Israel, desde su constitución en 1948 como estado independiente, ha mantenido una dinámica especialmente beligerante con algunos de sus países vecinos y enfrentamientos continuos con los palestinos y diferentes facciones terroristas. Esa lucha implica el empleo de fuerzas policiales, el uso de aviones de combate de su Fuerza Aérea o las acciones de fuego con las que responden a una determinada actuación o amenaza.

Estas últimas, son en buena medida el resultado de usar un material bastante clásico en su concepto: la Artillería de Campaña. Se trata de piezas artilleras que en su caso suelen ser de 155 milímetros y de sistemas de lanzacohetes móviles de distintos tipos, una panoplia que se encuadra dentro de su Ejército de Tierra para, de forma diligente y especialmente rápida, estar dispuesta para generar fuegos precisos y capaces con los que responder a las necesidades emanadas desde ámbitos políticos y estratégicos hebreos.

Militar ajustando las espoletas de proyectiles de 155mm antes de una acción de fuego real. (IDF)

Os vamos a presentar en estas páginas una realidad que, como es tradicional en diferentes ámbitos del país, se sustenta en materiales especialmente modernos y tecnológicos y en otros con muchos años a sus espaldas, pero aún efectivos.

Los opera y maneja personal que en buena medida procede de las estructuras que se general con el servicio militar obligatorio y que se beneficia de un adiestramiento en buena medida conseguido con acciones en las que se hace uso real de las piezas y equipos a ellas asociados.

Sobre la cureña se observa un equipo de medición de la velocidad inicial de los proyectiles y una cesta de transporte fijada a la torre.(IDF)

Renovación de capacidades

En fechas especialmente recientes hemos sabido que Israel ha decidido, siguiendo una tendencia internacional aposentada ya en diferentes países europeos, por dar un paso más en sus capacidades y apostar por piezas ubicadas en camiones para así aprovechar mejor sus capacidades tácticas y estratégicas y beneficiarse de detalles que permiten una más rápida entrada y salida de la posición de fuego y así evitar que el adversario las neutralice con acciones de contrabatería.

Se han valorado diferentes piezas sobre camión en el proceso que les ha llevado a obtener aquellas con las que reemplazarán parte de su arsenal. (Elbit Systems)

En su caso, tras comprobar que sus obuses autopropulsados estaban llegando ya al límite de su vida útil estimada, lo que han hecho es valorar las capacidades que ofrecían ya varios conceptos ofertados por empresas como Israel Aircraft Industries e Israel Military Industries, esta última asociada para con la germana Krauss Maffei Wegmann. Su decisión final ha llevado, buscando piezas con un tubo de 52 calibres que permite alcances de cuarenta kilómetros o más y que sólo requiriesen de una tripulación de tres efectivos -lo clásico es de siete en el material que reemplazarán-, a los responsables del Departamento de Adquisición y Producción de Material para el Ministerio de Defensa (DDR&D, Defense Research and Development Directorate) a decidirse por un producto de la también hebrea Elbit Systems, una compañía que adquirió a finales de la primera década de este siglo la compañía Soltam que tiene una dilatada experiencia en el material que nos ocupa al haber fabricado piezas remolcadas para distintos países.

Las municiones de 155mm usadas por el Ejército de Israel son variadas y de diferentes efectos. (Octavio Díez Cámara)

En principio, se destinarían sobre 1.500 millones de dólares -el monto concreto difiere según las fuentes- para ir dotándose, en un periodo que se estima superior a la década, con un derivado del concepto ATMOS (Autonomous Truck Mounted howitzer System). Lo que se conoce a través de la, por ahora, limitada información difundida del mismo es que recibe la designación de “Ro’em” y que es una pieza autopropulsada (SPG, Self Propelled Gun) de 155/52mm obtenida combinando un chasis de un camión militar estadounidense Oshkosh de cinco ejes y diez ruedas al que se le ha añadido una cabina delantera blindada, donde viaja el conductor y quienes manejan el conjunto -tres efectivos en total que pueden ser tanto hombres como mujeres y un módulo también blindado posterior que acoge al tubo de 155/52mm, los órganos elásticos a él asociados y aquellos equipos que permiten el municionamiento automático y computerizado de la pieza; los proyectiles de 155mm y las cargas estarían estibadas en dos almacenes y se desplazarían con un sistema mecánico hasta la recamara para seguir unas determinadas instrucciones de fuego y batir, tras ser disparados, blancos a distancias máximas que se situarían en unos 40 km.

