (BRIMO) y a sus agentes, usualmente situados próximos a ellas en pequeños grupos de dos o tres policías, empuñando armas tan contundentes como los subfusiles alemanes tipo UMP del 9x19mm que incluyen efectivos visores suecos de punto rojo Aimpoint “Micro” para facilitar una acción rápida de puntería sobre sujetos que por la amenaza que representan en un momento dado haya que neutralizar. Este personal montó posiciones de vigilancia estáticas en calles adyacentes al recinto portuario y estuvo especialmente atento ante cualquier alerta que les llegase por los canales de comunicación adscritos al dispositivo que vigilaba las regatas preliminares de la Copa América.

Mossos d’Esquadra y Guardia Civil concentraron más de una decena de naves de patrulla en la vigilancia de las aguas próximas a Vilanova i la Geltrú. (Octavio Díez Cámara)
Así mismo, se estableció, y mantuvo su actividad día y noche, un complejo Centro de Mando Avanzado (CECOR) donde se centralizaban informaciones y se presentaba en numerosas pantallas la situación en tiempo real para seguir con precisión los acontecimientos y saber en todo momento donde se encontraban los medios policiales intervinientes destacados en distintos puntos de la geografía costera y marítima de la zona.

Las fuerzas policiales demostraron con su presencia y despliegue su idoneidad para cubrir la seguridad de eventos de difusión internacional.
Vimos en aguas próximas a Vilanova i la Geltrú, o moviéndose por los canales adyacentes a los muelles en los que atracan todo tipo de embarcaciones deportivas o hasta navíos pesqueros, a los activos navales del CME que en los últimos años han recibido un fuerte impulso institucional. Estuvieron presentes, las tres lanchas compactas del tipo Quer 40 que, con unas eslora de 12,83 metros, pueden alcanzar velocidades punta de unos 50 nudos.

Una interceptora impulsada por nada menos que 1.200 caballos de potencia se mueve entre las dársenas del puerto para observar lo que acontece. (Octavio Díez Cámara)
A la “Narcís Monturiol” que tiene su sede en la Base vilanovina del CME se unieron las otras dos de su tipo, la “Cap de Creus” y la “Josefina Castellví”, llegadas desde sus bases en Gerona y Tarragona También, se mantuvo bastante activa la “Thalassa” que, con dos tripulantes a bordo para manejarla, se caracteriza por su capacidad para llevar efectivos con rapidez a puntos donde deban desempeñarse cometidos como los de interceptación y abordaje en los que le serán especialmente útiles sus cuatro potentes motores fueraborda de 300 caballos que la mueven con gran aceleración y velocidad.
Señalar, ya como apunte final, que el amplio dispositivo de Seguridad integral del que aquí les hemos hablado se desarrolló en unas regatas que eran sólo una prueba limitada de lo que acontecerá en 2024 en aguas próximas a la Ciudad Condal.

Los tripulantes de una de las lanchas de la Guardia Civil observan desde la proa el desarrollo de las competiciones. (Octavio Díez Cámara)
Lo que durante varios meses se desarrollará el próximo año obligará a establecer uno mucho más contundente del que, si contamos con el necesario apoyo institucional de las organizaciones que lo protagonizarán, esperamos poderles informar con detalles precisos y fotografías especialmente vistosas.
Texto y fotos: Octavio Díez Cámara© Editor: Andreu Soler