Texto: Octavio Díez Cámara© Fotos: Octavio Díez Cámara©
El Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra (ET) español lleva unos años en continua transformación de sus estructuras para ampliar sus plantillas, incorporar nuevos equipos técnicos y capacidades operativas, y modificar sus plantillas de cara a cubrir mejor un mayor espectro de misiones.
Esa mejora general de lo que es este Mando ha llevado a variar el tipo y especialización de los diferentes Equipos Operativos (EOs) que dan cobertura a las estructuras de los tres Grupos de Operaciones Especiales (GOEs) que engloba y son, junto a la Unidad de Operaciones Especiales (UOE), su núcleo combativo principal para llevar a cabo asignaciones clásicas de un variado espectro en los ámbitos de las acciones directas, el reconocimiento especial o la asistencia militar.

Cambios recientes
A mediados de la década pasada los GOEs vieron como el número de los EOs de Movilidad crecía de forma sustancial, pues el cometido más característico del MOE es aquel que se encuadra en lo que son movimientos por todo tipo de espacios y escenarios terrestres. A la vez se apostó por la creación de un EO de Apertura Manual con militares especializados en el salto paracaidista en la modalidad manual y hasta en el empleo de oxígeno para poder lanzarse desde gran altura y conseguir avanzar una larga distancia hasta su llegada al punto de toma, una especialización de la que os hablaremos en un próximo artículo de Tactical Online.

En el caso de este, nos vamos a centrar en otra estructura compacta, de unos quince o veinte efectivos, surgida en fechas recientes para poder asumir nuevas capacidades y para aglutinar otras que ya se tenían pero que estaban más compartimentadas. Os explicaremos lo que son y lo que caracteriza a los Equipos Operativos de Capacidades Avanzadas, un recurso que se ha ido constituyendo en los últimos tiempos y que a día de hoy es una aportación clara y positiva de los GOEs en los que se encuadran y del MOE en general.

La primera característica de este tipo de EO, que no hemos de olvidar que mantiene las capacidades genéricas en cuanto a OEs pues su personal está especialmente capacitado en ese tipo de cometidos y tiene una dilatada experiencia en su ejecución en su progresión profesional de bastantes años como operador del MOE, la encontramos en su razón de ser específica. No suelen actuar como grupo y si como aportación al resto de EOs con una serie de capacidades que no tienen y que, en una determinada misión, pueden requerir al fin de llevarla a cabo con mayor nivel de eficacia y una mejor eficiencia.
Son cuatro las aportaciones concretas que tiene el EO de Capacidades Avanzadas y que son consecuencia de la especificidad de la especialización técnico-profesional en materias nada habituales de unos militares que se encuadran en un núcleo que tiene a un capitán como máximo referente al que apoya un auxiliar asignado a coordinación y enlace. Las capacidades son: tiradores de precisión, pilotos de sistemas aéreos controlados a distancia (RPAS, Remotely Piloted Aerial Systems), especialistas en operaciones técnicas de explotación táctica (TEO, Tactical Explotation Operation) y los formados como controladores de ataque terminal conjunto (JTAC, Joint Tactical Air Controller).
Sin entrar en concreciones, pues en cada momento histórico puede variar el número de los que dan cobertura a cada una de esas capacidades, es importante decir que estos militares tienen en común que su adiestramiento y capacitación es especialmente compleja al requerir de conocimientos teóricos y prácticos asociados a especializaciones que pueden requerir de varios años de trabajo para lograr el máximo rendimiento, lo que se refuerza en este EO donde sus boinas verdes se centran en sus respectivas áreas a la vez que no descuidan lo general de las OEs.