La experiencia en combate ha llevado a introducir modificaciones propias en sus obuses autopropulsados tipo “Doher”. (Octavio Díez Cámara)

El “Ro’em” es novedoso por capacidades como la de moverse autónomamente por los terrenos más complicados y alcanzar más de 80 kilómetros por hora en pistas, poder disparar a ritmos de hasta 8 disparos por minuto, o incluir cuatro enormes gatos que se despliegan para estabilizar al conjunto durante el tiro. Todo ello, incorporando en cada pieza equipos autónomos que le ayudan a definir su posición y a abrir fuego con la mejor disposición de lograr el impacto en una primera salva que no hay que olvidar puede efectuarse con distintos ángulos del cañón -tecnología MRSI (Multiple Rounds Simultaneuous Impact)- de forma que los proyectiles lleguen, siguiendo diferentes trayectorias, al mismo lugar y al mismo tiempo.

.-Dentro de la torre de los “Doher” trabajan varios artilleros que se encargan de apuntar la pieza y de municionarla. (IDF)

De momento, y en un periodo inicial que la entrega de los “Ro’em” es limitada en cantidad, van a coexistir con los “Doher”. Se dice que una sola pieza 10×10, abriendo fuego a un ritmo de 8 dpm tendría casi la misma capacidad que una batería de seis obuses “Doher” que son capaces de trabajar a 2 dpm y obtener también un alcance mucho menor.

Se observan los cohetes fabricados en Israel, más pequeños en diámetro, en el lanzador doble del M270 hebreo. (Eden Briand, IDF)

Sobre este último, deciros que tiene una designación que es la que los hebreos dan a una pieza autopropulsada clásica de origen estadounidense que se usa en muchos países, España entre ellos. Se trata del M109, un material con un tubo principal de 155/39mm con el que pueden conseguir alcances máximos de 24 km usando municiones convencionales y de más de 30 con aquellas asistidas. Básicamente, y aunque han sido modernizados en varias ocasiones para mantener su operatividad en el punto pretendido, es un material que data de los años setenta del siglo pasado y que sigue un concepto, con una barcaza poco protegida y nada menos que siete artilleros para manejarlo y municionarlo, que ya no se corresponde con el momento presente; frente a esas limitaciones, señalar que se estima que dispondrían de unos seiscientos de los “Doher”, cantidad intente de piezas -España, por ejemplo. cuenta con unas noventa- con las que actuar de forma diligente contra cualquier objetivo.

La gran cantidad de M109 de 155/39mm en servicio hace difícil su reemplazo a corto plazo. (IDF)

Para incidir más en este último aspecto, y contando que en el apoyo del municionamiento de ese material se cuenta con los blindados oruga M548 en los que se transportan proyectiles, cargas de proyección o espoletas, decidieron adquirir en la segunda mitad de la década pasada no menos de cinco mil de unas avanzadas espoletas de IAI que, provistas de un receptor satelital, tienen el nombre de “TopGun” y se instalan en proyectiles de 155mm para convertirlos en sistemas de muy alta precisión que pueden corregir su trayectoria en vuelo para conseguir impactos con un error circular probable (CEP) de sólo diez metros del punto buscado.

En los oruga M548 se transportan municiones paletizadas que permiten mantener el ritmo de fuego de las baterías artilleras. (Eden Briand, IDF)

Uso intenso

Mucho se habla ahora de las intensas acciones de fuego artillero entre ucranianos y rusos. En 2014, durante los combates en la Franja de Gaza que duraron cincuenta días y se enmarcaron en la Operación “Protective Edge”, se dispararon nada menos que treinta y cuatro mil municiones de Artillería: doce mil fumígenas, tres mil de iluminación y diecinueve mil de alto explosivo. Se trata de una cifra muy superior a las acciones que tuvieron lugar allí durante la Operación “Cast Lead” de 2008-2009, espacio temporal en el que se dispararon siete mil proyectiles artilleros, seiscientos de ellos en sólo media hora cuando las tropas hebreas sufrieron los mayores ataques por parte de unos novecientos terroristas que aprovechaban el entorno urbanizado para hacerles frente.

Las acciones de fuego del Ejército de Israel son contundentes y exigen un importante gasto de municiones. (IDF)

Esas experiencias, y otras anteriores como la Primera y Segunda Guerras del Líbano, han definido que la Artillería requiere de mejores medios C4I para, con apoyo de elementos de Mando, Control, Comunicaciones e Información, conseguir una efectividad mayor. La entrada en servicio de materiales como el reseñado “Ro’em” va a implicar también la llegada de nuevos sistemas de lanzacohetes, una pieza que, gracias a sus municiones cohete de alta precisión (PGM, Precision Guided Munitions), permite acciones de fuego mucho más contundentes y lejanas gracias al uso de cohetes que se mueven realizando una parábola desde el punto de lanzamiento al de caída. Además de ojivas de alto explosivo convencional pueden incluir otras que causan efectos terminales diferentes.

