Texto y Fotos: Octavio Díez Cámara©

La crisis económica que ha azotado en los últimos años a Portugal parece que está siendo superada con éxito, pues se están ya asumiendo diversos programas de reequipamiento de los diferentes componentes de sus Fuerzas Armadas.

Entre las diferentes decisiones relacionadas con su armamento personal, que les han llevado a decidirse por la sobresaliente pistola semiautomática Glock 17 del calibre 9×19 milímetros Parabellum o a incorporar nuevos fusiles de asalto y ametralladoras medias y ligeras, entre otro material, llama la atención el hecho de que sea la compañía sueca Aimpoint una de las que aportarán los visores con los que se está equipando a diferentes colectivos. Ya hace unos años, cuando el Comando de Tropas de Operaciones Especiales (CTOE) con sede en Lamego se decidió a renovar sus fusiles de asalto, y a decidirse por el germano HK416 del calibre 5,56x45mm que usan en dos versiones distintas en cuanto a su longitud de cañón, se optó por situar en la parte superior de su cajón de mecanismos, aprovechando el raíl tipo Mil-Std 1913 Picatinny, un extraordinario sistema optrónico de puntería: optaron por el Aimpoint “CompM4” que ya equipa también a ejércitos como el estadounidense o el italiano.

En fecha más reciente ha tenido lugar un interesante proceso para incidir en un mejor equipamiento del combatiente luso. El objetivo del mismo, que como destinatario tenía al Cuerpo de Fuzileiros de la Marinha -que es la Infantería de Marina de Portugal- pretendía evaluar a conciencia cómo reemplazar los vetustos fusiles de asalto G3, armas del calibre 7,62x51mm que venían usando desde los tiempos de las guerras coloniales de los años sesenta y setenta del siglo pasado. Tras interesantes validaciones, en las que se buscó una solución completa en cuanto a prestaciones, funcionalidad y también coste, la decisión ha sido que el G3 sustituya al G3. El reemplazo no es tal, sino que se opta por modernizar una plataforma que aporta una gran capacidad de fuego, una gran robustez y una fiabilidad sin parangón. En las armas, de manera similar a lo que han realizado ya los suecos de la Guardia Nacional, se introducen una serie de cambios: guardamanos estandarizado con diversos raíles, un anclaje superior de 24,5 centímetros para situar visores y una culata extensible de polímero que permite una mejor adaptación ergonómica de cada tirador, elementos originarios de la compañía Spuhr.

Su colocación es rápida y el proceso pueden hacerlo armeros en las unidades, aunque en el caso de Portugal ha sido una firma local la que se ha encargado de la gestión del mismo. Paralelamente a la decisión que afecta al arma se ha realizado una evaluación especialmente meticulosa, pues los Fuzileiros suelen operar en el entorno costero y realizar desembarcos anfibios en los que su equipo se moja con agua salada de forma bastante habitual, de diferentes sistemas de puntería.

Tras las pruebas se han desestimado opciones hoy no especialmente eficientes, como el Elcan Eotech -sí el mismo que se emplea en España-, y se ha optado por un concepto que es robusto y eficaz. En sus G3 llevan ahora los Aimpoint “CompM4” que hemos podido ver en una reciente visita a su Base en Alfeite. El punto rojo del conjunto es óptimo para apuntar en situaciones de combate próximo, como las propias de los enfrentamientos en áreas urbanizadas (CQB, Close Quarter Battle) como para conseguir una mayor eficacia contra objetivos a diferentes rangos de distancia en campos de batalla de cualquier punto del planeta -recuérdese que los portugueses realizan despliegues habituales en diferentes puntos de África para participar en operaciones de apoyo a fuerzas locales-. El hecho de que la batería tenga una duración de varios años, que la regulación de la intensidad del punto rojo sea intuitiva y fácil, o que el conjunto está preparado para soportar los rigores del combate, entre otros factores positivos, les ha animado a la decisión que ya es una realidad. Hoy cada Infante de Marina portugués lleva su G3 equipado con el capaz visor “CompM4” y los emplean tanto en condiciones diurnas como apoyados en sus equipos monoculares y binoculares de visión nocturna.

La decisión de optar, como otros ejércitos europeos, por ese extraordinario conjunto de puntería no acaba ahí. Dentro del programa de renovación del armamento de combate del Ejército, que llevará a sustituir buena parte de sus G3 por los SCAR L y H -respectivamente del 5,56x45mm y del 7,62x51mm- se ha decidido, y así lo atestiguan algunas imágenes que acompañan estas páginas, que el visor estandarizado en muchos de ellos sea también el Aimpoint “CompM4”. Especialmente crítica es la necesidad del Centro de Tropas Comandos (CTC) de Carregueira, una unidad de élite adscrita a cometidos de despliegue rápido que les llevan continuamente a participar en operaciones militares en diferentes puntos del planeta y a verse envueltos en ellas en acciones en las que sus armas les han permitido salir airosos de los enfrentamientos, que centrará su armamento en la combinación SCAR H y visor “CompM4”.

Como verá el lector los portugueses, como han hecho estadounidenses, italianos, franceses, suecos, noruegos y un largo etcétera de naciones, ya tienen los visores de punto rojo equipando a sus armas de asalto personales. España, en ese sentido, parece que se va quedando atrás y no sería descabellado incidir en que sea un visor de Aimpoint, que ahora ya propone conceptos como el “CompM5” que es más compacto, el que resulte escogido para sustituir a los ya desfasados Eotech que por otra parte son mucho menos robustos, eficaces e intuitivos que aquellos de punto rojo que cuentan con el apelativo “made in Sweden”.

Texto: Octavio Díaz Cámara ® Fotos: Octavio Díaz Cámara ®

Este artículo fue publicado en el número de la Revista Táctical Online Diciembre 2019.

Tactical Online Diciembre 2019
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