Aquellos cualificados como JTAC son personal formado en cometidos de coordinación de apoyos aéreos, lo que antiguamente era el apoyo aéreo cercano o CAS (Close Air Support) y en todo lo relacionado con la interdicción aérea asistida desde tierra (GAAI, Ground Assisted Air Interdiction) con acciones como las de guiado terminal láser, el uso de medios con capacidad FMV (Full Motion Video) o la designación de objetivos en ambiente nocturno mediante puntero infrarrojo. Su aportación se ha convertido hoy en casi imprescindible a la hora de conseguir que tanto helicópteros de ataque -como los “Tigre” de las Fuerzas Aeromóviles del ET (FAMET)-, drones o cazabombarderos ejerzan sus acciones de fuego sobre el punto deseado y en el momento óptimo, por lo cual en la mayoría de despliegues de combate se requeriría la presencia de al menos un JTAC.


Esa necesidad, anteriormente cubierta por militares del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC), ha derivado en que se hayan habilitado cursos por parte del Ejército del Aire y del Espacio (EAyE) y se esté en la buena dirección para ir contando cada vez más con más personal del MOE con esa habilitación que requiere de una preparación con una fase a distancia y otra presente a la que se dedican unas doscientas cincuenta horas lectivas. Importante es su paso por el simulador SIMFAC de la Base Aérea de Alcantarilla y la llegada de equipos, como el israelí Elbit Systems RATTLER GX, cuyo uso permitan abordar conceptos como el ISTAR (Intelligence, Surveillance, Target Acquisition and Reconnaissance); de este último apuntar que tiene pequeñas dimensiones, pesa 2,1 kilogramos e incluye un raíl superior en el que acoplar medios técnicos como las cámaras térmicas CORAL CR, también de Elbit, para poder obtener todas sus prestaciones tanto de día como de noche y en condiciones meteorológicas adversas.

Otros boinas verdes de este tipo de equipo están cualificados, tras completar un exigente Curso en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca, en lo que son las operaciones técnicas de explotación táctica. Los que las hacen, designados con el acrónimo TEO, también han completado otras capacitaciones, como jornadas internas, que refuerzan su preparación para un cometido que consiste en tomar todo tipo de evidencias del escenario de una determinada operación para, en un análisis detallado posterior, obtener la mayor cantidad de información posible.

Esos datos, junto con otros, serán óptimos para alimentar al Ciclo de Inteligencia y para la toma de evidencias que luego puedan ser usadas para encausar a un sujeto en un proceso judicial. Los especialistas TEO, que acompañan a otro personal en misiones propias del MOE, se encargan, en un proceso ordenado y especialmente meticuloso, de recoger documentación, obtener material informático, tomar fotos, captar datos biométricos incluso de bajas,…, un variopinto tipo de datos que permitirán seguir, en plazos que en cuanto al tiempo son especialmente exigentes, las actividades de determinadas personas o de grupos.

Sobre la capacidad RPAS, señalar que se suele trabajar en binomios con pilotos de drones y operadores DUO que se forman a través de especializaciones en diversos cursos, de diferente duración dependiendo de si va dirigido a sistemas Micro, Mini u otros, en la Escuela Militar de UAS (Unmanned Aerial Systems) del Grupo de Escuelas de Matacán (GRUEMA) del EAyE. En su caso operan con sistemas micro como el Black Hornet del modelo 2 y del 3 que son unos pequeñísimos helicópteros -uno gris con cámara diurna y otro negro con dispositivo térmico- muy discretos que pueden enviar para hacer reconocimientos previos a un determinado movimiento o para observar lo que se hace en un determinado emplazamiento; los complementan con otros modelos que incluyen los cuadricópteros Mavic o los ya consolidados aviones Raven que han sido ya actualizados a la versión digital que comprende mejoras como un módulo con cámara diurna y térmica mejorado.

Con esos medios, cada vez más difundidos y necesarios, se pueden apoyar a otros militares del Equipo de Capacidades Avanzadas, como es el caso de los tiradores de precisión que se benefician de las capacidades de los RPAS para vigilar itinerarios, conocer la mejor posición para el ocultamiento propio, lograr la identificación positiva de aquel que se desea neutralizar y hasta comprobar la ruta de exfiltración para evitar cualquier incidencia. Su concurso es muy beneficioso para todas aquellas misiones relacionadas con el reconocimiento especial y a la hora de levantar objetivos, dar seguridad o captar imágenes que serían enviadas en tiempo real a otros órganos de Mando gracias a equipos como los de enlace vía satélite.