Cerca de seiscientas piezas autopropulsadas conforman hoy el principal medio artillero de los israelíes frente a cualquier contingencia. (Shahar Sigal, IDF)

De momento, el Ejército de Israel tiene en activo sobre medio centenar de piezas del sistema estadounidense M270 MLRS (Multiple Launch Rocket System) al que localmente llaman “Menatetz”. El chasis oruga de la pieza, con cabina protegida para los artilleros, tiene potencial para montar dos módulos se seis cohetes de 227mm en cada uno que pueden tener ojivas de alto explosivo, iluminantes, generadoras de humo, …, o que incluso podrían permitir el lanzamiento de los MGM-140 ACTAMS (Army Tactical Missile System) que pueden conseguir llegar a 300 km y neutralizar objetivos de forma muy precisa o batirlos diseminando sobre ellos decenas de ojivas de tipo multipropósito.

Junto a los sistemas de fuego se mueven otros equipos y materiales que suelen estar embarcados en blindados oruga tipo M113. (IDF)

No se sabe si el ACTAMS habría sido suministrado a Israel, pero si se conoce que ellos localmente han modificado sus “Menatetz” para poder disparar algunos de los cohetes que, como el LAR-160 o el EXTRA, han sido diseñados por empresas del país para darles autosuficiencia en cuanto a capacidad de fuego y generar propuestas con las que satisfacer también posibles pedidos llegados desde otros países; podrían tener también lanzadores de cohetes en camiones que permitan disparar el concepto PULS (Precise and Universal Launching System) de Elbit Systems que ha sido considerado por España dentro del programa SILAM del Ejército de Tierra.

Equipos de observadores avanzados se sitúan en posiciones clave desde las que ayudan en la dirección y gestión de las acciones de fuego real. (Tal Lisos y Ben Ram David, IDF)

Si se ha concretado que en el apoyo de las piezas artilleras usan ya desde hace muchos años, teniendo así una dilatada experiencia en la materia, diferentes modelos de plataformas aéreas controladas a distancia, los UAVs (Unmanned Aerial Vehicles). Les servirían para localizar e identificar objetivos, designar un punto concreto emitiendo un láser pulsador y hasta para valorar con precisión los efectos reales obtenidos después de un ataque.

Operan con distintos sistemas UAV con los que localizan sus objetivos, realizan correcciones de impactos y comprueban efectos conseguidos. (Zev Marmorstein, IDF)

Los UAV están encuadrados en una Unidad en la que operan con sistemas meteorológicos y radares que permiten conocer con suma precisión el origen de las trazas de los disparos que genera un determinado adversario. Es un cometido que beneficia al Cuerpo de Artillería del Ejército de Israel que es el responsable de la operación de medios de tipo medio y de largo alcance. Tiene como máximo responsable a un general de Brigada e incluye unidades en activo como de la reserva y gestiona su propio centro formativo, la Escuela FATC (Field Artillery Training Center) donde se forma a las tripulaciones y operadores de los medios antes reseñados.

Los lanzacohetes “Menatetz” tienen una gran potencia de fuego para acabar con rapidez con objetivos que sea necesario neutralizar. (IDF)

De lo señalado, y manteniendo como buen punto de referencia el uso clásico que los israelíes han dado a su Artillería empeñándola con intensidad en cualquier tipo de conflicto convencional o híbrido en el que han participado, se seduce que los nuevos sistemas “Ro’em” y nuevos modelos de cohetes van a darles una ventaja sustancial en el caso de que se produzca un enfrentamiento.

Dentro de poco, decenas de “Do’her” comenzarán a dotar a las fuerzas militares del Ejército israelí. (Elbit Systems)

Cabina blindada y un módulo automatizado de carga y tiro forman parte de lo más característico de la futura pieza de la Artillería hebrea.

Por cierto, y como apunte final, acaban de renovar sus arsenales con un pedido de casi 60 millones de euros a Elbit Systems por el que recibirán unos trescientos mil de 155mm que servirán para reponer sus almacenes y reemplazar un número similar que Estados Unidos tenía en Israel almacenados -los hebreos los podían usar en caso de necesidad- y que han acabado siendo enviados a Ucrania para que se defienda del ataque iniciado por Rusia.

Texto: Octavio Díez Cámara© Fotos: Según indicadas                               Editor: Andreu Soler