Bajas certeras y más cosas
Dentro del lo que se considera Capacidades Avanzadas encontramos a aquellos especializados en lo que es el manejo más amplio de rifles -ellos emplean el término de fusiles- de cerrojo y semiautomáticos y de los sistemas a ellos asociados. Son los tiradores de precisión que suelen trabajar englobados en un número significativo de binomios y que además de su tarea específica se centran en una especialización secundaria en ámbitos como la montaña, el agua, la movilidad o la apertura manual, de forma que se les pueda asignar para acompañar al personal de los EOs especializados en esos cuatro entornos operativos.

Esos binomios -normalmente serían dos personas pero que pueden añadir un tercer de seguridad si así se considera que podría apoyarlos con una ametralladora ligera- se han transformado desde el concepto anterior de equipos de tiradores ligeros y pesados a lo que ahora se considera como equipos multicalibre. Todos son tiradores, lo que les permite manejar las diferentes armas largas de que se dispone en el MOE o actuar como observadores, un rol imprescindible a la hora que el que dispara consiga los mejores efectos de precisión o neutralizadores en unas acciones de fuego que suelen ser limitadas en el número de disparos realizados.

Trabajan, además de llevar sus fusiles de combate y armas cortas personales o subfusiles con supresor integral, con distintos modelos de fusiles de precisión adaptados para emplear diferentes calibres. Los semiautomáticos son el HK G36E del 5,56x45mm convenientemente transformado -ampliamente usado en despliegues internacionales como el de Afganistán o Iraq asociado a una óptica Leupold de tipo compacto- y el HK G28 del 7,62x51mm que recibieron el año pasado, habiéndose definido oficialmente que también podría serles de utilidad el Barrett M107 del 12,70x99mm (.50 Browning). En el mismo calibre usan uno muy similar del mismo fabricante con accionamiento por cerrojo que se conoce como M95SP, y con igual mecanismo en su acción despliegan los Accuracy AW, AWF y AWP del 7,62x51mm que han ido complementando en los últimos años con los Accuracy AXM del 8,6x70mm (.338 Lapua Magnum); como apunte más concreto, señalar que los semiautomáticos son óptimos para disparar desde plataformas aéreas o navales, los de cerrojo cuando se requiere la precisión más certera en la que aprovechan las bondades de distintos modelos de cartuchos de Lapua y los del .50 en aquellos casos que pueda ser conveniente actuar contra un determinado material u objetivo.

Depende de la misión y de la distancia de tiro que prevean con antelación que puede definir su actuación cogerían uno u otro material o recurrirían a ópticas diurnas como las Leupold y Schmidt & Bender o a los intensificadores AN/PVS-27. Lo más usual es que a un arma larga de cerrojo, asignada en lo que es su transporte y manejo a quien en un determinado momento ejerce de tirador, la acompañen con otra semiautomática que quedaría en las manos del que actúa como observador.

Otras peculiaridades de los tiradores de precisión del MOE se enmarcarían en una evolución profesional que inician como miembros de otros EOs, formándose en diferentes áreas como operadores, y refuerzan con el adiestramiento de Tirador Selecto, o TISOE, que siguen en las instalaciones del Centro de Adiestramiento de Tiradores de OEs (CATOE) del propio MOE. Es una preparación inicial de unas tres semanas que se centra en capacitar al tirador en diferentes habilidades que desempeñará usualmente sólo y en las que preferentemente recurrirá a modelos de armas largas semiautomáticas; su evolución, si así se considera, les llevará a calificarse como Tirador de Precisión de OEs (TIPOE) en un curso de seis semanas que también asume el CATOE y que se centra en que sepan extraer el máximo rendimiento a fusiles de cerrojo a distancias que incluyen las extremas en las que tienen que alcanzar un torso humano situado a nada menos que 1.100 metros.